La delegación uruguaya que está en Lima para la disputa de la 18ª edición de los Juegos Panamericanos es la más numerosa de la historia (148 deportistas) lo que adquiere un especial valor porque en los tiempos que corren se exigen marcas mínimas –algunas de ellas bastante exigentes– para clasificar o en algunos casos duros torneos clasificatorios.
Hay representadas federaciones grandes, medianas y chicas. Deportes practicados por cientos de uruguayos u otros donde son solo un puñado.
Desde el 2013 funciona bajo el ala de la Fundación Deporte Uruguay –formada con material humano y soporte económico del Comité Olímpico Uruguayo (COU) y la Secretaría Nacional del Deporte (SND)– el Grupo de Apoyo al Alto Rendimiento (GAAR), un grupo de tres profesionales al servicio de las federaciones. Óscar Gadea como metodólogo, José Luis Davila como evaluador y Verónica Tutte como psicóloga.
“Esta es una idea nueva, no es muy difundida en el mundo con esta dinámica porque en los países muy poderosos cada federación tiene su grupo de apoyo”, explica Gadea a Referí. En buen romance, una solución a escala uruguaya.
Dávila cuenta que uno de los grandes desafíos que tuvo al comienzo era que los diferentes entrenadores compartieran sus planificaciones. A lo largo de los años y a base de conocimiento han logrado que la información se compartiera. Gadea dice al respecto: “Los entrenadores se han abierto mucho más. Conozco la idiosincrasia en el mundo, difícilmente te muestren un plan de entrenamiento”.
“Se debe interpretar por parte de las federaciones que somos un grupo de apoyo”, expresa Dávila. “Ninguno está para fiscalizar nada” apunta Gadea, que continúa: “No se ha hecho el click cultural de usarnos más. Estamos brindando un servicio que tiene incidencia directa en el proceso de entrenamiento. Nosotros le damos opciones que si se usan bien tienen incidencia en el entrenamiento”.
Planes de entrenamiento, evaluaciones físicas o apoyo psicológico, son las tres áreas donde este grupo puede colaborar con las diferentes federaciones. Dependiendo la disciplina hay elementos más útiles que otros. Dávila lo aclara: “Por ejemplo: tiro. Es una modalidad que desde el punto de vista de la condición física no hay una mayor exigencia, es muy difícil que soliciten mis servicios como evaluador. Pero si podrían solicitar una psicóloga y ahí entre Verónica Tutte”.
Gadea calcula que más del 90% de las federaciones que van a los Panamericanos estuvieron en contacto con el GAAR, pero eso no quita que diga: “Ojalá nos usen más”. “Este Panamericano fue la mejor expresión como equipo que hemos logrado”, aporta Dávila.
El GAAR ya va por su segundo ciclo olímpico, pero el primero que fue rumbo a Río 2016 los encontró preparando el terreno. Gadea sabe que el deporte uruguayo está en alza y explica: “El resultado deportivo es la síntesis de muchos factores, tenés que tener un proyecto sistemático, un proceso de varios años, un mínimo equipo de apoyo, un trabajo más organizado, más sistemáticos de todos, muchas federaciones han aceptado nuestra ayuda sin problemas”.
Los resultados deportivos comparados con el anterior ciclo olímpico son mejores. Al respecto Gadea recuerda una anécdota: “Luego de los Odesur de Santiago 2014 en una entrevista me preguntaron por las 12 medallas obtenidas, y terminé diciendo algo como que ‘paramos la caída’ porque veníamos de 31 en Brasil 2002, 26 en Buenos Aires y 13 en Medellín 2010. En Cochabamba 2018 logramos 35, si ese es un indicador estamos muy bien”.
Las medallas como un indicador aislado pueden ser engañosas, pero a fin de cuentas es lo que atrae la atención de público, los medios y las marcas. Gadea es optimista con respecto a estos Panamericanos: “Vamos a ganar más medallas que en Toronto”.
En 2015 Uruguay se trajo cinco medallas. Un oro con la selección masculina de fútbol, una plata en yachting con Dolores Moreira en clase laser radial, dos bronces en atletismo con Emiliano Lasa (salto largo) y Déborah Rodríguez (800 m) y una en handball (selección femenina).
Pero para Gadea hay indicadores más importantes que una medalla: “Hacía años que en los Juegos Olímpicos no teníamos un finalista, ahora venimos de Londres 2012 con Alejandro Foglia (sexto en clase laser standard de yachting) y Río 2016 con Emiliano Lasa (sexto en salto largo). En Tokio 2020 no pensemos ganar una medalla, el objetivo sería tener más finalistas. El avance deportivo no es en salto, es escalón por escalón”.
Y los escalones para uno de los encargados del GAAR son claros, lograr más finalistas: “Yo prefiero tener seis finalistas en diferentes deportes que ganar una sola medalla. Porque finalistas en varios deportes hablan de un sistema deportivo fuerte y sano”.
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