Un balde de agua fría resultó esta pandemia para la Caja Notarial que logró que le aprobaran una reforma en septiembre de 2019 para ir saliendo de su déficit de $ 580,7 millones al cierre de ese año, pero no se está dando. Por el contrario, el déficit se profundizará y rondará los $ 700 millones (unos US$ 16 millones) al cierre de 2020, según cálculos de su directiva. A diferencia de otras cajas, esta institución depende directamente de la actividad notarial y esta se ha venido a pique en estos meses; el estimado es de una retracción del 15%. Es decir, cuando cae el trabajo notarial, cae la aportación a la caja.