Este martes, la Policía Civil y Militar de Río de Janeiro desplegó un megaoperativo contra el Comando Vermelho (CV, Comando Rojo), el grupo criminal más antiguo de Brasil. Su larga trayectoria lo ha llevado a tener presencia activa en varios países de la región, principalmente en Bolivia y Paraguay. Ahora bien, ¿este grupo tiene conexiones con Uruguay?
Aunque actualmente no se conoce actividad directa del comando en el país, uno de sus líderes, Luiz Fernando da Costa, más conocido como Fernandinho Beira Mar, estuvo como fugitivo en Uruguay.
De acuerdo a lo informado por CNN, Beira Mar —que se encuentra encarcelado desde hace casi 20 años en Brasil— había sido detenido en 1996 por narcotráfico, sin embargo, se escapó de prisión y estuvo como fugitivo en Paraguay, Uruguay y Bolivia hasta su definitivo arresto en Colombia en 2001, de acuerdo a un documento de la Fiscalía brasileña citados por el consignado medio.
Pese a permanecer cerca de dos décadas encarcelado, medios locales de Brasil como O Globo señalan que este sigue siendo jefe del comando.
Según el consignado medio brasileño, un informe elaborado por la Secretaría Nacional de Políticas Penitenciarias de 2018 que se encuentra dentro del historial penitenciario de Beira Mar, indica que entre 2014 y 2016, mientras estaba en la penitenciaría de Porto Velho en Rondônia, siguió cometiendo delitos e incluso utilizó a familiares y abogados para "continuar sus actividades delictivas". Dicho comportamiento continuó durante los años.
Además de la presencia del líder del comando en Uruguay, se conoce que un narcotraficante vinculado a este vivió hasta dos años en el país con una identidad falsa.
José Paulo Vieira de Mello estuvo en Uruguay durante dos años bajo el nombre de Paulo Seco hasta su captura en junio de 2010 por la Brigada Antidroga.
Según recoge una nota publicada por El Observador en 2020 sobre los narcos importantes que se instalaron en el país, Vieira de Mello llegó a operar una organización de narcotraficantes con nexos en Bolivia, Paraguay y Brasil que estaba vinculada a Fernandinho Beira Mar.
Sin embargo, en 2010 fue finalmente detenido y enviado a prisión por el entonces juez especializado en crimen organizado, Jorge Díaz —hoy prosecretario de la Presidencia—. Tras su encarcelamiento fue posteriormente extraditado a su país.
En el marco de este caso y según informó en su día El País, el Ministerio del Interior sospechaba que Vieira de Mello pensaba radicarse de forma definitiva en Uruguay para coordinar desde acá grupos organizados para traficar cocaína desde Bolivia y Paraguay hacia Brasil.
Así, Vieira de Mello, hombre de confianza de Beira Mar, tenía previo a su arresto la intención de establecer en Uruguay su base de operaciones.
Tras el operativo de este martes, que dejó más de 130 personas muertas y más de 100 personas detenidas, desde el Ministerio del Interior informaron a El Observador que se permanece en "permanente monitoreo" de la situación, pero confirmaron que manejan posibles medidas aunque por el momento son "reservadas".
El Comando Vermelho y su origen
El Comando Vermelho (Comando Rojo) es una de las organizaciones criminales más antiguas y poderosas de Brasil.
Surgió en la década de 1970 en una prisión de Ilha Grande, en Río de Janeiro, durante la dictadura militar brasileña (1964-1985).
En la cárcel, presos comunes fueron recluidos junto a guerrilleros de izquierda y disidentes políticos, lo que fomentó una alianza para protegerse de la brutalidad de los guardias y la violencia interna.
Inicialmente, el grupo se formó como una milicia de autodefensa llamada "Falange Vermelha", influenciada por ideales de justicia social de izquierda, pero pronto evolucionó hacia una estructura criminal más organizada.
Las autoridades penitenciarias transfirieron líderes a diversas prisiones en un intento por desmantelarlo, sin pensar que esa acción ayudaría a expandir su influencia por todo el sistema carcelario brasileño.
Con el tiempo, el Comando Vermelho se consolidó como una facción dominante en el tráfico de drogas, controlando gran parte del comercio de cocaína en Río y expandiéndose a regiones como Amazonas y Mato Grosso.
Además del narcotráfico y el contrabando de armas, el CV también se dedica a la extorsión, secuestros, préstamos usureros y el robo de camiones blindados.
Con información de El Observador y EFE