Andrés Lima: "El FA no tuvo autocrítica; no escuché decir 'nos equivocamos' en seguridad"

Aunque ahora es uno de los únicos tres intendentes que tendrá el Frente Amplio en todo el país y habla de "resistencia", no ve al gobierno nacional como un enemigo al que enfrentar sino a un "aliado". Cree que si hay "25 diferencias y dos coincidencias", hay que enfocarse en trabajar juntos para lograr que esas "dos coincidencias" redunden en mejoras para el departamento. 

Además, Lima cree que los magros resultados del Frente Amplio en las últimas elecciones nacionales y departamentales se deben a que la fuerza "no supo estar a la altura" y le faltó lograr un "cambio cultural" en algunos lugares. Entiende que la izquierda no respondió al reclamo de la gente por la inseguridad y no encontró ninguna propuesta del anterior gobierno nacional en ese sentido. En cambio, destacó que desde su gestión en Salto se instaló una sede permanente de la Guardia Republicana y se le explicó a los vecinos que había cosas que "excedían" a la administración departamental.

Con una votación que viene creciendo elección tras elección, Lima ahora quiere extender sus horizontes. Dice que ya cumplió con todos sus objetivos políticos departamentales (fue edil, diputado y dos veces intendente) y cree que es hora de "cruzar el río Daymán" aunque aclara que el "tiempo dirá" si llega " a Chapicuy (Paysandú), Río Negro o Montevideo". Eso sí: asegura que hay que saber "quemar etapas" y "no apurarse" para llegar preparado a los cargos que busca ocupar "en el tiempo justo". 

A continuación, un resumen de la entrevista que mantuvo con El Observador.

¿Cómo vivió el triunfo de este domingo? ¿Esperaba los resultados con los que finalmente se encontró?

Por un lado teníamos unas encuestadoras nacionales y locales que nos daban un escenario parejo con el Partido Nacional y, a su vez, en los últimos 15 días hicimos tres encuestas internas porque teníamos la experiencia de lo que le pasó a (Ramón) Fonticiella (exintendente de Salto) en el 2010, que venía ganando por lejos y en los últimos 15 días hubo un corrimiento de los blancos hacia el Partido Colorado y terminó ganando (Germán) Coutinho. Como no queríamos que se diera el mismo proceso pero a la inversa, que colorados votaran a Albisu, hicimos tres encuestas. Y las tres encuestas que hicimos nos daban con dos puntos arriba del Partido Nacional. Esos últimos 15 días fueron clave. 

Fue intendente de Salto con el apoyo del gobierno nacional, que también era del FA. Ahora cambió el panorama y gobiernan los blancos. También cambió el contexto departamental: ahora el Partido Nacional es el mayor opositor que va a tener. ¿Eso le presentará alguna dificultad a su nueva gestión?

Estamos confiados en el buen relacionamiento con el gobierno nacional. También hemos recibido algunas señales en estos meses de que se puede trabajar en conjunto más allá del color. Tenemos cinco años para trabajar. Después, cuando llegue el tiempo electoral, cada uno va a arrimar agua para su molino. Creo que somos aliados con el gobierno para impulsar propuestas para el departamento. Yo no me voy a pelear. ¿Qué gano? ¿Qué gana Salto, que es lo más importante? ¿Salto para qué quiere un intendente que se pelee con el presidente? No tiene sentido. Hay que ser prácticos y salir a buscar soluciones. Y si las soluciones pasan por sentarse a hablar con el gobierno nacional, ningún problema. Que se peleen otros, yo no.

Agustín Herrero

Este domingo, luego de declararse ganador, dijo que va a "resistir a una andanada del gobierno nacional por una serie de recortes", entre otras cosas. ¿Esa idea no se contradice con esta visión de diálogo que usted plantea?

Que defiendas tus ideas no significa que te vayas a pelear. Que no esté de acuerdo con algunas medidas que tomó el gobierno nacional no quiere decir que no vayamos a tener diálogo o vínculo. Si pensáramos así, no tendría que hablar con la mitad del país. Si tenemos 25 diferencias y dos coincidencias, trabajemos en las dos coincidencias. Lo otro hay que dejarlo de lado. La resistencia no pasa por subirme a una tribuna a gritar o incitar a la violencia. 

Usted integró el Partido Demócrata Cristiano y luego se desvinculó. Después tuvo el apoyo de la 711, del Partido Comunista. Ahora no está vinculado a ningún sector dentro del FA. ¿Por qué no quiere estar en una agrupación nacional?

