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A dos años del AUFgate: ¿Qué pasó con Valdez, Del Campo y Alcántara? ¿En qué está la causa?

Archivaron la primera denuncia contra el expresidente de la AUF, la FIFA lo sancionó por un tema ajeno a los cargos de corrupción que le cargaban y desde hace 14 meses descansa en la Justicia uruguaya la última denuncia contra Valdez
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29 de agosto de 2020 a las 05:04

Hace dos años, Wilmar Valdez era el presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), se postulaba a su reelección y tenía como contendientes a Eduardo Abulafia y a Arturo Del Campo. Sin embargo, días antes que se votara, el sábado 28 de julio de 2018, se desató la bomba: el presidente renunciaba a su candidatura aduciendo motivos personales. Días después se sabría que ese jueves 26 recibió al periodista Julio Ríos y a Del Campo, que le presentaron audios que “comprometían un poco su imagen”.

Tras el impacto inicial de la noticia empezaron a conocerse los audios que involucraban a Valdez. Y con ellos, al encargado de grabarlos: Walter Alcántara, un empresario entonces productor ejecutivo de un programa radial y proveedor de la propia AUF desde 2012, bajo el gobierno de Sebastián Bauzá, con su rentadora de autos.

El tema, además de trascender en Uruguay y el mundo a través de los medios, llegó a la Justicia, luego que la Fiscalía General de la Nación decidiera iniciar una investigación de oficio, que concluyó el 21 de diciembre de ese año, archivando el caso porque no encontraron pruebas suficientes.

De todos modos, el contenido de los audios desembocó en que Valdez fuera sancionado por el Tribunal de Ética de la FIFA por “deber de lealtad”, fue suspendido por un año y se le obligó a abonar una multa de US$ 10.000.

En el plano civil, Valdez inició acciones contra Alcántara y Ríos, así como estos lo hicieron contra él. Esas causas siguen en la Justicia.

Por su parte, Del Campo no pudo ser candidato a presidente de la AUF, y un año y medio después lo eligieron nuevamente como mandamás de Danubio, al tiempo que le inició juicio a la Conmebol.

Alcántara, quien grabó los audios de Valdez sin su consentimiento, vive en Ciudad de la Costa y cerró su rentadora.

Finalmente, el caos organizacional de la AUF provocado por las elecciones de 2018, derivó en que la FIFA interviniera la AUF y la forzara a aprobar un nuevo estatuto, que el órgano rector del fútbol impulsaba desde 2011, y que generara un reparto de poder entre el fútbol profesional, el fútbol amateur y los grupos de interés.

A todo esto, una denuncia aún duerme en los tribunales de la Justicia: la que presentaron 14 clubes (ocho de Primera profesional y seis del fútbol amateur) pidiendo investigar a Valdez por buena parte de los hechos de supuesta corrupción que manejaban los audios de Alcántara. Fue presentada por la misma abogada que defendió en su momento al empresario.

Dos años después, ¿qué quedó de toda esa tormenta? ¿Qué consecuencias judiciales y dirigenciales hubo? De eso trata este informe de Referí.

Las grabaciones: las luces de Defensor

En una de la grabaciones, Alcántara hace referencia a que Valdez habría pedido cobrar una supuesta comisión de 10% (US$ 35 mil) a la empresa que ganó la licitación para instalar la nueva red lumínica del Estadio Franzini de Defensor, empresa que era representada por el propio Alcántara. Los fondos para esa obra salieron de un proyecto de FIFA, y Valdez le recomendó a Defensor esa empresa, según declaró Alcántara en Fiscalía.

Esa denuncia nunca avanzó en la Justicia, ya que la coima o cohecho solo se investiga cuando hay funcionarios públicos involucrados. La única figura que podía aplicar sería de estafa, en el caso de que se comprobara que Valdez hubiese engañado a Defensor para aprobar la oferta que él pretendía. Sin embargo, el presidente violeta de entonces, Daniel Jablonka, negó que Valdez hubiese presionado para la decisión de la empresa que eligieron.

