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Ante medida de estaciones de servicio, los turistas se vuelcan al débito y a otras tarjetas

Debido al rechazo del crédito, las operaciones con Visa se redujeron casi 40% en algunos establecimientos
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08 de enero de 2018 a las 05:00
"No, pará! ¡Aceptan Visa débito!", gritó una ciudadana argentina antes de subir a un auto uruguayo en la estación Ancap ubicada en la parada 16 de Punta del Este. Unos segundos antes, tras haber llenado el tanque de nafta, la señora le había preguntado a uno de los trabajadores qué medios de pago aceptaban, pero las reglas no le habían quedado del todo claras. Entonces sacó un fajo con una decena de tarjetas, y revisó una por una hasta encontrar el plástico adecuado.

Las preguntas se sucedieron durante la última semana en muchas de las estaciones de servicio de Punta del Este, que desde el pasado miércoles 3 de enero, dejaron de aceptar las tarjetas de crédito Visa y Oca, en protesta por los altos aranceles que cobran las empresas por cada transacción. Se trata, según empresarios del rubro, de las dos empresas que acaparan más del 80% de las operaciones realizadas con tarjetas.

El Observador accedió a las facturas de Visa de una estación de Punta del Este, que constatan una reducción de 37% en el monto abonado a la emisora de las tarjetas entre el 1 de enero (sin la medida) y el 3 de enero (con la medida).


El primer día del año la estación ingresó –por medio de tarjetas de esa compañía– un total bruto de $ 569.887. Restándole los aranceles (de 1,25% en el caso del crédito y 1,10% para el débito) lo que le quedó a la estación fueron $ 554.356. Es decir, Visa obtuvo $ 15.531.

A los dos días, ya con la medida en vigencia, a la estación ingresaron $ 371.205 pagados tarjetas de crédito de Visa, de los cuales $ 9.780 fueron a parar a la compañía internacional. Los pagos con débito de esa tarjeta, en tanto, aumentaron 18% de un día al otro.

Según los encargados de las estaciones consultados por El Observador, las dos tarjetas rechazadas fueron sustituidas, en su mayoría, por el débito u otras tarjetas internacionales. Consultados acerca de si pasó a haber mayor circulación de efectivo, respondieron que hay un "efecto residual" y un "leve" aumento del pago con billetes.

Enfrentados

A las autoridades del Ministerio de Turismo y la Intendencia de Maldonado no les cayó nada bien la medida y salieron públicamente a criticar a los estacioneros. La ministra de Turismo, Liliam Kechichián, dijo en radio Monte Carlo que quedó "sorprendida y dolorida" por la decisión, y que, a su entender, "es un daño para el turismo".

En tanto, el director de Turismo de la comuna, Luis Borsari, describió la situación como "un lío de la masita". Si bien reconoció que la temporada es el momento en que los estacioneros "pueden hacer más presión", reprochó la medida por inoportuna. "Pueden tener toda la razón del mundo, y creo que la tienen, pero no es el momento adecuado. Estamos todos remando y sacrificando cosas", dijo Borsari a El Observador.

En la vereda de enfrente, los estacioneros sostienen que la medida es mucho más leve que la adoptada en la anterior temporada (cuando se dejó de aceptar medios de pago electrónicos durante el día), y que casi no afecta a los turistas, dado que –según afirman– suelen manejar más de una tarjeta. "No hubo problemas y la gente está usando otras tarjetas", contó Pablo, encargado de una estación enfrente al Punta Shopping, mientras llevaba el vuelto en efectivo a un grupo de argentinas. En tanto, el dueño de la Petrobras de Avenida Roosevelt y Chiossi, Nicolás Pasaretta, dijo que "el de acá entiende, y el que viene de afuera siempre tiene otras formas de pagar".

Pasaretta explicó que dejaron de operar con "las dos tarjetas que representan más costos, ya sea por la cantidad de transacciones y porque son las que cobran más aranceles". Según agregó, el costo de los aranceles "se lleva el 50%" de la ganancia bruta. "Con el otro 50% tenemos que pagar el agua, la luz, el teléfono y ver qué queda", aseguró. Si bien los aranceles vienen con una tendencia a la baja, y las estaciones pagan porcentajes más pequeños que el resto de los comercios, a los empresarios del sector no les es suficiente. "Lo que pasa es que cuando vos tenés un precio que es regulado (como ocurre con los combustibles), y no podés ni aumentarlo ni bajarlo ni correrlo para un costado, el margen está dentro de un paralelo que no se puede tocar, y cada vez se achica más", señaló Pasaretta.

Sí, acepto

En la estación Axxion, en el semáforo de la parada 25, un grupo de trabajadores repara los focos de iluminación de un cartel publicitario, dañado por el último temporal que pasó por el balneario. En letras grandes y blancas, sobre un fondo azul, se lee: "Visa, número 1 en el mundo". Justamente allí, todas las tarjetas son bienvenidas, transformando a la estación en uno de los pocos lugares del balneario en que las tarjetas de crédito Visa y Oca permiten llenar el tanque. "Todos vienen acá recontentos y agradecidos", dijo a El Observador uno de los pisteros, mientras varios autos hacían fila para pasar por uno de los puestos de recarga de combustible.

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