Lucas Fernández con su medalla en los Panamericanos

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Boxeo, entre las intervenciones y la unidad

Quiere resurgir. Tras dos intervenciones del gobierno, un deporte con larga tradición en Uruguay vuelve con promesas para llegar a Tokio 2020 y una organización que quiere nuclear a profesionales y amateurs
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16 de febrero de 2020 a las 05:01

Especial para Referí

Dice la RAE que un espejismo puede ser un concepto o imagen sin verdadera realidad. Una realidad engañosa. En los últimos panamericanos una imagen puso al boxeo otra vez en los titulares deportivos, pero, ¿es la medalla de bronce de Lucas Fernández un espejismo? O, ¿en una visión más optimista una señal de los tiempos por venir?

Una federación que estuvo paralizada, y es sabido que si algo no se mueve está más muerto que vivo. Pero si bien besó la lona, la cuenta no llegó a 10. Con veteranos que recuerdan nombres de boxeadores en blanco y negro, el boxeo uruguayo intenta resurgir de una situación muy complicada. Encadenar espejismos para cambiar la realidad.

“No había ni siquiera una cuenta en la cual depositar fondos”, explica a Referí Pablo Hernández, integrante de la Secretaría Nacional de Deporte, encargado de programas especiales (como Knock out a las drogas). En esa realidad es que se metió Luis Wilkorwsky, el nuevo presidente de la Federación de Boxeo: “Abrí la federación y me encontré con recibos para pagar”.

Abrir es literal, llaves en una puerta que pasó meses sin abrirse. Intervención del gobierno de por medio, la segunda que comenzó en abril y terminó en diciembre de 2019, porque la primera que duró dos años (de 2016 a 2018) no dio resultado. Ahora sí derivó en nuevos estatutos y en un llamado a elecciones a fin de año. Wilkorwsky fue boxeador, luego empresario textil, pero nunca alejado del boxeo. Apodado “el león de Palermo” aceptó el desafío con una única idea: devolverle al boxeo lo que el boxeo le dio.

Melanie Ubríaco

Cuando le propusieron a Wilkorwsky que se candidateara lo primero que hizo fue cruzar el charco en busca de Julio García, uruguayo radicado en Argentina, director técnico de la selección argentina que participó en los últimos juegos olímpicos. Entrenador de muchos boxeadores profesionales, entre los que destacan el Ratón Herrera y Chris Namus. García le dijo que sí y Wilkorwsky se terminó de convencer.

Asumió en un momento de transición política, pero no se puede esperar a marzo. Así que Wilkorwsky y la nueva directiva se plantearon tres prioridades: “Ir a Medellín, un campamento de nivel altísimo; el Preolímpico con siete boxeadores y preparar la ida a China para 14 atletas, pero se suspendió, aunque llegamos a tiempo con las gestiones”.

Una y otra vez, en la charla con Referí, el nuevo presidente repite que hay que ordenar al boxeo. Acercar a los clubes a la federación y lograr que todo el boxeo esté unido. Lo dice porque actualmente la federación solo se encarga del boxeo amateur, el de los juegos olímpicos.

En aquella primera intervención, en el año 2016, fue separado el boxeo profesional. Decía al sitio Montevideo Portal por aquel entonces Alberto Espasandin, coordinador del Deporte Federado de la SND, “(la Federación) no estaba cumpliendo con el cometido que se les había asignado por tanto se resolvió la separación del boxeo profesional y amateur”.

“Lo lógico es que estemos todos juntos. Todos los que pelean profesional están en los clubes. Pero hay que ir despacio, al estar prácticamente inactivo hay muchas cosas a resolver”, dice Wilkorwsky. “Yo sé lo que agarré”, aclara el novel presidente, y continúa: “Igual me encuentro que es mucho más duro. Llaman un montón de clubes que te piden soluciones y nosotros todavía no nos sentamos en la silla. Estamos para eso, para explicar la situación. Estamos a full”.