Las cámaras

Luego se sumaron más audios entre los que Valdez acusaba al gobierno de interferir en la licitación de las cámaras de identificación facial del Estadio Centenario. Allí el presidente de la AUF hacía referencia a que el gobierno tenía “todo arreglado” con una de las empresas involucradas, y mencionaba a Tabaré Vázquez y a su hijo Javier. Si bien se demostró que el gobierno presionó para que la AUF eligiera a la empresa DDBA a pesar de que era 15% más cara que la que había elegido la AUF, a la postre ganadora, el Ministerio del Interior se defendió diciendo que era  la que mejores resultados había tenido en las pruebas técnicas.

Alcántara entonces, negó tener audios que trataran de eso. El tema pasó a la Junta de Transparencia y Ética Pública, que exoneró de culpa a los jerarcas del Ministerio del Interior.

“La puntita”

En otro de los audios, Valdez le dijo a Alcántara que manejara “solo con él” un proyecto para la remodelación del Estadio Centenario por US$ 250 millones, que el intermediario había presentado en representación de la empresa coreana Hyundai. “(Hablalo) solo conmigo, porque si no el resto de la comisión va a querer una puntita”, le pidió Valdez a Alcántara en un audio que escuchó en 2018 El Observador, en el que también se menciona que hay “tres partes” en ese negocio: ellos dos y un tercer empresario.

“La comisión”, es la que crearon la AUF, la Secretaría Nacional del Deporte, la Intendencia de Montevideo y CAFO para buscar ideas para remodelar el Monumento al Fútbol Mundial de cara al Mundial 2030, en caso de que pudiera llevarse a cabo en Uruguay , y era presidida por Valdez.

Alcántara tenía contacto con tres empresarios griegos quienes finalmente no presentaron nada, y el proyecto naufragó.

A pesar de los audios mencionados, en el último mensaje que Alcántara le envió a Valdez le reprocha que nunca le pudo mostrar el proyecto final del Estadio Centenario. Ese elemento fue determinante en la investigación de FIFA, sobre el caso de corrupción, para exonerar de esos cargos al expresidente de la AUF.

El rol de Del Campo y Ríos

Aquellos movimientos de Alcántara involucraron también a otro de los presidenciables, ya que le había pasado los audios a Arturo Del Campo, a quien conocía del programa Gol al Futuro. A su vez, Del Campo consultó a dos abogados: primero a Juan Andrés Ramírez, y este le recomendó que hablara con un abogado penalista, por lo que recurrió al presidente de Peñarol, Jorge Barrera, quien le dijo que no escuchaba nada delictivo en los audios.

También habló con su amigo, el periodista Julio Ríos y este le aseguró que ya tenía los audios, pero que se los mandara igual, para ver si eran los mismos, mientras que se los hizo escuchar a otro amigo, el presidente de Liverpool, José Luis Palma.

Barrera fue quien le aconsejó a Ríos y a Del Campo que fueran a hablar personalmente con Valdez, lo que finalmente ocurrió y es como da comienzo este informe de Referí, a dos años del AUFgate.

La denuncia por extorsión

Con el avance del expediente en la Justicia, el expresidente de la AUF decidió denunciar a Ríos y a Del Campo como cómplices de una maniobra para lograr su salida, cosa que nunca se comprobó. Valdez presentó una denuncia por violencia privada, pero la Justicia concluyó que no había elementos suficientes. Respecto a los audios de Alcántara, subrayó que grabar audios sin consentimiento no es delito en materia penal, pero sí puede usarse como prueba en materia civil.

Una vez que esto ocurrió, en lo que respecta a lo civil, tanto Ríos como Alcántara citaron a conciliación a Valdez y a su vez, este también inició un juicio en lo civil contra ambos.

Por otro lado, la investigación que realizó la FIFA remite a la resolución de la Fiscalía uruguaya en este punto, y dice: “El Fiscal General descubrió que los Sres. Alcántara, Del Campo, Palma y Ríos estaban potencialmente involucrados en un complot destinado a destituir al Sr. Valdez del poder. Sin embargo, se consideró que la evidencia presentada no era satisfactoria bajo el estándar de prueba aplicable a los procesos penales uruguayos que requieren que los hechos se establezcan “más allá de toda duda razonable”. Por lo tanto, el caso se cerró el 21 de diciembre de 2018 y todos los acusados fueron exonerados del cargo de violencia privada”.

