Opinión > OPINIÓN
Alemania al borde de una recesión
La economía de Alemania creció 0.1 % en el tercer trimestre del año, evitando apenas la recesión, gracias a que el aumento del consumo y las exportaciones ayudaron a compensar la baja en la producción industrial. Pero subsiste el temor que la debilidad de las manufacturas se extienda a los servicios y termine afectando en forma negativa a la confianza de los consumidores.
La baja de la industria fue de un 5.3 % en el pasado mes de octubre en comparación con el mismo mes del año pasado, marcando el descenso más Importante de la última década. La baja del sector, que se arrastra desde hace dos años, podría prolongarse en los próximos meses.
El descenso industrial de octubre se concentró en los bienes de capital. Por el contrario, la producción de bienes intermedios y de consumo registró un resultado al alza.
Pero en los últimos meses, el principal problema de la industria proviene del sector automotriz, afectado por las nuevas reglas sobre la emisión de gases y el desplazamiento a favor de los vehículos eléctricos. Así, en los últimos doce meses, la baja fue de un 14 %.
La industria automotriz ocupa a 830.000 trabajadores en forma directa y a otros dos millones en forma indirecta. En las últimas semanas, el conjunto de las principales empresas del sector ha iniciado el despido de unos 50.000 trabajadores. Las perspectivas del sector son a la baja, con un alto nivel de inventarios sin vender.
En este marco, hay una fuerte presión de un sector de la coalición de gobierno para instrumentar una política fiscal expansiva, en reemplazo de la posición tradicional a favor de un presupuesto equilibrado. También se reclama un aumento del salario mínimo a E 12 la hora.
Los problemas de Alemania son de alto interés para el resto de los países de la Unión Europea, teniendo en cuenta su fuerte incidencia sobre la evolución de la economía comunitaria.