De esa forma nos hemos sentido independientes, no hemos tenido que supeditar intereses locales a otros intereses de carácter nacional. Siempre hemos defendido lo nuestro. A veces las estructuras más grandes priorizan otros intereses. Nosotros, desde lo departamental, en el Frente Amplio y con una visión cristiana, hemos priorizado Salto. 

¿Cree que perdía la elección si blancos y colorados votaban juntos?

Sí, ganaba la coalición. Hubiese sido otro escenario también. Pero por supuesto muy distinto a este que vivimos. Durante toda la campaña el Partido Nacional y el Partido Colorado en Salto plantearon una discusión pública que estuvo instalada. Se olvidaron un poco del Frente Amplio, no nos pegaron prácticamente. Nos dejaron trabajar tranquilos, libres. Se pegaban entre ellos. En Salto no salió la coalición multicolor y ese era el principal elemento que nos daba la seguridad de que íbamos a estar definiendo la elección con chances.

Agustín Herrero

"Nos dejaron trabajar tranquilos, libres. Se pegaban entre ellos. En Salto no salió la coalición multicolor y ese era el principal elemento que nos daba la seguridad de que íbamos a estar definiendo la elección con chances".

Usted es uno de los tres intendentes que ahora tendrá el FA a nivel nacional. ¿Qué análisis hace del retroceso de su fuerza política en varios departamentos y también alcaldías consideradas bastiones, como Piriápolis o San Carlos?

Creo que faltó el cambio cultural. Es decir, que mejores las condiciones de vida de una ciudad no garantiza tener el respaldo electoral. Yo puedo colocar vitumen, hacer cordón cuneta, colocar iluminación led, colocar contenedores, pero eso no me garantiza que los vecinos que viven en esa cuadra me voten. Por eso siempre hemos entendido que el cambio tiene que ir acompañado de un cambio cultural. Lograr que el ciudadano reconozca que eso que hizo no es producto del azar sino que hay una decisión de un gobierno, que los pocos recursos que tiene los destina a esas obras determinadas.

¿Usted logró eso? ¿Cómo?

A través de un gobierno de cercanía, concientizando. Hablando con la gente. El trabajo político del día a día. No alcanza comunicándolo a través de las redes sociales o la radio. Creo que esa es la debilidad que tiene el Frente y que hace que tengamos estos resultados.

Pero además de esta falta de "cambio cultural" que usted percibe, ¿no cree que también hubo problemas de gestión?

Sí. Creo que uno de los puntos fuertes que nos llevó a la derrota a nivel nacional fue el tema de la seguridad. Y también creo que el Frente no tuvo autocrítica. Yo no escuché a nadie del (anterior) gobierno decir: "Nos hemos equivocado" en el tema de la seguridad, "no hemos podido dar respuestas". Una de las razones que nos llevaron a perder fue la falta de autocrítica en el ejercicio del gobierno y no tener los oídos atentos a los reclamos de la población. El Frente Amplio no supo estar a la altura. ¿Por qué en el gobierno departamental en Salto nos propusimos traer la sede permanente de la Guardia Republicana? Porque era un déficit de gestión, porque en cada reunión a la que íbamos terminábamos hablando de la inseguridad. Y cómo veíamos que no había respuestas concretas del gobierno, planteamos una sede permanente de la Guardia Republicana en Salto. Vino un helicóptero, el sistema PADO, grupos de élite. Los vecinos vieron que la intendencia intentó resolver algunos temas que excedían su competencia. Eso es saber escuchar a la población. 

Carolina Cosse, intendenta electa de Montevideo, fue precandidata a la Presidencia, Yamandú Orsi, de Canelones se proyecta como el próximo candidato, ¿y usted? ¿Se ve con proyección nacional?

El tiempo lo va a decir. Ahora hay que concentrarse en la intendencia, también sabiendo que hay etapas que llegan a su fin. Y bueno, hace 20 años que participo de la vida política en Salto, como edil, como presidente de la Junta Departamental, como diputado, como intendente, como intendente reelecto. En Salto ya no hay desafíos nuevos. El mayor desafío que teníamos era obtener la reelección y la obtuvimos. Sí nos gustaría en algún momento exceder los límites del departamento de Salto. Plantearnos hacer alguna cosa fuera del departamento. Si llegamos a Chapicuy (Paysandú), o a Río Negro o a Montevideo, lo va a decir el tiempo. Tengo 46 años, por delante hay tiempo. La clave es no apurarse, ir quemando etapas, prepararse, llegar en el momento justo. Pero sí tenemos intenciones de cruzar el río Daymán. Sin descuidar el gobierno y sin descuidar la gestión en Salto.