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Amenazó a dos embajadas y un familiar de Bonomi y se atrincheró en su casa

La policía debió desplegar un operativo para detener al hombre, que hirió a dos policías y terminó internado en el Hospital Español
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24 de noviembre de 2018 a las 05:03

Los vecinos lo conocían como “el que vendía porro” en el barrio. Veían al joven de 28 años hacer sus negocios ilícitos todos los días con quienes se acercaban a su casa en el barrio Goes a comprarle marihuana. Lo que no esperaban era que se resistiera a un allanamiento, se atrincherara en un cuarto durante cuatro horas, baleara  a dos policías y generara un operativo en el que trabajó la Guardia Republicana,  la unidad antiterrorista de Inteligencia, el GEO, un negociador del Ministerio del Interior, Policía Científica, efectivos en helicóptero y un drone.

Sobre la hora 8.30, la policía golpeó la puerta de quienes viven en Concepción Arenal y Ramón del Valle Inclán y les pidió que no salieran de sus casas porque se iba a realizar un operativo. El objetivo era allanar la casa para detener al hombre por haber amenazado a las embajadas de Gran Bretaña y de Argentina, así como a la nieta del ministro del Interior, Eduardo Bonomi, según indicó en un comunicado de la Unidad de Comunicación del Ministerio del Interior.

La investigación estaba a cargo del fiscal de Flagrancia de 6° Turno, Pablo Rivas, junto con la Dirección Nacional de Inteligencia, que buscaba incautar los equipos electrónicos desde los que escribió las amenazas. Cuando los policías entraron a la casa, el operativo inicial cambió rotundamente. Tres efectivos se encontraron en un pasillo con el hombre que les disparó con una escopeta e hirió a uno, quien fue trasladado al Hospital Policial y no está grave. Además, logró hacerse del arma del efectivo herido.

Luego de esos disparos, los policías debieron retirarse de la casa y pedir refuerzos a la Republicana y GEO. Al poco tiempo llegó un negociador del Ministerio del Interior para convencerlo de que se entregara.

El hombre se recluyó en un cuarto y, de tanto en tanto, se escucharon tiros desde dentro de la casa. “Sabemos que está lastimado. Queremos dialogar. Le pedimos que salga”, le decía el negociador por un megáfono.

Durante el operativo también se le anunció por altoparlante que iban a dispararle a la puerta de su casa. Así lo hicieron varias veces, pero seguían sin poder entrar.
Un vecino que no estaba enterado de lo sucedido quiso salir a sacar la basura y la policía tuvo que rodearlo por los disparos. Mientras tanto, otros policías ampliaban el perímetro en el que estaban trabajando e impedían a quienes circulaban pasar por la zona. Unas dos manzanas estaban bloqueadas por cintas amarillas y patrulleros.

Si bien la tensión era evidente, varias personas curiosas se acercaron a la zona. Hasta que después de un disparo, el ambiente se volvió más tenso. “Hirieron a un policía. Acabo de verlo. Lo hirieron”, gritó un hombre que observaba lo que sucedía a una cuadra de distancia. “¡Se retiran todos! Se van”, ordenó un policía. Las sirenas de una ambulancia que se acercó a la casa confirmaron que otro policía había sido baleado. Horas más tarde, el Ministerio del Interior informó que, al igual que su compañero, está fuera de peligro.

El perímetro de trabajo aumentó aun más. Una camioneta del GEO subía y bajaba de la vereda donde está la casa. Los tiros de la policía iban hacia la puerta. La policía ordenó a los curiosos despejar completamente la zona. La tensión iba en aumento.

Hasta que sobre la hora 12:30 lograron entrar. Desde la calle Carlos Reyles se podía ver cómo cuatro policías sacaban al hombre agarrado de los brazos y las piernas y lo subían a una ambulancia. El Ministerio del Interior confirmó que estaba herido y que fue trasladado al Hospital Español con custodia policial. No está grave y apenas le den el alta médica será conducido ante la Justicia. Una vez que pudieron detener al hombre comenzó el trabajo de Policía Científica y los efectivos de la Republicana empezaron a retirarse de a poco.

El fusil 

Según dijo una fuente de la investigación a El Observador, el hombre llamó el pasado 21 de noviembre a la embajada de Argentina en la madrugada y dijo conocer la ubicación de una bomba ubicada en algún punto del país, al tiempo que pidió, a cambio de dar esa información, que le enviaran un fusil a su vivienda de la calle Ramón del Valle Inclán y Concepción Arenal. Además, en el mensaje que quedó grabado en una contestadora dijo que el presidente argentino, Mauricio Macri, debía morir. Más tarde llamó a la embajada de Gran Bretaña y se refirió al conflicto por las Malvinas. Dijo que si no le mandaban un fusil los uruguayos se mantendrían neutrales en el conflicto entre ambos países. “Tal vez podríamos hacer una unión”, sugirió el hombre.  

Otra amenaza por la que fue denunciado apuntaba contra la nieta del ministro del Interior, Eduardo Bonomi. Según contaron fuentes de la investigación, el hombre publicó una foto de la hija del jerarca, junto a su marido y la menor, junto al mensaje: “Cuiden a la niña”.

En la mira
El hombre escribió varios mensajes en Facebook sobre el G20, que tendrá lugar el próximo 30 de noviembre y 1° de diciembre en Buenos Aires. Además, señaló su apoyo a grupos yihadistas. 

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