"El supergás es un combustible muy subsidiado por ANCAP. Se reconoce su uso para servicios básicos de cocción y de
. Por ello se ampliarán y revisarán mecanismos para asegurar que se continúe realizando un subsidio social", dice la paramétrica que el ente publicó en su sitio web.
Según ANCAP, la suba se justifica por la evolución de dos variables macroeconómicas que determinan la estructura de costos: el crudo Brent y el tipo de cambio. La paramétrica es la relación que existe entre las tarifas y estas dos variables que son las de mayor incidencia en la estructura de costos. Si
alguno de estos parámetros cambia, también cambiarán las tarifas, tanto a la suba como a la
baja. Sin embargo, quedan excluidos los ajustes que se deban a otro tipo de variables, por ejemplo las relacionadas con la gestión.
El crudo de Brent y el tipo de cambio "se encarecieron en aproximadamente un 35% respecto a las premisas utilizadas para el último ajuste realizado a mitad de 2017. Se busca así garantizar la sustentabilidad de las finanzas para que ANCAP sea cada vez más competitiva", informó la empresa a través de un comunicado de prensa. Para el 2018, ANCAP proyectó un barril de crudo a US$ 63 y un tipo de cambio a $ 30,5, en promedio en ambos casos.
En función a esta paramétrica se fijaron los precios de 2018 en $ 50,5 el litro de nafta Súper y $ 40,4 el litro de gasoil. En junio de 2018 se corregirá la proyección para el año basándose en los valores reales del primer semestre más los valores esperados para el segundo. "Si se mantienen las proyecciones, el ajuste será del 0%", detalla el comunicado.
Al fijar esta paramétrica, el ente se compromete a reducir costos estructurales en US$ 25 millones anuales respecto a 2016, ya que no es comparable con 2017 por haber sido un año atípico, marcado por el paro técnico. Con estas nuevas tarifas, ANCAP buscar mejorar las brechas frente a los precios internacionales de mercado, que "determinan la
competitividad", indica.
"En el caso del gasoil la brecha era significativa y es por ese motivo que se volcó un mayor aumento sobre las naftas", agrega.
Política equivocada
Labat reconoció que si bien ANCAP tenía "elementos" para ajustar las tarifas de los combustibles por la suba del crudo de los últimos meses, cuestionó que desde el gobierno se mantenga una política de utilizar las tarifas públicas para paliar el deterioro del déficit fiscal. "Con este ajuste seguimos manteniendo el rezago del 30% en las tarifas de los combustibles respecto a la región", aseguró.
Esto porque la mejora de los US$ 25 millones que prevé el ente, ya está incorporada en las tarifas que se definieron para el periodo enero-junio 2018 en un principio.
Uno de los elementos donde Labat considera que el Ejecutivo pudo enviar una señal fue en la ajuste sobre el Impuesto Específico Interno (Imesi) que se aplicará sobre ese impuesto en enero una vez que se conozca el dato de inflación de 2017. En la paramétrica que definió el aumento de 9,8% de las naftas se contempla una suba de ese impuesto del orden del 6%.
Según Labat, como consecuencia de un aumento en el volumen de ventas de gasolinas del orden del 4% este año, y la baja del tipo de cambio, el Poder Ejecutivo recaudó este año unos US$ 100 por encima del año pasado. "El 2017 va andar muy cerca de los US$ 600 millones", proyectó.
Actualmente, por cada litro de nafta Súper 95 que cuesta $ 45,9, por Imesi se recaudan $ 20,50 lo que equivale al 45% de su precio de venta al público.