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A nueve meses de su llegada: ¿en qué está la normativa sobre monopatines?
Los monopatines eléctricos desembarcaron en Montevideo hace nueve meses, de la mano de la empresa Grin, que sorprendió con su modalidad disruptiva de dejar los vehículos en diferentes partes de la ciudad. Con los riesgos que cualquier nuevo tipo de movilidad conlleva, el departamento todavía no cuenta con una reglamentación sobre este tema, pese a que la Intendencia de Montevideo (IMM) mandó en abril un proyecto de decreto a la Junta Departamental de Montevideo (JDM).
Según supo El Observador en base a ediles de diferentes partidos, el tema no fue tratado en las bancadas y tampoco en la comisión de Movilidad, paso previo para que se vote en el pleno.
Mientras, los viajes en monopatines siguen creciendo. Grin, por ejemplo, lleva desde el 5 de febrero –cuando anunció su lanzamiento– 214 mil viajes hechos hasta la fecha, según los datos a los que accedió El Observador.
Además de esta empresa, en los meses posteriores llegaron otras como Lime y Movo. Lime lleva 100 mil viajes en monopatín, según los datos aportados a El Observador. En el caso de esta empresa, la fecha de lanzamiento de operaciones fue abril de este año, mientras que Movo lo hizo en junio. Se estima que hay más de 700 monopatines en circulación entre las tres empresas operativas.
En abril la IMM tomó nota de esta nueva modalidad de transporte y, una vez que comenzaron a pulular los monopatines eléctricos, se propuso aprobar una reglamentación para definir las condiciones de circulación de estos vehículos. De esta manera, envió a finales de ese mes un proyecto de decreto a la Junta Departamental para establecer que quienes circulen en monopatín deberán ser mayores de 16 años, contar con casco y vestimenta de alta visibilidad.
Sin embargo, nada de esto se puede controlar hasta que la junta no apruebe la reglamentación. Según afirmaron varios ediles a El Observador, la demora fue por cuestiones de "agenda", vinculadas a la campaña electoral.
En el proyecto de decreto, además, la comuna estableció que estos vehículos no pueden sobrepasar los 25 kilómetros por hora, así como que tienen que circular por la calzada y nunca por la vereda. En tanto, en las calles en las que hay infraestructura prevista para la bicicleta (ciclovías o bicisenda) los monopatines deberán ir por ahí.
La alerta de los expertos
El director general de la Asociación Española de la Carretera, Jacobo Díaz Pineda, aseguró a El Observador que "el problema" con los monopatines no es solo de Montevideo. "Estamos cometiendo un error de incentivar un tipo de modelo sin haber preparado una infraestructura para asegurar su movilidad", afirmó Díaz Pineda, quien visitó Uruguay para participar en una serie de actividades organizadas por la Fundación Gonzalo Rodríguez.
"Estamos poniendo en igualdad de condiciones a usuarios de masas y de velocidades claramente distintas a otras. Estamos convirtiendo en insegura a la acera que, hasta ahora, es la única zona segura de la ciudad. Estamos poniendo a convivir a un patinete de 20 kilómetros por hora con 70 kilos con un vehículo de tonelada y media", señaló.
De esta manera, consideró que es "imposible" que "metiendo ruido en un sistema que de por sí es inestable" se consiga "estabilidad". Además, recomendó ser "muy estrictos" con la normativa vinculada a este tipo de vehículos.
"Queremos ser usuarios de patinetes y bicicletas sin haber invertido ni un euro en la ciudad. Eso, lamentablemente, no hay ninguna ciudad que haya sido capaz de hacerlo", agregó.
Los ejemplos a nivel mundial
Los monopatines eléctricos llegaron a varias ciudades del mundo, desde Tel Aviv hasta Buenos Aires. Sin embargo, la legislación –o su inexistencia– varía en cada caso.
Buenos Aires, el ejemplo más cercano, aprobó en mayo de este año una normativa estricta respecto al uso de monopatines en la ciudad. En varios puntos la reglamentación es similar a la que espera tener Montevideo. Por ejemplo, los porteños prohibieron a los usuarios circular por las veredas y avenidas, ser mayor de 16 años para conducir, usar casco y circular a una velocidad máxima de 25 kilómetros por hora.
En agosto la alcaldesa de la ciudad estadounidense de Atlanta prohibió la circulación de monopatines durante la noche después de que tres usuarios murieran en accidentes de tránsito. Entre mayo y agosto tuvieron lugar tres siniestros, uno que incluyó un ómnibus, otro una camioneta todoterreno y el último a un automóvil.
"Lamentablemente, hemos visto un patrón en las recientes y trágicas muertes con patinetes: todas ocurren al anochecer", dijo en un comunicado la alcaldesa de Atlanta, Keisha Lance Bottoms, al argumentar su decisión, según recogió la agencia AP.
Barcelona, que tiene reglamentado el uso de monopatines, registró un pico de multas a los usuarios de este tipo de vehículos cuando empezó a fiscalizar. Por ejemplo, según un informe del diario El País, el ayuntamiento de Barcelona multó a 1.500 usuarios en menos de un mes, entre agosto y setiembre de este año.
En Montevideo, por el momento, no se registraron accidentes graves que involucren a monopatines. En mayo, sin embargo, un joven fue atropellado por un auto que circulaba por Minas, mientras que el hombre en monopatín –particular y no de una empresa– iba por Constituyente. El joven se fracturó una pierna y sufrió lesiones leves.
El gerente de Grin en Uruguay, Martín Larre, aseguró a El Observador que en los nueve meses de operación "no se registraron eventos de gravedad" que involucraran a monopatines. El empresario agregó que "los usuarios de Grin están asegurados ante la posibilidad de un accidente y el daño que este pueda generar a terceros".
