La falta de presencialidad en las escuelas llevó a miles de niños a desvincularse y esos alumnos quedaron varios pasos atrás en los aprendizajes. El presidente del Consejo Directivo Central (Codicen), Robert Silva, contó en octubre que Primaria había perdido contacto con 6.000 estudiantes. Si bien Primaria aún no tiene las cifras oficiales, las autoridades estiman que los niños rezagados pueden ser bastantes más.
En medio del debate público sostenido en gran parte del 2020 sobre volver a la presencialidad o no el tiempo no se detuvo, y ahora el año lectivo ya finalizó. Pero en este contexto los programas de verano que se realizan todos los años cobran una importancia aún mayor que en años anteriores porque enero y febrero serán meses clave para que los alumnos rezagados reciban las enseñanzas que les permitan tener una continuidad de su ciclo educativo.
El doctor en Psicología y director del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEEd), Guillermo Fossati, explicó que es necesario tener datos válidos para ver hasta qué punto las consecuencias de la pandemia causaron “pérdidas desproporcionadas de aprendizaje”, así como el nivel de desvinculación del sistema educativo. Esa evidencia surgirá de la evaluación Aristas que se aplicó en noviembre y diciembre en terceros y sextos años en una muestra de escuelas.
Mientras tanto, el programa Escuela de Verano 2021, que comienza el 7 de enero, será destinado a los estudiantes de mayor vulnerabilidad social y educativa, y que hayan tenido asistencia intermitente o que directamente se hayan desvinculado de las escuelas durante el año.
“Hay que reforzar a los niños con aprendizajes descendidos para que puedan sentirse más seguros y fortalecidos para que en secundaria se aseguren ciertos niveles de gratificación”, explicó la directora de Primaria, Graciela Fabeyro, a El Observador.
Fabeyro aclaró que Primaria aún no tiene una proyección de a cuántos niños alcanzarán los proyectos, pero la prioridad de inscripción será para los alumnos que este año cursaron sexto de escuela, seguido por los que cursaron primero y segundo.
La Escuela de Verano está planificada como una extensión del año lectivo 2020 y estará programada por proyectos de lenguas, matemáticas, pensamiento científico, habilidades socioemocionales, y actividades de educación física y artística, que se desarrollarán en escuelas sede a las que concurrirán los niños que hayan sido incentivados por sus maestros. Además, los proyectos podrán incluir paseos didácticos en grupos pequeños y a distancias cortas, debido a los protocolos sanitarios.
Para las autoridades de la educación es clave que los que egresan de la escuela lleguen a secundaria con un nivel educativo que les asegure la continuidad. “El gran problema de la educación de este país es el abandono en el ciclo básico. Primaria tiene niveles de deserción muy bajos”, señaló Fabeyro.
En cada proyecto podrá haber hasta 75 alumnos, con un máximo de 100 en casos excepcionales y si quedan cupos vacantes se inscribirá a niños de otros grados “cuyo proceso de aprendizaje en el año lectivo habilita complementariedad y profundización”, señaló el propuesta de Escuela de Verano.
Por cada 75 alumnos habrá un director, dos maestros, un profesor de educación física, uno de arte y dos auxiliares de servicio. Las jornadas serán de 8:30 a 13:30 y se incluirá el desayuno y almuerzo.
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