Luego de tres temporadas en las que tuvo que salir a préstamo, Agustín González podrá cumplir su sueño de formar parte del primer equipo de Nacional, con el que este lunes empezó a entrenar bajo las órdenes de Gustavo Munúa.
En un período de pases en el que los tricolores vienen siendo extremadamente cautos a la hora de gastar en fichajes –solo han sumado a Ayrton Cougo hasta el momento-, la vuelta del “Tato” puede ser considerada como un alta, si bien los albos no tuvieron que poner dinero ya que el volante ofensivo es jugador del club.
El mediocampista ofensivo y media punta zurdo de 22 años y 1,75 metros de altura regresó a Los Céspedes luego de haber salido a préstamo en los últimos tres años y tras tener unos días de descanso tras su citación a la preselección que disputa el Preolímpico en Colombia, de la que fue desafectado en el último corte.
En 2017 fue a Sud América, donde comenzó su periplo en Primera división. Con la camiseta de la IASA jugó 23 partidos y marcó dos goles.
Al año siguiente, nuevamente se repitió la historia. No fue tenido en cuenta por Alexander Medina y se fue a Torque, que hacía su estreno en la principal categoría.
“El Cacique me comentó que no me iba a tener en cuenta. En ese entonces me llamaron de Torque, Progreso, Liverpool, Rampla para ficharme. Opté por Torque”, contó González a Referí en octubre de 2019.
En el equipo celeste también jugó 23 partidos y marcó dos goles, uno de ellos con un recuerdo especial para él y los hinchas bolsos que sabían que era jugador de Nacional: el cuarto tanto del triunfo 4-3 ante Peñarol, en la hora y en el Campeón del Siglo, que celebró de una forma especial junto a sus compañeros.
Torque perdió la categoría y González volvió a Los Céspedes para la pretemporada que tenía a Eduardo Domínguez como nuevo entrenador. Estuvo de suplente en el partido de verano ante River Plate argentino en Maldonado, no ingresó, y tuvo unos minutos ante Colón en la Copa Ciudad de Paysandú. Finalmente, no fue tenido en cuenta por el DT.
La opción para salir a préstamo fue con destino a La Teja. “Entre quedarme jugando en Tercera a tener continuidad, opté por Progreso. Todo se dio muy rápido, en la última semana del cierre del período de pases”, contó.
En el equipo del Pantanoso fue una de las figuras en una gran campaña que permitió al equipo amarillo y rojo regresar a la Copa Libertadores.
González jugó 25 partidos y marcó 6 goles. Además, cumplió con su objetivo en el club: “Dejarlo clasificado a una Copa”, tal como había señalado a Referí.
En Progreso quedaron satisfechos con su rendimiento e incluso su entrenador, Leonel Rocco, esperó hasta último momento para ver si podía retenerlo en el equipo para la Copa Libertadores, pero Nacional decidió no cederlo.
Si Munúa pidió que González forme parte del plantel es porque él, y también la gerencia deportiva, vieron que el futbolista puede ser útil para el equipo.
El volante ofensivo zurdo y media punta tiene varias cualidades tácticas y técnicas.
Puede jugar por la banda izquierda, por el medio y también con perfil cambiado, una opción, esta última, que Munúa tuvo en cuenta en los primeros 45 minutos del partido ante River Plate argentino pese a que no contó con un extremo zurdo.
Además, el Tato también es muy bueno a la hora de hacer desplazamientos con balón dominado, tanto de forma frontal como en diagonal, y con buena velocidad.
Otra de sus virtudes son las asistencias, al poseer gran habilidad para meter pasase filtrados a los delanteros. Si Munúa decide potenciar esa faceta del futbolista, podría utilizarlo como un segundo delantero por detrás del principal atacante.
González también se destaca por su pegada de zurda, tanto con pelota en movimiento como a la hora de ejecutar las pelotas quietas. Con Progreso le marcó un golazo a Defensor Sporting de tiro libre con un ángulo muy cerrado y también anotó un par de penales, además de encargarse de los cobros de faltas y tiros de esquina.
Por su buen control de pelota, es un jugador muy difícil de marcar para los rivales, por lo que suele ser víctima de varias faltas.
Le gusta tener y conducir el balón, y tiene facilidad para llegar al área y definir.
Ahora en los tricolores, González deberá competir por un lugar en el equipo ante jugadores con características similares como Gonzalo Castro o Rodrigo Amaral, dos figuras.
“Mi sueño es jugar en la primera de Nacional, ponerme la camiseta del primero de Nacional”, dijo a Referí en octubre y ahora está muy cerca de cumplirlo.
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