Cuando Álvaro Villar asumió como director del Hospital Maciel, no hubo lugar para festejos. Su designación estuvo condicionada por la renuncia de Raúl Gabús, el hematólogo que ocupaba el cargo cuando se destapó el caso de dos enfermeros acusados por el asesinato de cientos de pacientes terminales en esa institución y en la Asociación Española.
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