Desde julio, miles de peces vienen apareciendo muertos en las costas generando preocupación y dudas entre vecinos y turistas que recorren playas y ríos del litoral, el sur y el centro del Uruguay.
El tema motivó consultas en el Parlamento e incluso visitas específicas de científicos a los lugares buscando tener más información para determinar si las muertes obedecían a razones naturales o a un evento masivo de contaminación.
Este lunes, la asamblea por el agua del río Santa Lucía hizo pública su preocupación por la “gran mortandad de peces” que se venía reportando en la cuenca desde hacía un mes.
“Solicitamos con premura que las autoridades tomen las medidas y los recaudos necesarios en caso de tratarse de una emergencia sanitaria, y el comité de Emergencia se active”, señalaron.
A su vez, expresaron que desconocían las “causas de gran mortandad” y exigieron que se “acceda a las mismas y se informe a la población sobre los recaudos a tomar”.
Embed - https://publish.twitter.com/oembed?url=https://x.com/EnzoMalanCastro/status/1823478905916760086&partner=&hide_thread=false
La preocupación también había sido expresada por el diputado de Soriano por el Frente Amplio, Enzo Malán, quien el 13 de agosto se contactó con el ministro de Ambiente para plantearle su inquietud por la “mortandad de peces en el Río Negro frente a Mercedes”.
La explicación
Tras varios análisis, técnicos del Ministerio de Ambiente y científicos independientes llegaron a la misma conclusión: las muertes obedecen al “frío extremo” que se registra en el agua desde junio.
Así lo señala una comunicación del ministerio y se lo dijo a El Observador el doctor en Ciencias Biológicas e investigador del Departamento de Ecología y Gestión Ambiental del Centro Universitario Regional del Este (CURE), Guillermo Goyenola.
Goyenola señaló que los eventos de mortandad se están produciendo principalmente sobre el sábalo (Prochilodus lineatus), una especie particular que es “poco tolerante” a las bajas temperaturas.
“Los sábalos presentan sensibilidad a temperaturas extremas, lo que incide directa o indirectamente en su estado fisiológico. Las muy bajas temperaturas del agua debido a las condiciones meteorológicas (cercanas y por debajo a 10 C°) que se evidencian en el territorio nacional desde el mes de junio aumentaron el riesgo de mortandad de esta especie”, dice el reporte elaborado por los especialistas de Ambiente.
Los técnicos del ministerio agregaron que estaban “monitoreando” la situación a partir de la toma de muestras de agua y analizando su calidad. “Hasta el momento no se han detectado contaminantes que la originen”, subraya el documento.
La encargada de Fauna del Ministerio de Ambiente, Carmen Leizagoyen, dijo a El Observador que recorrieron y tomaron muestras de los arroyos Casupá chico, El Soldado, La Plata, San Francisco, Campanero y el río Santa Lucía, entre otros.
Fenómeno regional
Más allá de las costas uruguayas, la mortandad de esta especie del sábalo también viene observándose en Argentina en la cuenca baja del río Paraná, dijo Goyenola.
El especialista citó un informe elaborado por el Instituto de Limnología de la Universidad de La Plata que señala que “las temperaturas extremadamente frías y excepcional cantidad de peces hicieron que esta mortandad ocupe una muy amplia área (costas de Argentina y Uruguay) y que resulte tan conspicua”.
El reporte también menciona que los “peces afectados” fueron “fundamentalmente juveniles”, un hecho vinculado al “excepcional éxito" del "evento reproductivo de la primavera 2023” que se produjo por la “salida de la sequía que transitó la cuenca”.
Leizagoyen dijo que los peces muertos que encontraron en sus recorridas también eran jóvenes.
Los limnólogos de La Plata señalaron que los sábalos representan la mayoría de los peces muertos, algo que consideraron “normal” ya que es la “especie dominante en abundancia en la cuenca”.
“La dinámica de desarrollo de la mortandad tuvo rasgos propios ya que afectó directamente a algunos peces matándolos de manera puntual y a otros les generó enfermedades que prolongaron la agonía de los organismos matándolos de forma paulatina por más de un mes”, subrayaron.
Respecto a Uruguay, Leizagoyen dijo que “no se encontraron otras especies de fauna silvestre muerta” y que las muestras se enviaron a anatomía patológica pero aún no estaban los resultados.