"Trato de aceptarme y entender que ya no tengo 18"

Julieta Prandi es ampliamente recordada en Uruguay por varios de sus trabajos. Primero fue como modelo, en los desfiles de Roberto Giordano. Luego gracias a la televisión, con el personaje de "la nena" en Poné a Francella y en la conducción del programa de archivo televisivo Zapping.

Días antes de fin de año llegó a Punta del Este para veranear y también para conducir el desfile de Pantene Fashion Show el pasado jueves. Antes de que comenzara ese evento, Prandi, que ahora está dedicada a la conducción en televisión, conversó con El Observador sobre su carrera, su vida personal y su futuro.

La presión más grande siempre se la pone una. Yo siempre trato de aceptarme y entender que no tengo 18 años, que tengo 36 años y de esa forma llegar de la mejor manera posible, sin modificar mí esencia ni mi apariencia. Y me cuido, me alimento, me nutro el pelo y la piel.

Sí, soy muy de cuidarme en la alimentación por más que me doy mis gustos. Hago deporte tres veces por semana, también drenajes, ya que no tengo tanto tiempo de entrenar, hago todo en un lugar: gimnasia, electrodos, drenajes, elementos que ayudan a realizar el proceso de manera más rápida.

Evolucione mucho, crecí mucho, profesionalmente y personalmente, maduré, hoy me considero una mujer que sabe lo que quiere y lo que no quiere para su vida.

Terminé confesando que había sido Nicole Neumann porque no me gusta que me hagan responsable de algo que no dije. Con Pampita tengo la mejor onda, con Nicole también, simplemente pasaron muchos años y no iba a dejar que siguieran tomándome como la responsable.

Nunca lo viví de esa forma, la nena fue super naif, y el sketch estaba inspirado en la película Belleza Americana. Con el criterio de que eso te conduce a la pedofilia no habría lugar a la ficción. Por darte un ejemplo, con Mujeres Asesinas uno estaría entonces diciendo: maten que está buenísimo. En "la nena" de hecho ni siquiera concretaban, era un idilio romántico entre ella que estaba enamorada del papá de su amiga, nunca pasaba nada, era todo fantasía.

Nada, al contrario, la gente lo tomó como un disparate. No tiene ni pies ni cabeza. No se puede magnificar la ficción como que incita a la violencia. Es como coartar una profesión; es un trabajo, un sketch cómico.

Sí, claro. No se puede hacer lo mismo 17 años después, pero se podría buscar otra cosa que funcionara.

A punto de empezar algo para 2018 pero que todavía no lo puedo develar, pronto se van a estar enterando. Ya hace 11 años que estoy en la conducción. Después de Poné a Francella estuve en Franco Buenaventura, No hay 2 sin 3, El ojo cítrico y Coronados de Gloria, estos dos últimos en conducción. Primero fue con Ronnie Arias, después con Luis Rubio y con el Chino Volpato. Luego fueron seis años de Zapping y tres años de Gracias por venir, además de un año de APP con Mariano Peluffo. Así que todo eso es conducción y hoy por hoy, mi carrera apunta a eso, más allá de que diseño y hago mi colección de ropa interior, que amo la moda y amo ser la cara de un montón de campañas. La conducción es a lo que apunto. El único año que no estuve en tele fue cuando nació mi hijo y lo necesitaba. Mateo tiene ya seis años y Rocco tiene dos.

Primero priorizo la familia, la salud y el amor, y después por supuesto cuido mi trabajo y le pongo el alma y el cuerpo. Cuando me embarco en un proyecto y digo que sí me comprometo, le pongo todo.

Sí, a mucha honra. También la de "es una nenaaaaaa", "gracias por venir", "gracias por estar". Hubo muchas frases en mi trabajo y por suerte, eso quiere decir que a la gente le gustaba y que lo seguía.