Brasil es favorito, pero cuidado

México no tuvo un excesivo respeto por Alemania, a quien ganó bien

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02 de julio de 2018 a las 05:00

Es casi imposible predecir cómo actuará un equipo dirigido por un técnico como Tite que, en cincuenta y un partidos, sólo repitió la oncena una vez.

Por su parte, el trabajo de Juan Carlos Osorio en la selección mexicana se basa en los cambios necesarios para maximizar las posibilidades de su equipo. Esa es la característica de un entrenador que no se cansa de desmenuzar a los adversarios para identificar comportamientos que pueden ser explotados, y en que no tiene miedo de alterar la estructura del propio equipo o determinar papeles sorprendentes en el plano individual. México es una novedad constante para quien lo sigue y una duda para quien lo enfrenta.

A la hora de analizar a su rival, es evidente que el cuerpo técnico de Brasil observó el desempeño de México. Y se deberá tener en cuenta lo que México mostró contra Alemania, especialmente en el primer tiempo, en lo que tal vez fue la mayor exhibición táctica en la fase de grupos del Mundial. No sólo por el resultado del partido sino por la manera como los alemanes fueron sorprendidos. Y no menor fue que, a México, más alla de la planificación, no le faltó coraje y confianza en sus jugadores por más que a su frente estén jugadores consagrados.

Lo que llamó la atención en la actuación de México en el estreno: marcación individual sobre Kroos, explotación del espacio resultante de los avances de Kimmich y el posicionamiento de tres hombres para el contraataque. Pero lo sorprendente fue ver a Kroos marcado por Vela y "Chicharito" Hernández, dos jugadores normalmente involucrados en el aspecto ofensivo. Al destinarse a esa tarea, el otro lateral alemán Plattenhardt, fue casi totalmente olvidado por la ubicación más interna de Layun, el mediocampista mexicano que jugó a la derecha.

Osorio ordenó presión para recuperar la posesión y pases verticales para los atacantes entre las líneas, consistentemente a las espaldas del lateral derecho, por donde fue construida la jugada del gol de la victoria, en un contragolpe impecable. En el segundo tiempo, México no logró nada en términos ofensivos, pero el daño en el marcador ya estaba hecho.

Ante Brasil

Asumiendo la posibilidad de un plan similar, el jugador brasileño a ser marcado individualmente sería Coutinho, pero está claro que Brasil tiene más armas, por ejemplo en los laterales. Si Marcelo está disponible, Osorio puede armar un mecanismo parecido a lo que dedicó a Kimmich y tratar de penalizar el espacio detrás de él, algo menos probable si Felipe Luís juega finalmente.

En este caso México arriesgaría demasiado si dejara olvidado uno de los laterales como hizo ante Alemania. Además, Thiago Silva, Miranda y Casemiro han hecho actuaciones segurísimas en la Copa como pilares de un sistema defensivo que sufrió apenas un gol. Sin hablar de la necesidad de contener a Neymar y el ataque de Brasil.

Las sorpresas muy probablemente estarán por cuenta de Osorio, tanto en la formación del equipo como en la planificación. Brasil debe seguir por el camino de la regularidad y de la creencia en sus propias virtudes. En el balance de las exigencias, el juego de hoy es mucho más difícil para México, que tiene menos que presentar y más con que preocuparse que para Brasil.

Como punto a favor de México juega su triunfo ante el vigente campeón, Alemania, a quien no le brindó un respeto excesivo y que por ende dio una gran dosis de confianza a los mexicanos.

Por ello es que la responsabilidad pertenece enteramente a la selección brasileña, en la primera instancia eliminatoria bajo la conducción de Tite.

Brasil y México jugaron cuatro veces por Copas del Mundo, con tres victorias de Brasil y un empate. Los triunfos de Brasil fueron: 4-0 en Maracaná en 1950, con dos goles de Ademir, Jair y Baltazar; cuatro años después, en 1954, Brasil goleó 5-0 a los aztecas, en Ginebra, con goles de Baltazar, Didi, Pinga (2) y Julinho; el tercer partido entre ambos fue en 1962, en Viña del Mar, ganó Brasil 2-0 con goles de Mario Zagalo y Pelé. El único empate fue en 2014: 0-0 en la ciudad de Fortaleza, la última ocasión en la que se enfrentaron ambos equipos. México nunca ganó a Brasil en mundiales y será la primera vez que jugaran fuera de la fase de grupos.

México irá por un triunfo ante Brasil que lo clasifique a cuartos de final y que le permite igualar su mejor actuación en Copas del Mundo, la de 1986, cuando fue elminado por Alemania en cuartos de final