“Los problemas que tiene el boxeo uruguayo son los mismos problemas que hay en toda Latinoamérica, sin voluntad política no se llega a ningún lugar. Uruguay, en este momento, está mejor que muchos países de Latinoamérica porque se está preocupando por la capacitación de los entrenadores, porque las cosas se hagan bien y eso es lo esencial para avanzar”. Michel Álvarez. Metodólogo de la selección cubana que dio cursos en Uruguay

El boxeo no puede esperar hasta marzo, pero un poco más de tiempo no queda más remedio. “No nos pudimos reunir con el gobierno entrante porque todavía no estaba definido el equipo que acompañará a Bauzá, pero desde el día uno hablaremos con ellos”.

Lucas Fernández

Uno de los nombres que acompañará a Bauzá es el de Alejandro Sagasti. Tomará el cargo de Hernández en el área de programas especiales, y uno de esos programas es Kncok out a las drogas. Se lleva ejecutando desde el año 2005 y su cometido lo explica Hernández: “Apoya a 52 academias de distintas partes del país, en forma de materiales: guantes, vendas, bolsas, cabezales, protectores bucales. Como contraparte le pide que tenga al menos 20 chiquilines becados tres veces por semana una hora”.

El programa también tiene un área de capacitación: “Durante dos años consecutivos trajimos al metodólogo de la selección cubana, Michel Álvarez. Para que diera cursos y talleres para entrenadores y abrimos el juego a estudiantes del ISEF. Asistían a los cursos y le daba crédito para la carrera. Pensamos que la capacitación genera transformación. El programa trabaja con el concepto de iniciación deportiva. No estamos hablando de deporte federado ni de alta competencia. No corresponde a KO”.

El experto cubano en una de sus visitas explicó la situación del boxeo uruguayo a la Agencia EFE: “Los problemas que tiene el boxeo uruguayo son los mismos problemas que hay en toda Latinoamérica, sin voluntad política no se llega a ningún lugar”. Para luego agregar: “Uruguay, en este momento, está mejor que muchos países de Latinoamérica porque se está preocupando por la capacitación de los entrenadores, porque las cosas se hagan bien y eso es lo esencial para avanzar”.

Los boxeadores que vienen

Del 23 de marzo al 3 de abril será el panamericano clasificatorio a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Un torneo que tiene muy entusiasmado a Juan Petracca, el entrenador de la selección. Siete serán los boxeadores que representarán a Uruguay, siete historias del boxeo uruguayo, de talento abriéndose paso entre muchos inconvenientes.

Se están preparando en el Centro Entrenamiento Deportes de Combate (CEDEC), inaugurado en octubre pasado. Un lugar con todas las comodidades, pero que implica sacrificios por parte de los boxeadores.

Lucas Fernández

Victoria sale entre la hora 6.15 y 6.20 de su casa para poder estar a las 8, dos ómnibus de por medio. Lucas hace el mismo recorrido y Melanie pone una hora y media. Todos, ellos y el resto de la selección entrenan entre la hora 8 y 10 la parte física para luego volver a la tarde a por la sesión de técnica y táctica. Victoria lo resume: “Tengo 8 horas de viaje por día hasta el CEDEC y entreno cuatro”.

El caso de Matías Mora es un poco diferente: “Un día normal, me levanto a la 7, arranco con un entrenamiento físico, luego me baño, desayuno y me voy a trabajar porque soy guardavidas en una playa. Allí, en la hora de descanso salgo a correr. Luego, cuando salgo a las 19 me voy a Montevideo a entrenar tres veces por semana y luego me vuelvo a San José o a veces me quedo en lo de una hermana en Montevideo”.

Melanie Ubríaco

Melanie cuenta: “En el boxeo jamás se deja de aprender y siempre se suma experiencia”.

Victoria explica: “En este deporte lo más difícil es boxear, cualquiera puede subirse al ring y tirar piñas, pero boxear no todos. Aunque no lo parezca es muy complejo, requiere mucha coordinación, mucha paciencia, y todos los días hay algo nuevo que corregir”.

