La Dirección Nacional de Recursos Acuáticos (Dinara) emitió una resolución que declara abierta la temporada de pesca de camarón (Paneus paulensis) a partir de este miércoles 22 de marzo, estableciendo un conjunto de exigencias para los pescadores, entre ellas una clave: un peso mínimo de ocho gramos en la pieza para que pueda ser capturada.
La decisión de apertura de la temporada es consecuencia de continuados estudios biológicos en la laguna de Castillos-Arroyo Valizas, que determinan que en general la población de camarón alcanzó el peso de captura permitido para esta zafra.
Las lagunas de Garzón, Rocha y José Ignacio permanecieron cerradas, sin acceso de poslarvas de la especie, por lo tanto ahí no habrá pesca en la zafra de 2023.
Jaime Coronel, director de la Dinara, explicó a El Observador que este año, con base en el déficit hídrico y altas temperaturas que se han expresado durante los últimos meses, hay menores volúmenes de agua donde los camarones viven, por lo tanto una alta densidad de población, una menor disponibilidad de nutrientes y episodios de canibalismo derivados de ese menor acceso al alimento.
Todo eso ambientó un escenario de inhibición del crecimiento.
Si bien se fue esperando desde hace más de un mes a que el tamaño del camarón sea el adecuado (10 gramos), y aunque hay una estimación de que eso se alcanzaría a mitad de abril (con base en las proyecciones), para quedar a resguardo de algún imprevisto en la naturaleza que ambiente una mortandad que disminuya la población, que además este año está en solo una de las lagunas donde habitualmente es pescado, se optó por habilitar la captura.
Se buscó, además, cubrir la gran necesidad en mucha gente por comenzar con la pesca.
Coronel señaló que la pesca del camarón es una actividad productiva muy relevante para muchas familias. Hay unos 150 permisarios. Teniendo en cuenta que en cada caso hay en general una o dos personas en el manejo de las trampas y otras ocupaciones se puede hablar de unas 300 a 400 personas por zafra.
Estimaciones del sector señalan que para muchos de los pescadores lo que obtienen en la zafra del camarón representa incluso más de la necesidad de ingresos anuales que tienen.
La Dinara, dirección del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), estableció cuáles son las especies acuáticas que en caso de ser retenidas incidentalmente deberán ser liberadas vivas: juveniles de peces y crustáceos y hembras ovígeras (con esponja) de cangrejo azul y sirí.
Las exigencias responden al objetivo de ordenar la pesquería y evitar la pesca indiscriminada.
El señalado peso mínimo, ocho gramos, corresponde para camarones frescos que sean capturados, transportados y comercializados.
No se aceptará la captura incidental, en las trampas, de más de un 25% de ejemplares por debajo de ese peso.
A continuación, el documento divulgado por la Dinara donde se detallan otras exigencias, por ejemplo con relación a las trampas de pesca, vagas, mallas y/o carapachos.
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