Ante planteos de Uruguay, Brasil propuso nueva declaración en el "retiro", pero sigue siendo inaceptable para Lacalle Pou

El nuevo texto mantiene puntos que Uruguay rechaza y que había omitido en su planteo. Por ejemplo, menciona a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) –de la que Lacalle Pou se retiró en marzo de 2020 cuando asumió–, el objetivo de "proyectar la voz de la región en el mundo multipolar" –el multipolarismo es una hipótesis que Uruguay considera imprudente validar– y la decisión de establecer un Grupo de Alto Nivel o Grupo de Contacto con representantes personales de los presidentes o cancilleres –cuando Uruguay solo quería una reunión anual de los presidentes–.

Antes del encuentro de este martes, Lacalle Pou ya había decidido no firmar ninguna declaración que luciera como el primer borrador que recorrió las cancillerías la semana pasada.

En la previa, a la oposición uruguaya se sumaban–por diversos motivos– al menos cuatro estados, según supo El Observador. Ecuador y Perú habían expresado su negativa. Paraguay y Chile también estaban renuentes. Este último, aunque ideológicamente cercano al PT de Lula, ha mostrado una izquierda más moderna y duramente crítica con Maduro en Venezuela.

Refundación de la Unasur

Fuentes oficiales habían dicho a El Observador que Uruguay tendría una posición "muy firme" en no aceptar "enredos" relacionados a la refundación de la Unasur. El presidente uruguayo entiende que plataformas como Unasur responden a simpatías ideológicas entre los mandatarios que coinciden en un período, lo que "ayuda a la política a largo plazo".

"No ha cambiado mi opinión respecto a la Unasur. Es muy difícil tener procesos a largo o mediano plazo si el sustento es ideológico", dijo en mayo en una entrevista a un periodista del diario El Mundo que publicó El País.

"Cuando hay coincidencia política entre algunos presidentes, sale la Unasur. Coincidencia política entre otros presidentes: sale Prosur", sostuvo Lacalle Pou. "No ayuda a la política a largo plazo la proliferación de esos organismos políticos".

Voz en un mundo multipolar

El punto de ser "proyectar la voz de la región en el mundo multipolar", que se mantiene en esta segunda versión, sigue molestando particularmente al gobierno uruguayo. 

La mención a este tipo de sistema, según el cual existen múltiples centros de poder (militar, político y económico) a nivel internacional, coincide directamente con la retórica que el presidente ruso Vladimir Putin ha utilizado en el concierto internacional y, en menor medida, a China para menoscabar el rol y la influencia de Estados Unidos. 

Este punto no es menor considerando el coqueteo de Lula con Rusia, promocionado por su asesor Celso Amorin, que llevó a que Brasil cometiera un exabrupto internacional al validar y replicar la narrativa rusa de que Ucrania es tan responsable del conflicto actual como Rusia. Ese gesto de cercanía y la visita a Moscú le valió a Brasilia tener que recibir, tan solo días después, la incómoda visita del canciller ruso Serguei Lavrov,  que en su gira americana también incluía otros destinos como Venezuela, Cuba y Nicaragua. En la capital brasileña Lavrov molestó con la frase “Brasil y Rusia tienen prácticamente la misma visión internacional”. 

Grupo de alto nivel

Con el objetivo de refundar la institucionalidad sudamericana, Brasil propuso crear un "Grupo de Alto Nivel" integrado por “representantes personales” de los presidentes con un mandato para examinar aspectos vinculados a la integración y establecer una “hoja de ruta” en un plazo no mayor a 120 días. Es decir, antes de que se celebren las elecciones en Argentina, que presumiblemente provocarán un cambio de signo político en el gobierno de ese país.

En algunas cancillerías llamó la atención que los mandatarios tuvieran que nombrar representantes personales, cuando ese el rol de los cancilleres. En la nueva versión del documento, a la que accedió El Observador, se abre la alternativa a que se llama "Grupo de Contacto" y a que esté "encabezado por los Cancilleres".

Sin embargo, el planteo de Uruguay iba por otro lado y buscaba apenas un encuentro anual, no un grupo. El texto del gobierno de Lacalle Pou sugería "promover, desde ahora, iniciativas de cooperación suramericana como la presente, en las áreas de salud, agricultura familiar, medio ambiente, infraestructura, energía, transformación digital, defensa y seguridad; y reunirse anualmente los Presidentes, en fecha y lugar a ser determinados en cada oportunidad".