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¿Quiere ser MasterChef? Olvídese de la política y la privacidad
Imagine que se anima. Que después de pasar dos temporadas detrás del televisor, después de seguir con fidelidad a sus participantes favoritos, descarga el formulario y se anota a la tercera edición de MasterChef. Imagine ahora que queda seleccionado para alguna de las instancias, que a partir de este momento, será uno de los participantes que disputarán el título del programa. La oportunidad finalmente llegó, pero junto con ella también llegan varias obligaciones que deberá respetar.
MasterChef es un éxito, y entrar al programa supone, de alguna manera renunciar momentáneamente a una vida sin exposición. Aproximadamente, cerca de 185 mil personas en Montevideo miran todos los lunes el programa de Canal 10, que se encuentra emitiendo la segunda temporada y que se ha convertido en uno de los éxitos más grandes de la televisión local en los últimos tiempos. La tercera temporada, ya confirmada, se estrenará en 2018.
Las inscripciones para la nueva entrega están abiertas desde la semana pasada, y cualquier persona puede descargar y postularse para ser el nuevo MasterChef. Pero antes, deberá tener en cuenta ciertos requisitos.
Las inscripciones para la nueva entrega están abiertas desde la semana pasada, y cualquier persona puede descargar y postularse para ser el nuevo MasterChef.En primer lugar, olvídese de la política. Al menos, de participar directamente en algo que no sea votar. En la declaración jurada del programa se deja claro: los participantes del programa deben renunciar a ser candidatos a un cargo político, por lo menos hasta un año después de la emisión del último episodio del programa, en cualquiera de sus temporadas, actuales o futuras, vaya a aparecer o no.
Si bien puede ser extraña la petición, resulta al menos lógica. En su primera edición, la popularidad de Nilson Viazzo, participante que logró convertirse en el primer MasterChef, fue impresionante. En Florida, ciudad de la que es oriundo, la caravana de recibimiento fue multitudinaria, y hoy Viazzo es una figura que puede verse en catálogos publicitarios y publicaciones similares. El furor, sin embargo, de a poco se va apagando. Con la primera gran cláusula, la producción del programa evita que la exposición sea utilizada como propulsor político.
Una vez que haya aclarado que no pretende ser parte de ninguna campaña política, deberá aceptar que será sometido a algunas investigaciones. En ese sentido, deberá estar dispuesto a que se le realicen exámenes médicos, psicológicos e incluso a que, en caso de que la producción así lo requiera, se revise su historial delictivo en busca de antecedentes.
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También deberá aceptar que, durante el tiempo que sea participante, su imagen no será realmente suya. Y que pueden llegar a revelar información personal o que usted considera confidencial. Sobre su imagen, pesará la restricción de que, en caso de que le aparezca una oportunidad de ser parte de una campaña publicitaria, deberá pedir la autorización correspondiente a la producción. Además, la información que proporcionó en el formulario será propiedad exclusiva de Saeta (canal 10), que podrá utilizarla y exhibirla "en cualquier medio de comunicación sin limitación alguna de tiempo y espacio".
Para un programa como MasterChef, que graba varios episodios previos a su emisión, es importante también que no se develen los participantes eliminados con anterioridad. Por eso, los términos y condiciones establecen que no se podrá comentar información alguna sobre el desarrollo del programa con terceros. Además, como el programa requiere de manera usual la práctica de una destreza o esfuerzo físico, en caso de sufrir algún daño durante su participación, Saeta queda exenta a todo reclamo de su parte.
Son numerosos los elementos a tener en cuenta para quien quiera ser uno de los éxitos más recientes de la televisión.
