La Fiscalía de Delitos Económicos recibió una denuncia penal en contra de Alejandro Berrutti, director de Portfolio Capital, el “fondo” ganadero que debe alrededor de US$ 20 millones tras el impago a sus inversores.
Además, el reclamo se extiende a Manuel Cabrales (colombiano) y George Walter Pereyra (uruguayo) fundadores del “Fondo” Pampas Ganadero de origen en Colombia.
El reclamo formal, presentado por la abogada Silvia Cuello, sostiene que el denunciante mantuvo una relación comercial con Reina Vaca SA, una de las empresas vinculadas a Portfolio.
“Se estableció como objetivo del contrato una inversión ganadera de US$ 10.009 al administrador, o sea, Berrutti y Argenti SA, dinero con el que Reina Vaca debía adquirir ganado y realizar inversiones agropecuarias”, indica el texto de la denuncia al que accedió El Observador.
El plazo de la inversión sería de 5 años a partir del pasado 9 de febrero de 2024 y al “término del mismo la suma aportada sería rescatada”. Como resultado del capital invertido, la persona recibiría 9% anual que sería abonado semestralmente.
El 20 de febrero del mismo año se firmó otro contrato con Oro Rojo, otra de las sociedades anónimas vinculadas a Portfolio Capital, para la recompra de acciones.
En ese caso, además de Berrutti y Argenti SA en calidad de administrador, también apareció el nombre de Pereyra quien dirige el “Fondo” Pampas Ganadero de origen colombiano y funcionaba como “articulador” entre Porfolio y el inversor. Esta empresa es integrada, además, por Cabrales.
Con respecto al contrato, la nueva recompra de acciones fue por US$ 324, con los que Oro Rojo debía adquirir ganado y realizar inversiones agropecuarias. En noviembre de 2024 se realizó otra por US$ 446.
“Se desconoce el destino de la inversiones relatadas, si se compraron o no los ganados a los que se destinaron las inversiones, si en tal caso existen actualmente y dónde se encuentran”, agrega el texto y asegura que entre pasivo y activo hay una déficit de US$ 23 millones.
La abogada Cuello considera en la denuncia que “se ha repetido la historia consabida de ganarse la confianza de los clientes, trabajar con el dinero de ellos y un día alzarse con todo”.
Berrutti ha dicho que no prevé presentarse a concurso, pero en la denuncia se asegura que es porque “no están en condiciones legales de hacerlo”. Se pide que se investigue un delito de estafa porque “existió evidentemente la intención de engañar la doble relación causal existente, una: entre la actividad dolosa y el error en que cae la víctima; y la otra: entre el error en que fue inducida y la celebración del negocio”.
En la denuncia se asegura que se está ante un esquema Ponzi y “se trata de una forma de estafa piramidal consistente en atraer a inversores pagando utilidades a los inversores anteriores con fondos de los más recientes”.
“En efecto, el esquema lleva a las víctimas a creer que las ganancias que reciben provienen de una inversión legítima. Estas actividades legítimas pueden ser por ejemplo comprar ganado para colocarlo en un campo arrendado y administrarlo”, agrega el texto.
También se pide que se indague en un delito de apropiación indebida, dado que Porfolio desvió “el destino de la inversión del ganado y se quedó además con el producto de la venta”.
Cuello a su vez solicitó la investigación por un delito de “autolavado”, que refiere a un ilícito procedente del lavado de activos.
“Entendemos que hay elementos de convicción suficientes que permiten inferir la existencia una estructura organizativa delictual conformada por los aquí denunciados, quienes, mediante diversas maniobras artificiosas, tales como la referida estafa ponzi o piramidal, lograron establecer un complejo entramado ilícito el que les permitió, a través de la instrumentalización de las sociedades Berrutti y Argenti SA y Oro Rojo SA, inducir deliberadamente al error a sus inversores y apropiarse indebidamente del dinero confiado a ellos”, indica la denuncia sobre el final.
Se pide, como medidas cautelares, el cierre de fronteras, la fijación de domicilio, la retención de los documentos de viaje y la prohibición de acercamiento a los lugares donde se encuentre el ganado.