En ese momento, Valdez dijo en Fiscalía: “Si ellos no me mostraban los audios, yo no me bajaba de la candidatura”.

Pulgar para abajo de Conmebol

A los pocos días de todo este escándalo denominado AUFgate, la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), no le otorgó el certificado de idoneidad para poder ser candidatos a presidir la AUF a Del Campo, ni a Eduardo Abulafia. En su momento, a ninguno de los dos el máximo organismo del fútbol continental les explicó por qué no superaron el examen. Debido a esto, Del Campo le inició un juicio a la Conmebol que continúa hasta el día de hoy.

La denuncia de los clubes

Un año después, en junio de 2019, ocho clubes de Primera División Profesional y seis de Primera División Amateur presentaron una denuncia penal contra Valdez. La misma se encuentra desde hace 14 meses en Fiscalía y no hubo audiencia. Los clubes que entonces se encontraban en Primera y firmaron la denuncia fueron Cerro, Danubio, Progreso, Liverpool, Racing, River Plate, Juventud y Cerro Largo, y de la exdivisional C: Miramar, C. A. Artigas, Basáñez, Salus, Potencia y Halcones.

La denuncia se refiere a la supuesta coima por la nueva iluminación de la cancha de Defensor, las cámaras de reconocimiento facial en el Estadio Centenario, y también por haber utilizado US$ 400 mil de la FIFA para construir la cancha de césped sintético de su club, Rentistas. Sobre ese punto, Valdez había dicho que se lo dio a su club porque era uno de los pocos que tenía el campo en su propiedad, y no en concesión, además de que otros clubes en esa situación no habían sido elegibles por su situación económica (Bella Vista, por ejemplo).

El fallo de la fiscal

El dictamen de Fiscalía sobre este caso dice textualmente: “Las conductas llevadas a cabo, no poseen el grado de certeza necesaria para confirmar la sospecha de que la acción de Ríos y Del Campo es plausible de adecuarse al delito de violencia privada, teniendo en cuenta además que este solo es perseguible a título de dolo”.

Y añade: “El delito de violencia privada supone el empleo de violencia o amenazas a los efectos de constreñir la voluntad del sujeto pasivo y obligarlo a hacer algo, para el caso en estudio, renunciar a la candidatura a la presidencia de la AUF”. Para la Justicia, no se puede comprobar que las acciones de Del Campo y Ríos se configuraran en esa conducta.

Pese a decir que no hubo delito, la fiscal Pérez hizo en su dictamen de 16 páginas un detallado relato del “plan orquestado” por los indagados para cumpilr con su objetivo de sacar a Valdez de la AUF. Alcántara reconoció haber grabado encuentros con Valdez desde el año 2016, y ofrecérselos a Del Campo  “para que en la campaña electoral tuviera ‘un as en la manga’, animado por el rencor que sentía porque Valdez no le contestaba ni leía sus mensajes, a pesar de enfermedades familiares y angustias económicas que le relataba”, según declaró.

Respecto al presidente de Liverpool, José Luis Palma concluye que “no se puede determinar con la misma exigencia de los estándares mencionados que hubo un accionar delictivo de parte de este. Es cierto que estuvo involucrado en los hechos desde un inicio, se reunió con Alcántara, mantuvieron distintas charlas sobre los audios y hasta le dio una suma de dinero ($ 10.000) en un contexto de difícil explicación (…), pero no surge que haya prestado su conformidad para que Ríos y Del Campo exhibieran los audios a Valdez”.

El abogado de Valdez

El abogado de Valdez, Mario Moll, explicó a Referí cómo es la situación actual de su defendido luego de dos años de terminadas las indagatorias. “Previo a que se archivara el expediente, la Fiscalía mencionó que había una puesta en escena para desestabilizar a Valdez de sus cargos en FIFA y en la AUF”, indicó Moll a Referí.

