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Bana, la niña de Alepo que tuitea sobre la guerra
La cuenta @AlabedBana ya tiene más 29 mil seguidores y representa la voz de la inocencia dentro del conflicto
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04 de octubre de 2016 a las 15:35
Good afternoon from #Aleppo I'm reading to forget the war. pic.twitter.com/Uwsdn0lNGm
En la foto se puede ver a un niña de rostro tranquilo mirando a la cámara. Está sentada frente a una mesa y en sus manos sostiene un libro repleto de ilustraciones. En una esquina de la mesa, apoyada sobre la pared, hay una muñeca vestida rosa. La foto parece ser lo más normal del mundo. Sin embargo, las palabras que la acompañan desmoronan esa inocencia. "Buenas tardes desde Alepo. Estoy leyendo para olvidarme de la guerra". Quien escribe es Bana, una niña que cuenta la cruda realidad de un conflicto armado con el que ella y su familia llevan conviviendo más de una década.
La niña y su madre han decidido contar cómo es vivir sumergidas en esa realidad a través de las redes sociales. La cuenta de Twitter @alabedbana, que ya tiene más de 29 mil seguidores, fue abierta el pasado 24 de setiembre. "Necesito paz", fue lo primero que escribieron. La cotidianidad de Bana es retratada mediante fotos y mensajes que vienen tanto de parte de Bana como de su madre, Fatimeh, los cuales ella distingue con su firma al final de la publicación.
La vida de Bana y su madre es bastante complicada. Según publicó el diario inglés The Guardian, que se comunicó con ellas a través de Skype, en el mercado de Alepo no quedan más frutas ni vegetales producto de un asedio que ya lleva tres meses instalado en la ciudad.
Tampoco queda combustible, por lo que deben generar luz para la noche mediante el uso de paneles solares. A su vez, cada salida al aire libre es un verdadero riesgo debido a los constantes bombardeos que sufre la localidad. Todo esto es contado en 140 caracteres por sus protagonistas.
"Bana ha cambiado mucho. La guerra es casi todo lo que conoce en su vida: cuatro horas de sueño sin escuchar un bomba caer es un milagro", dijo Fatimeh. Y la niña agregó: "Somos niños. Amamos la vida. Queremos que el mundo nos escuche".
Su cuenta en Twitter parece ser la alternativa que esta familia de Alepo encontró para contar su historia e intentar no ser olvidada por el resto del mundo.
