Avizoran para 2022 el rediseño en la tributación del sector agropecuario

Mattos dijo a El Observador que esa intención no solo es una aspiración del sector que se generó hace ya varios años, sino que es parte de “un compromiso por el país” establecido en el plan de gobierno que se generó cuando se creó la coalición que, tras la decisión de la sociedad, accedió al gobierno del país.

“En uno de los capítulos sobre el agro se incluyó propender a la disminución de los impuestos ciegos en el sector”, afirmó.

Luego dijo que “en ese sentido hemos hecho manifestaciones sobre revisar y adecuar la normativa tributaria para el agro, adaptándola a un sistema más acorde a las características de un sector en el que tenemos además de los problemas que pueden afectar a cualquier tipo de negocios incertidumbres de carácter sanitario y climático”.

Además, mencionó, “venimos de un punto de partida diferente, porque la actividad se desarrolla fundamentalmente en el interior, donde la disponibilidad de infraestructura es menor en relación a la de otros sectores de la economía donde la sociedad ha invertido en infraestructura básica, como educación, saludo, electrificación, agua potable, saneamiento, transporte, pavimentación y en comunicaciones”.

Sintetizó, al respecto, que “se parte de una realidad distinta porque todo eso se ha dado en la ciudad, mientras que en el campo esos servicios son de mucha más precaria disponibilidad”.

El ministro detalló que tras la última reforma tributaria, en 2007, se fueron generando modificaciones y la incidencia de los impuestos ciegos “aumentó en forma significativa”.

Eso, reflexionó, “trae mucha incertidumbre, porque desacopla el aporte tributario de la actividad al resultado económico de la misma; cuando estás sometido a una crisis de precios, climática o sanitaria los resultados de las empresas se ven afectados, basta con ver el impacto de una sequía que genera un quiebre productivo importante en la agricultura, en la ganadería, en la lechería, en todas las producciones”.

Por lo tanto, “entendemos que el impuesto a la renta es mucho más adecuado, y además es un compromiso del gobierno”.

Cuando el cambio suceda, las empresas que liquiden sus impuestos y hayan tenido un buen resultado económico en el cierre final del ejercicio “van a pagar más”, pero si hubo un problema de quebranto por los motivos mencionados “se va a pagar menos, lo que permitirá que sea mayor la posibilidad de  recuperación en ese proceso permanente de reinversión característico del agro”.

Obviamente, es imposible afirmar si aplicado el nuevo sistema desde el sector se va a tributar más o menos, “lo que tenemos decidido es que cambie el esquema”.

Este año, por ejemplo, dijo Mattos, “si hubiésemos tenido una incidencia mayor de los impuestos volcados sobre la renta hubiese habido una mayor tributación, porque la actividad fue intensa y hubo mejores precios”.

La visión de Lacalle Pou y la de Arbeleche

Este tema, de alto valor para el gobierno, fue considerando por Mattos en la primera entrevista que tuvo con el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, una vez que se tomó la decisión de conferirle la responsabilidad de ser ministro.

“Me comentó que ese tema lo tenía como un compromiso, pero que en virtud de los gastos que debieron afrontarse por la pandemia en esta rendición de cuentas no era oportuno implementarlo ya, pero hemos escuchado declaraciones de la ministra de Economía y Finanzas –Azucena Arbeleche– diciendo que va a poner a su equipo a trabajar en esto y seguramente en la rendición de cuentas del próximo año pueda haber una propuesta que el Poder Ejecutivo traslade al Legislativo”.

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