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Argentina también apuesta a China para poder vacunar en febrero, aunque tiene una diferencia con Uruguay
Alberto Fernández lo tiene claro: las más de 19 millones de Sputnik compradas a Rusia no son suficientes para la población que pretende inmunizar (23 o 24 millones de habitantes) contra el coronavirus y su demora es un problema. Desde el gobierno argentino pretenden, entonces, afinar detalles y concretar otro acuerdo para incorporar un millón de dosis más, provenientes de China, que llegarían al Aeropuerto de Ezeiza en febrero.
Según informaron desde el oficialismo a Clarín, el primer lote llegaría a mediados de este mes, por lo que el presidente argentino Fernández y el mandatario chino, Xi Jinping, harían público el trato en los próximos días. Este sería un primer envío de un acuerdo por varios millones de dosis de la vacuna de Sinopharm, que también requiere de una primera y una segunda dosis.
Sinopharm es un laboratorio estatal chino, a diferencia de Sinovac, la empresa por la cual apostó Uruguay, que es privada. De todos modos, Uruguay apostó a la relación bilateral con China para encausar la negociación por sus vacunas.
La entrega inicial, que correspondería al primer adelanto del acuerdo que sellaron Fernández y Xi Jinping, se concretaría a mediados de febrero, en momentos donde Argentina sufre las demoras en la entrega de la vacuna rusa, de la que esperaba cerca de 20 millones de dosis entre enero y febrero.
La viceministra de Salud argentina, Carla Vizzotti, descartó este martes que el acuerdo entre las naciones se haya concretado, aunque reconoció que su país "está negociando con los laboratorios de China" y con todos los productores de vacunas. Sin embargo, desde el propio gobierno informaron al citado medio que la compra de las Sinopharm, que cuestan el doble (US$ 30) que las rusas, ya es un hecho.
En plena urgencia por entregas tardías, las autoridades también aguardaban con grandes ansías la entrega de AstraZeneca, firma que ya prometió sus fármacos para marzo y abril. El objetivo del gobierno es, en principio, vacunar a 23 o 24 millones habitantes para mitad de año, por lo que debería hacerse de unas 50 millones de dosis.
