Acusan a la cementera francesa Lafarge de ayudar al Estado Islámico en el Norte de Irak

De acuerdo con la demanda, “la compañía conspiró para proporcionar apoyo a la campaña de violencia desplegada” por el EI cuando el grupo atacó Sinjar, en el norte de Irak, en 2014, ocasión en la que Murad fue secuestrada y retenida durante tres meses.

Después de escapar y huir a Alemania, Murad se convirtió en una importante activista en la lucha por los derechos de los sobrevivientes de las minorías perseguidas y contra la trata de personas. En 2016, demandó a los comandantes del EI con la ayuda de la abogada de derechos humanos Amal Clooney y dos años después recibió el premio Nobel de la paz.

“Cuando el Estado Islámico atacó Sinjar, mataron a mi familia y me llevaron cautiva, como esclava. Fui explotada y agredida todos los días hasta que escapé. Lafarge ayudó, instigó y conspiró en los actos de terrorismo internacional del grupo y sus intermediarios”, dice Murad.

La demanda, que cuenta con los patrocinios de Clooney, el ex diplomático estadounidense Lee Wolosky y el bufete de abogados neoyorquino Jenner & Bloquear, reclama al gigante global del cemento de origen francés el pago de indemnizaciones a los sobrevivientes y recuerda que la compañía ya admitió en demandas anteriores haberle pagado millones de dólares en efectivo al grupo.

Según la presentación, con el objetivo de poder continuar con sus operaciones comerciales en el norte de Irak, Lafarge incluso colaboró proporcionándole cemento al EI para construir túneles subterráneos y búnkeres, utilizados por el grupo para albergar a sus miembros y retener rehenes, incluidos los yazidíes capturados.

No es la primera vez que la empresa se enfrenta a acusaciones de este tipo. Las familias de soldados y trabajadores humanitarios estadounidenses muertos o heridos por combatientes del EI en Siria y Libia presentaron una demanda similar contra Lafarge en julio pasado, también ante la justicia de Estados Unidos.

La compañía se declaró culpable en octubre último ante otro tribunal estadounidense de haber realizado pagos a grupos designados como terroristas por Washington, incluido EI, para poder seguir sus actividades en Siria, demanda en la que aceptó pagar una indemnización de US$ 778 millones a la víctimas.

"Es impactante que una corporación global líder haya trabajado mano a mano con grupos terroristas, mientras estos mismos grupos ejecutaban a civiles y cometían un genocidio contra los yazidíes", dijo Clooney en un comunicado. "Esperamos que este caso envíe un mensaje claro de que apoyar a los terroristas no puede ser algo normal y que habrá justicia para las víctimas", añadió el abogado.

Siglos de persecución

Durante siglos, los yazidíes han sido perseguidos por sus creencias religiosas por los otomanos, los árabes y, más recientemente, por los grupos terroristas islámicos.

“La nuestra es una antigua religión mesopotámica, conectada con la naturaleza. Rezamos a Tawusî Melek, simbolizado por un pavo real. Por eso, como rezamos a un 'ángel pavo real', se nos ha llamado 'adoradores del diablo'”, explica Wahhab Hassoo, codirector de NL Helpt Yezidis, una organización holandesa que lucha por los derechos de la comunidad.

Los yazidíes, que habitan principalmente en las regiones montañosas del noroeste de Irak, consideran sagrados los valles montañosos de Lalish y Sinjar, pero también moran en partes de los territorios de Turquía, Armenia y Siria.

Cuando el grupo tomó el control de las principales ciudades de Irak en 2014, mató y esclavizó a miles de personas, obligando a muchos a trasladarse a campamentos para refugiados en Siria e Irak. Algunos, los pocos que pudieron hacerlo optaron huir a otras partes del mundo en busca de refugio.

En 2016, la justicia de Estados Unidos determinó que EI y los grupos islámicos relacionados cometieron genocidio contra cristianos, yazidíes y musulmanes chiítas. En el mismo sentido se pronunció en 2021 Naciones Unidas (ONU).

En mayo de ese año, un informe presentado ante el Consejo de Seguridad del organismo, Karim Asad Ahmad Khan, jefe del Equipo de Investigación de la ONU para Promover la Responsabilidad por los Crímenes Cometidos por el Estado Islámico, afirmó que “basándose en investigaciones penales independientes” el comité había “establecido pruebas claras y convincentes de que Estados Islámico cometió genocidio contra los yazidíes”.

Murad asegura que la tragedia y el horror que padeció su comunidad tuvieron lugar bajo la conciencia y el apoyo de corporaciones poderosas como Lafarge.

"Los responsables no han rendido cuentas. Por esa razón me he unido a la demanda presentada por mis compañeros estadounidenses yazidíes. Buscamos justicia y que se sancione a los que como Lafarge tuvieron responsabilidad y permitieron nuestra pesadilla”.

(Con información de agencias)