"Burbujas" sustituyen al "quedate en casa" en la primera ola de coronavirus en Uruguay

Radi, el creador de la metáfora futbolística de que Uruguay estaba cuidando un empate sin goles en la altura La Paz, reconoció entonces que el país está atravesando "su primera ola" de contagios de coronavirus, con un promedio superior a los 300 infectados diarios, más de 4.400 casos activos y con la saturación del sistema de rastreo, pese a las medidas aplicadas por el gobierno el primer día de diciembre.

Radi eludió esta vez la comparación futbolística, pero la proyección de las cifras realizada por el Gach para el caso de que la pandemia continúe su curso sin cambios en el comportamiento de la población, no representan un partido en empate. "Ahora sí (hay que) aplanar la curva", anunció el coordinador general del Gach, aunque sobre el final consideró que, pese a la agudización de la crisis, no aconsejaba retornar al mensaje de "quedate en casa".

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Fernando Paganini –el segundo en tomar la palabra– dijo que Uruguay ingresó en "una fase de crecimiento exponencial" de los contagios –a este ritmo, cada 12 días se duplica la cantidad de enfermos–. Sus estimaciones indican que de continuar la tendencia al alza de los contagios, para fin de año el Sistema Nacional de Emergencia (Sinae) estará reportando 1.200 contagios diarios, y estarán ocupadas alrededor de 120 camas de CTI con infectados de covid-19, cuando actualmente hay 42 pacientes internados en cuidados intensivos. Así está reflejado además en uno de sus informes disponibles online presentados este miércoles por el grupo de científicos, en los que se analiza la evolución de la pandemia en comparación a la última conferencia del Gach el 5 de noviembre.

Paganini advirtió asimismo que el Ministerio de Salud hoy debe reconocer que hay un 30% de casos que no pueden reconocer con qué contacto contrajeron el virus –problema que sube al 35% en la Zona Metropolitana de Montevideo–, por lo que crece la circulación comunitaria y se debilita el control del hilo epidemiológico.

La situación "no se frena sin un cambio importante", dijo luego el matemático, quien agregó que, en su consideración, el gobierno y la sociedad deben tener presente la necesidad de "respetar la inestabilidad". "Cuando un fenómeno es naturalmente inestable, si se lo quiere controlar es con mucho cuidado y con esfuerzo. (Y) cuanto más tarde se actúe, mayor es el esfuerzo que se debe realizar", advirtió.

Burbuja vs Quedate en casa

Ante esta situación, y el hecho de que "no hubo un cambio observable" desde que el gobierno dispuso la clausura del deporte en espacios cerrados y el teletrabajo en oficinas públicas –entre otras medidas–, según Paganini, los científicos que asesoran al gobierno recomiendan a la población que trate de mantenerse en una "burbuja" social.

Este término –que refiere a núcleos de personas que mantienen entre sí un contacto frecuente, por lazos familiares, afectivos o laborales– fue acuñado por el gobierno de Nueva Zelanda para concebir una nueva forma de vinculación social con bajo riesgo de contagio.

El gastroenterólogo Henry Cohen lo definió de esta manera: "Burbuja es un grupo que se conecta mínimamente con otros grupos. Si lo aplicamos adecuadamente, nos permitirá reducir el riesgo y disfrutar de nuestros familiares más cercanos. Un ejemplo: compartir con quienes convivimos. Mantener la burbuja en el tiempo, no una hoy y otra mañana", recomendó.

En definitiva, lo que aconseja el Gach es reducir la movilidad, que los contactos se den en las burbujas lo más chicas posibles, y que los encuentros –en días previos a las fiestas– no superen las 10 personas.

Pero los científicos no recomienda retornar a la noción del aislamiento o cuarentena voluntaria que resumía la frase "quedate en casa", sino a apuntar a "mantener la calidad de vida y libertad". "Nos gusta mucho la idea de la burbuja (...) Sería muy duro , sería muy triste, sería muy disruptivo volver a la situación de abril o mayo", concluyó Radi.

Y a eso, el doctor en Medicina y Ciencias Biológicas agregó que hay que "evitar las actividades en lugares cerrados, disminuir el tiempo de exposición, aprovechar el aire libre en forma responsable, evitando cualquier tipo de hacinamiento, y respetar y llevar adelante los protocolos de seguridad" sanitaria, mientras el gobierno espera por la llegada de la vacuna, que tampoco supondrá una solución instantánea.