A su vez, el profesional se refirió a la denuncia penal de los clubes en contra de su defendido que data de junio de 2019, seis meses después de que fuera sobreseído por la Justicia. “Esa denuncia hace un año y dos meses que está en Fiscalía y no hemos tenido audiencia”, explicó.

Valdez, a su vez, se sometió al Tribunal de Ética de la FIFA, tuvo una audiencia en Zúrich a la que concurrió, “y se concluyó que lo único que había era una falta ética mínima (deber de lealtad) que ese ítem tiene dos años de suspensión y US$ 20.000 de multa. A él le dieron la mitad: un año de suspensión (desde febrero de 2020) y US$ 10.000”, dijo su abogado.

En Zúrich ante la FIFA lo defendió el argentino Ariel Reck, uno de los abogados de Lionel Messi. El abogado tomó el fallo “prácticamente como un éxito total”, y dijo sobre la resolución: “Consideramos que era lo que esperábamos. Sabíamos que había cero corrupción. En los fundamentos y considerandos, la FIFA tiene claro que se le hizo una ‘cama’, una puesta en escena a Valdez, y se manipuló determinada situación para sacarlo de su eje”, sostuvo Moll.

¿Qué es “deber de lealtad”, la razón por la que lo sancionó la FIFA? Moll indica que “los temas asociacionistas o que se refieren a determinados cargos entienden que deben manejarlos en una interna dentro de las personas que están en la AUF o a nivel de FIFA. Lo consideran un ámbito reservado, no secreto, pero de reserva absoluta. En este caso (el tribunal entiende que) Valdez se equivocó porque lo llamó Alcántara y lo grabó, le ofreció un negocio para la AUF y eso, hablar con un tercero, la FIFA lo considera una falta de ética”.

Y agrega: “Esa es la verdadera historia. Después, todo lo que se habló sobre Valdez, a quien se lo puso como el gángster del fútbol uruguayo, que hacía negocios por izquierda, etc., es todo humo. Es la realidad. Es tanto humo que todavía ni siquiera fue citado por Fiscalía. Además, en los fundamentos de la FIFA, expresa que claramente hubo una puesta en escena de determinados actores para perjudicar a Valdez. Lo dice en el fallo. Es sorprendente que eso, que (supuestamente) era una cosa espantosa que había pasado con Valdez, la AUF, la corrupción, es todo humo”.

Según consta en el fallo del tribunal de ética, FIFA no tomó en cuenta las denuncias que realizaron a Valdez en Uruguay, que ya habían sido archivadas por la Justicia, las descartó en los considerandos.

“Valdez es tan honesto intelectualmente, que en el momento que me contrató, me dijo que en esas grabaciones que no decían nada, él estaba violando, sin querer, el Código de Ética y por eso se iba a someter a la FIFA. Él sabía que lo iban a sancionar”, explicó Moll.

Desde el punto de vista civil y penal, el abogado explica que “no hay nada”. Y subrayó: “De todo lo que se habló, de corrupción y de todo lo demás, hay cero prueba contra Valdez”.

Moll sostiene que “a Valdez lo han sometido a una tortura, porque desde el punto de vista social, quedó instalado el tema de que es corrupto”. El profesional subraya que ningún hecho de corrupción contra su defendido quedó probado. A nivel de FIFA “quedó clarísimo que no (hubo corrupción) y puede estar en cualquier cargo (del fútbol) desde febrero de 2021”.

Valdez espera la citación de Fiscalía de Delitos Económicos y Complejos por la denuncia que le hizo un grupo de clubes. “Está esperando que lo citen para ir a declarar y que se termine esto”.

Consultado Moll acerca de por qué su defendido aún no habló públicamente, dijo: “Cuando empezó esto, realmente lo devastó, desde el punto de vista psicológico y familiar. En aquel momento fue como si hubiera caído el presidente de la República. Estuvo muy mal. Primero lo hizo como un mecanismo de defensa interno, y después, los asesores, al no haber hablado al principio, le recomendamos que esperara al final”.

