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Astori abre la puerta para bajar aporte impositivo a industrias
El ministro prometió a empresarios aplicar una "devaluación fiscal"
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10 de julio de 2015 a las 05:00
Con el PIT-CNT en pie de guerra por los lineamientos puestos sobre la mesa por el Poder Ejecutivo para la negociación en el marco de los Consejos de Salarios, el gobierno volvió a encontrar en el empresariado un aliado para procesar los ajustes que el equipo económico diseña para sortear las desaceleración de la actividad. Eso quedó de manifiesto durante la reunión que el miércoles a la noche mantuvo el ministro de Economía y Finanzas Danilo Astori con el consejo directivo de la Cámara de Industrias (CIU), ante los cuales prometió impulsar una "devaluación fiscal" para apuntalar a los rubros fabriles que atraviesan problemas coyunturales de acceso a mercados, reveló a El Observador el titular de la gremial fabril Washington Corallo.
"Nosotros (por la industria) le ponemos el hombro al gobierno porque no queremos que el país se caiga ni queremos políticas de remuneración que, por problemas de actividad, generen desocupación, porque no hay peor aumento que aquel que genera desempleo. Por eso, suscribo las palabras de (el director Nacional de Trabajo Juan) Castillo respecto a que en este momento es importante conservar las fuentes laborales, sobre todo en aquellos sectores que tienen salarios acordes con la realidad", expresó Corallo.
Los tiempos del Poder Ejecutivo "no son los de la industria y estamos enfrentados a un escenario recesivo, con la región en problemas y China, nuestro principal cliente, muy mal", fundamentó el titular de la gremial manufacturera. "Hablamos de mantener la ley de promoción de inversiones y de generar una devaluación fiscal porque hay dos tipos de problemas. Las industrias que tienen problemas estructurales y las que atraviesan dificultades coyunturales", explicó el titular de la CIU.
En ese contexto, el ministro manejó, según Corallo, algunos paliativos como aumentar la devolución de impuestos a las exportaciones y reducir los aportes patronales a las empresas que tienen capacidad de seguir produciendo y tienen problemas coyunturales de mercado. "No es el caso de rubros como el textil que no puede competir en precios con China", precisó. Agregó que también se manejó la posibilidad de aplicar "tarifas energéticas especiales" a las fábricas con problemas transitorios, como consignará ayer El Observador.
"Hay una posición proactiva del gobierno en tratar de solucionar los problemas de las empresas con dificultades para que se reacomoden a lo que se llama soft landing. Esa expresión, que significa aterrizaje suave, la empleaban los expertos optimistas, cuando se temía a una recesión a fines de la década de 1980, para hacer referencia a una tasa de crecimiento económico lo suficientemente elevada como para evitar recesión, pero a su vez, lo suficientemente reducida como para impedir que aumenten la inflación y las tasas de interés", comentó Corallo.
"Nosotros (por la industria) le ponemos el hombro al gobierno porque no queremos que el país se caiga ni queremos políticas de remuneración que, por problemas de actividad, generen desocupación, porque no hay peor aumento que aquel que genera desempleo. Por eso, suscribo las palabras de (el director Nacional de Trabajo Juan) Castillo respecto a que en este momento es importante conservar las fuentes laborales, sobre todo en aquellos sectores que tienen salarios acordes con la realidad", expresó Corallo.
Los tiempos del Poder Ejecutivo "no son los de la industria y estamos enfrentados a un escenario recesivo, con la región en problemas y China, nuestro principal cliente, muy mal", fundamentó el titular de la gremial manufacturera. "Hablamos de mantener la ley de promoción de inversiones y de generar una devaluación fiscal porque hay dos tipos de problemas. Las industrias que tienen problemas estructurales y las que atraviesan dificultades coyunturales", explicó el titular de la CIU.
En ese contexto, el ministro manejó, según Corallo, algunos paliativos como aumentar la devolución de impuestos a las exportaciones y reducir los aportes patronales a las empresas que tienen capacidad de seguir produciendo y tienen problemas coyunturales de mercado. "No es el caso de rubros como el textil que no puede competir en precios con China", precisó. Agregó que también se manejó la posibilidad de aplicar "tarifas energéticas especiales" a las fábricas con problemas transitorios, como consignará ayer El Observador.
"Hay una posición proactiva del gobierno en tratar de solucionar los problemas de las empresas con dificultades para que se reacomoden a lo que se llama soft landing. Esa expresión, que significa aterrizaje suave, la empleaban los expertos optimistas, cuando se temía a una recesión a fines de la década de 1980, para hacer referencia a una tasa de crecimiento económico lo suficientemente elevada como para evitar recesión, pero a su vez, lo suficientemente reducida como para impedir que aumenten la inflación y las tasas de interés", comentó Corallo.