Nicolás Pereira aclara, medio en broma, medio en serio, que lo más difícil es la dieta. También lo define como “aprendizaje continuo”. Palabras más, palabras menos también lo dice Mora: “Siempre estás aprendiendo algo nuevo”.

Sobre la técnica y sus dificultades hablan Cristian Correa y Lucas Fernández. Para el primero lo que más le cuesta es “atacar con prolijidad”. El medallista panamericano lo resume: “Lo más difícil es la técnica y la guardia para esquivar golpes. Tirar mano tira cualquiera”.

Matías Moras

Todos tienen una idea de cómo puede crecer el deporte. Melanie cuenta: “Estos días en Medellín he tenido choques con boxeadores de otros países y hemos hablado mucho. Para ellos es un trabajo, por mes les pagan US$ 500, que es una ayuda para mantenerse y tener sus cosas. En cambio acá no nos pagan nada, lo hacemos por amor y porque de verdad nos gusta. No tenemos una ayuda como para ir a entrenar a diario. Todo sale de los bolsillos de nosotros”. Matías tiene una idea similar: “Creo que se necesita más apoyo económico. Que a los que estamos en la selección nacional nos paguen como hacen en todas las demás selecciones. Eso te lleva a que dediques 24/7 al boxeo y que subamos más de nivel”.

Salir a competir también es fundamental, lo explica Lucas: “Nos probamos en el campamento reciente y no estamos lejos, pero los otros países van de campamento en campamento”.

Nicolás agrega un aspecto más: “Creo que al boxeo uruguayo le falta unión. Somos un país muy pequeño para que esté dividido cómo está, si se une el boxeo hay futuro para rato así que esperemos que cambie esto pronto”.

Christian Correa

La federación parece tener un nuevo comienzo, cambiar espejismos para volver a colocar al boxeo uruguayo donde ya supo estar. Que no pasen otros 32 años para volver a obtener una medalla en los Juegos Panamericanos y que ir a unos JJOO no sea una excepción.

Así fueron sus inicios

Matías Mora (81 kg)

28 años- Sanjo Box

“Arranqué boxeo a los 20 años con un amigo que me invitó ir al boxeo y desde ahí me gusto. Ya hace 8 años que practico”.

Nicolás Pereira (69 kg)

25 años - Peñarol

“Comencé a entrenar boxeo recomendado por un amigo con la intención de enderezar mi vida y dejar de lado las adicciones”.

Nicolás Pereira

Christian Correa (75 kg)

26 años- Sanjo Box

“Empecé a practicar en la cárcel. Me trasladaron a un centro más tranquilo, un compañero era entrenador y me invitó”.

Victoria Da Silva (57 kg)

20 años- Club Ipiranga

“Empecé con el boxeo a los 7 años porque mi padre siempre me hablaba sobre este deporte, que me iba a servir como una defensa personal en el futuro”.

Victoria Da Silva

Melanie Ubríaco (60 kg)

18 años-  Club Ipiranga

“Estaba practicando fútbol pero no me fue muy bien entonces escuché la propuesta de mi mamá que ama el boxeo. Mii tío abuelo, el Rata Morotto, fue campeón y muy conocido. Para mí no era un deporte que me fuera a gustar, pero probé y aquí estoy”.

Lucas Fernández (57 kg)

21 años- Club Ipiranga

“Empecé a hacer taekwondo por tema de bullying. El boxeo lo empecé por tema de mudanza cuando me mudé a dos cuadros del Ipiranga”.

23 de marzo comienza el panamericano que clasificará a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Finaliza el 3 de abril.
2 años de intervención tuvo la Federación Uruguaya de Boxeo entre 2016 y 2018. Sin soluciones, volvió a actuar el Gobierno en 2019.1
1 medalla logró Uruguay en boxeo en los Juegos Panamericanos de Lima 2019 con la presea de bronce de Lucas Fernández.

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