Según su abogado, al expresidente de la AUF el tema lo golpeó profesional y familiarmente. “Fue espantoso. Tiene una familia muy bien conformada, y lo mataron. ‘Te llevaste tanto, te la llevaste de acá o de allá’. Tenía hijos en el colegio… Desde lo profesional, es escribano. ¿Quién te va a contratar como escribano? Sin embargo, la mayoría de la gente lo apoyó. La mayoría de sus colegas, averiguaron antes de ‘matarlo’ públicamente y vieron que no era como se decía. Desde entonces, más o menos la va llevando. Económicamente, fue sensiblemente perjudicado. Perdió dinero y sigue perdiendo porque se sigue hablando de Valdez”.

El expresidente de la AUF, a través de su abogado, pidió audiencia de conciliación para el inicio de acciones civiles contra Julio Ríos y Walter Alcántara.

No obstante ello, Moll le aconsejó al expresidente de la AUF que si este tema tiene punto final, que inicie acciones civiles contra otras personas que lo perjudicaron, más allá de los dos nombrados.

“No nos importa un resultado económico. Está quedando claro que no había nada malo que decir del nombre de Valdez”, concluyó.

La defensora de Alcántara

Silvia Etchebarne tiene una particular participación en el caso. Fue la abogada defensora de Walter Alcántara, cuya denuncia contra Valdez fue archivada por la Justicia; fue la abogada de Ríos en materia civil, y ahora representa a los clubes que impulsaron la denuncia a la Justicia en junio del año pasado.

La abogada dio su versión sobre la actualidad de su defendido. El dictamen de Fiscalía explica que “la conducta de Alcántara resulta exenta de reproche. Si bien su querer se ajusta al resultado final de los hechos, esto es, la renuncia de Valdez a la presidencia (…) luego de enviar los audios no se colectaron evidencias necesarias que indicaran que incidió activamente en la voluntad de Valdez para obligarlo a asumir alguna conducta”.

Tras los episodios de AUFgate, Alcántara se fue a vivir con su familia en las cercanías de Atlántida.

“La sobreexposición no fue buena para él. Se le habían caído un montón de negocios, cerró la rentadora, falleció su padre hace un par de semanas y está tratando de retomar su vida”, explicó Etchebarne a Referí.

Según indicó la abogada, la investigación de Fiscalía “duró 150 días y no se llegó al hueso”. Además, agregó: “Quedaron cosas inconclusas: lo más importante, la licitación de cámaras de identificación facial. Eso motivó una serie de movimientos políticos. A nivel del parlamento se le pidió a la fiscal que remitiera todo el expediente para ver qué habían dicho Valdez y Alcántara, cuáles eran las pruebas. Se había puesto en tela de juicio toda esta licitación y si realmente hubo una incidencia o no del Ministerio del Interior. Eso quedó en nada y creo que merecía una investigación exhaustiva”.

A su vez, sostuvo que “la realidad es que nunca se investigó el contenido de los audios, simplemente se trató de determinar si a Valdez lo habían extorsionado o no, pero nunca se fue al hueso de lo que se decía en los audios que creo que era lo importante. Por eso es que Valdez renunció, porque sintió la presión de lo que había dicho. Renunció un día antes de terminar su mandato, y no fue porque lo presionaron ni porque lo extorsionaron. Él sabía que había dicho cosas graves. Lo que pasa que hasta ahí, él no sabía cuánto lo había grabado Alcántara. Claro, después que escuchó los audios y vio que lo más grave no estaba grabado, empezó a recular, se puso un poco más fuerte, trató de pelear su cargo en la FIFA. Él sabe lo que habló con Alcántara”.

Las denuncias contra Valdez en la Justicia uruguaya fueron archivadas.

