Con un buen marco de público alrededor del ruedo en la Rural del Prado, este sábado se realizó la ceremonia de cierre de la Expo Prado 2020. Como de costumbre, eso sucedió en el palco oficial y en el ruedo de la muestra organizada por la Asociación Rural del Uruguay (ARU) y hubo algunos detalles curiosos, no habituales en esta tradicional actividad en el día previo a que concluya la exposición.
La vicepresidenta de la República, Beatríz Argimón; el ministro del Interior, Jorge Larrañaga; la ministra de Economía, Azucena Arbeleche; el ministro de Defensa, Javier García; el ministro de Educación y Cultura, Pablo da Silveira; el canciller, Francisco Bustillo; y el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Carlos Maria Uriarte fueron algunas de las autoridades que llegaron y fueron recibidos por las autoridades de la entidad anfitriona, con Gabriel Capurro, presidente de ARU y, Rafael Ferber, director de Exposiciones, entre ellos.
El presidente de la República, Luis Lacalle Pou, llegó y como es habitual en él, como sucedió en sus varias visitas este año a la Expo Prado, se fotografió con varias personas que estaban tras las vallas y entre ellas conoció a una productora rural de Rocha que le agradeció su presencia en la exposición y le deseó suerte en el gobierno. El mandatario no brindó declaraciones a la prensa, ni al llegar ni cuando se retiró tras el acto.
Este año, el izamiento de los pabellones patrios tuvo como protagonistas a tres homenajeados, personajes destacados del ámbito rural según informó Juan Carlos López, conductor del evento.
El cabañero Raúl González, más conocido como “Rulo”, izó la bandera de los Treinta y Tres Orientales. Tras la ceremonia dijo a El Observador que ser elegido para esta tarea fue algo que no se esperaba. “Creo que es un privilegio de pocos, por lo tanto lo recibo con mucha emoción y mucha alegría. Este es un poco un premio que me dieron los años”, declaró.
“Me quedo muy conforme con todo lo que me ha tocado vivir en este Prado, que fue muy diferente a los de otros años. Lo más importante es que se cumplan los protocolos que estamos cumpliendo” agregó.
La educación se hizo presente en este momento especial: la maestra Marta Díaz, de la escuela N° 71 de Puntas de Herrera, del departamento de Durazno, se encargó de izar el Pabellón Nacional. Fue reconocida por la ARU con este honor por ser la primera maestra que volvió a las aulas de forma presencial tras la llegada de la instauración local de una emergencia sanitaria por covid-19. Esta escuela rural, que atiende a cinco alumnos, fue la primera en abrir durante la emergencia sanitaria y los cinco alumnos concurrieron, se destacó.
Consultada, Díaz dijo que fue “un honor haber sido elegida”. “Estoy muy agradecida y fue divino todo, es una emoción muy grande. Nunca había imaginado participar de algo así, cuando llamaron fue una emoción bárbara y un orgullo. Tengo un agradecimiento enorme” comentó, y recordó que desde adolescente no visitaba la Expo Prado.
La bandera de Artigas fue izada por Gerardo Cuevas, un joven Oficial Ayudante de la Dirección Nacional de Seguridad Rural. Es oriundo de Capilla del Sauce, una pequeña localidad en el departamento de Florida, y esta fue la primera vez que visitó la Expo Prado.
“Es un orgullo muy enorme poder ser partícipe de este evento. Estoy contento. Pertenezco a la Dirección Nacional de Seguridad Rural que se creó recientemente y esta es una de las cosas nuevas que pasan ahora, tengo que hacerme presente y concurrir a distintos actos con motivo a todo lo que se refiera al tema rural” dijo.
Las bandas de músicos la Fuerza Aérea, de la Armada Nacional y del Batallón Florida de Infantería fueron las encargadas de darle un marco musical al acto, ejecutando desde el ruedo.
Los grandes campeones de todas las razas se formaron en el ruedo mientras hablaban las autoridades en el palco. Tras finalizar los discursos comenzó el desfile de los grandes campeones. Los cabañeros que los presentaron recibieron por parte de Lacalle Pou, Capurro y Ferber un reconocimiento.
En total se entregaron 120 obsequios, una artesanía hecha con las maderas del histórico Galpón 1 de la Rural del Prado, desmantelado por su deterioro hace ya seis años. Las maderas formaban parte de las cerchas del galpón que data de 1913 y fue desinstalado por precaución en 2014.
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