Se afirmó el avance chino en el sector lechero neozelandés, al concretarse la compra de una histórica compañía en problemas financieras, mientras las acciones de Fonterra caen en picada.
La semana pasada el 93,8% de los productores e inversores con derecho a voto de Westland Milk Producers aprobaron la venta de la compañía a la china Yili.
Tomando el precio por acción, se valuó la compañía en NZ$ 588 millones (US$ 394 millones).
El director de Westland Milk Producers, Pete Morrison, destacó la decisión, porque significará una gran inyección de capital a la compañía.
La transacción propuesta asegurará a los accionistas un precio competitivo por la leche, por al menos 10 años.
“Esto, además, asegura que toda la leche de todos los actuales accionistas sea recibida por 10 años”, remarcó Morrison. El ejecutivo dijo que el precio por acción ofrecido por el comprador chino estuvo por encima de la valuación hecha por una firma independiente.
Mientras se cierra esta operación, en el mercado se discute la fuerte caída de los últimos meses en el valor de las acciones de Fonterra. Hay analistas que consideran que el ajuste ha sido excesivo, aunque también notaron que puede tener que ver con el ajuste a la baja en la proyección de la cooperativa sobre sus ganancias.
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