Acerca de la resolución del Tribunal de Ética de la FIFA que lo suspendió por un año y lo obligó a pagar US$ 10.000 de multa, Etchebarne indicó: “La FIFA tiene dos ámbitos de acción. Su jurisdicción está dividida en dos grandes organismos: lo que viene a ser la instrucción y luego la penalización. La instrucción es donde declaró Alcántara y se tomó nota de todo lo que decía, que me sorprendió por lo exhaustivo de la investigación. Allí se le imputaban más de 10 cargos a Valdez. Pero claro, a la hora de dar el fallo, ahí sí es dentro del ámbito de la FIFA y allí sí como que se le hizo precio, se le prohibió volver por solo un año y una multa, pero la acusación era mucho más grave. En realidad lo dijo su propio abogado, no lo digo yo. Lo dijo el Dr. Reck, que tenían motivos para estar contentos porque a Valdez se le acusaba de más de 10 cargos”.

De los cargos que se le acusaba a Valdez en FIFA, solo fue sancionado por uno, “deber de lealtad”, que ameritó la sanción que recibió. Los demás, incluidos los de corrupción, fueron archivados por falta de pruebas.

La abogada, que representó a uno de los demandantes contra el expresidente de la AUF, ahora encabeza la denuncia penal de distintos clubes de Primera y Segunda profesional y Primera  amateur, en contra de Valdez. Dicha denuncia fue realizada a fines de junio del año pasado, pero hasta el momento, nadie fue citado a declarar.

“Seguimos sin tener noticia de la denuncia que presentaron los clubes. Está en Fiscalía y lo tiene el Dr. Ricardo Lackner. Yo me comuniqué a fin de año pasado y me había dicho que a principios de este año iba a empezar la instrucción, que era un tema complejo para él. Luego de la feria judicial, podía haber comenzado en febrero, pero con la pandemia, todo se retrasó. Hace 10 días le envié un mail para saber en qué está todo, porque hace más de un año que la presentamos y aún no me contestó. Supimos que tenía prioridad alta en Fiscalía, pero Delitos Económicos y Complejos tiene dos turnos nada más”, explicó Etchebarne.

Respecto al juicio civil que Alcántara le inició a Valdez, tampoco hubo novedades por el momento.

“Queríamos esperar que avanzara un poco más la parte penal (de la denuncia de los clubes hacia el expresidente de la AUF). Si bien no son vinculantes, para nosotros eran muy importantes algunas diligencias que el fiscal iba a llevar adelante. Igual son causas que prescriben con bastante tiempo por delante, pero queríamos que avanzara un poquito más la investigación”, sostuvo la defensora de quien grabó todos los audios que dieron origen a que temas del fútbol ingresaran en la Justicia.

La posición de Del Campo

“Fue un mal momento, que se desenvolvió de un manera que nunca hubiera esperado. Hice lo que había que hacer. Todos los movimientos que hice, hablar con dos abogados, por consejo del segundo, hablé con Valdez y luego hubo que ir a declarar al juzgado”, recordó Del Campo a Referí. Y agregó: “Traté de hacer las cosas de un hombre de bien”.

Con el paso de los meses, Del Campo, quien como se explicó, no pudo presentarse a las elecciones de la AUF debido a que la Conmebol no le dio el certificado de idoneidad, fue electo presidente de Danubio en diciembre pasado.

“En vez de ir al fondo, se quedaron en temas menores como si había o no una coacción y quedó demostrado que no la hubo”, explicó.

El actual presidente danubiano entiende que la AUF debiera ahondar en el tema.

“Me presenté al Tribunal de Ética de la AUF pidiendo que la misma tomara cartas en el asunto y la respuesta fue que no podían hacerlo de oficio y que no había manera de que ellos lo trataran. Estoy tan tranquilo con mi proceder y mi conciencia, que me puse a disposición del Tribunal de Ética, pero no logré que avanzara. El fútbol aún está a tiempo para ahondar en el tema, estudiar bien cuál fue el proceder de cada uno. El fútbol no juzgó este tema. Nunca se fue a fondo”, dijo.

“Nunca salió por mí este tema al aire”, agregó, y dijo que lo manejó “con autoridades de la AUF y con profesionales. Me cuidé de que no trascendiese para no dañar a Valdez porque no sabía si era verdad o no”. 

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