El equipo de Medicina Intensiva del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH), difundió un documento sobre la evolución de la capacidad en CTI en la pandemia en el que se incluye la propuesta de monitorear la situación utilizando una escala de colores verde, amarillo, anaranjado y rojo.
En el informe, con fecha 15 de enero, los intensivistas Arturo Briva y Javier Hurtado, el nefrólogo Oscar Noboa y la nurse intensivista Gabriela Méndez remarcan la necesidad de "establecer una estructura" que reúna información actualizada sobre la situación de las salas de cuidados intensivos para "adecuar la respuesta con carácter general y regional" basándose en variables específicas que eviten demoras en la toma de decisiones.
Los integrantes del GACH reclaman que no se realicen evaluaciones "en un único promedio" nacional porque eso será "poco sensible a los cambios regionales", por lo que insisten en hacer un seguimiento por departamento en cuanto a la capacidad asistencial.
Para realizar este seguimiento proponen utilizar una de las recomendaciones de la Sociedad Europea de Medicina Intensiva, con un sistema que medirá variables que acercan o alejan a cada institución de la escala de colores entre verde, amarillo y rojo, como había informado El Observador.
Una de las variables es la ocupación de camas en CTI, discriminando la cantidad total y los pacientes internados por covid-19. Si el porcentaje de camas ocupadas se ubica entre el 51% y 70%, se coloca en color amarillo, entre 71% y 85% es anaranjado y más de 85% implica la saturación. En esta variable también se incluye la capacidad de incluir camas extra.
La siguiente variable que se analiza es la disponibilidad de recursos humanos, que incluye la cantidad de profesionales en cuarentena por covid-19, los recursos humanos extra y la capacidad de asistencia nefrológica en CTI.
En cuanto a la última variable, la gestión de otros recursos, se incluye el stock de equipos de protección personal, la disponibilidad de resultados de tests de covid-19 en menos de 24 horas y el traslado entre prestadores en caso de saturación.
Agregan que la presencia de un indicador en amarillo señala el comienzo de un plan de contingencia y el rojo demanda una alerta del sistema para buscar opciones locales o regionales de respuesta.
En este sentido, insisten en no medir la capacidad de asistencia a los pacientes graves solo en la cantidad de camas disponibles, e incluir el espacio físico adecuado, la incorporación de tecnología -monitores y respiradores- y los recursos humanos especializados. Los profesionales remarcan que si cualquiera de esas variables no se encuentra disponible, "no es posible establecer esa asistencia como 'cama de CTI disponible'".
Debido a la " escasez crónica" de recursos humanos que asisten a estos pacientes –entre los que se incluye a intensivistas, licenciados y auxiliares de enfermería, neumocardiólogos, fisioterapeutas y auxiliares de servicio–, entienden que se verán sobre exigidos frente al aumento de la cantidad de covid-19 graves.
Además, debido a las cuarentenas preventivas o casos confirmados de coronavirus en el personal de salud, los equipos pueden quedar "fuera de servicio" y deben ser prioridad al momento de otorgarles equipos de protección personal y tener disponibilidad preferencial de vacunación.
En cuanto a la inclusión de profesionales de la salud no intensivas, remarcan que deben "contar con formación específica para desarrollar las competencias necesarias".
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá