California dreamin' en Goes

Lleva California en la piel, tatuajes en honor a su familia y hace 12 años se dejó las rastas a lo Bob Marley. Es modelo, actor, baila y toca la batería. Jugó en varios países de Europa y Asia hasta que en diciembre desembarcó en Goes.

El misionero estaba de capa caída: dos triunfos y siete derrotas. Desde su llegada, Goes suma ocho triunfos, clásico ante Aguada incluido, y tres derrotas. Se llama Kwame Alexander, mide 1,96 metros y es puro carisma.

Nació en Moreno Valley una pequeña ciudad cercana a Los Angeles en el estado de California.

Comenzó a jugar en el liceo, en Rancho Valley, donde comenzó a impresionar con su fuerza física y su destreza para hundir la pelota. Por eso lo apodan “Hitman”, es decir, asesino a sueldo.

Esa potencia llamó la atención del fútbol americano por lo que fue invitado a entrenar primero en Chicago Bears y luego en Seattle Seahawks.

“Y eso que no tenía experiencia de jugar ese deporte”, cuenta a Referí en las gradas de la tribuna de Goes al final de una sesión de perfeccionamiento de tiro exterior, posterior a la práctica.

Al final se decidió por el básquetbol donde jugó en la Universidad Estatal de San Bernardino en el equipo de los Coyotes, en la divisional II de la NCAA. Ahí estudió antropología y sociología.

“En el liceo fui campeón en el último año y en mi año senior de la universidad terminé como líder en rebotes y tapones”, recuerda.

Al terminar la universidad, un agente le propuso jugar en Grecia. “Primero fui a Atenas y después a Creta, con el mismo clima que California. Estaba todo el día en la playa; hermoso”, dice con una sonrisa mientras transmite en vivo en su cuenta de Instagram (hitman_44) donde supera los 23 mil seguidores.

Posteriormente jugó en Bosnia, Finlandia, Filipinas, Catar, Japón, Tailanda, Corea del Sur, México y Puerto Rico, el último sello de su pasaporte hasta desembarcar en Plaza de las Misiones.

“Se necesitaba un jugador de equipo que hiciera sentir a todos cómodos y contentos, traté de transmitirle mi mentalidad a mis compañeros, mi liderazgo y las cosas mejoraron”, afirma.

No hay un mínimo gesto de soberbia en sus palabras. Pero Alexander seguro que no se para en la vereda de la falsa humildad. En Estados Unidos es reconocido por su destreza para las hundidas. Y Youtube tiene testimonios de sobra de ello.

“Los concursos de hundidas son muy duros porque suelo ser el más alto, pero siempre son muy divertidos. Aquí serían mucho más fáciles, no hay muchos jugadores que hundan la pelota como yo fuera de Estados Unidos”, dice.

Cuando se le pregunta por una hundida memorable revela: “Sos al primero que se lo digo, fue la que hice en un concurso de televisión que se transmite después de los playoffs de la NBA. Salté por encima de una mesa de ping pong y al volcar la pelota me abrí el dedo índice hasta el hueso, me quedó la piel colgando y me dieron 20 puntos. Al otro día fui igual, pero usando una sola mano. Fue la más memorable de mi vida”.

En su brazo derecho luce una enorme telaraña en honor a su padre que cuando jugaba tenis le decían que era como una araña en la pista porque con sus manos y piernas largas podía cubrir todos los ángulos del terreno.

En su brazo izquierdo recuerda a su abuela y más abajo luce un león como símbolo de “coraje”. Otros tienen una connotación religiosa: “Dios me dio con la bendición de jugar al básquetbol, de tener salud y de poder viajar por el mundo”, dice. Se abre la musculosa y lee en su pecho: “Yo soy mi peor enemigo”. Por eso se ha esforzado toda su vida para entrenar duro y ser mejor.

Fuera de las canchas, Alexander trabaja como modelo publicitario y lleva esa carrera en paralelo junto a la de actor.

“Hice comerciales y participé en videos musicales de artistas; hice un comercial de Nike. También puedo cantar, bailar, toco la batería y soy actor, como para trabajar en lo que venga: sitcoms, películas, shows. Es que Hollywood está en California”, dice como quien no puede escapar a su propio destino.

“Siempre usé al pelo largo, se volvió parte de lo que soy, parte de mi imagen y de mi marketing”, afirma sobre sus rastas mitad de color original y mitad rubias.

De su mano Goes se olvidó del ascenso y quiere jugar playoffs. Un fenómeno.

"La energía que la hinchada de Goes nos da en cada partido es increíble. Solo en Grecia tuve una hinchada que alentara todo el partido y con tanta locura”.

En el verano estadounidense, Alexander es habitual en la Drew League, el torneo de carácter amistoso en el que juegan tanto basquetbolistas que militan en el extranjero como estrellas de la NBA. “Jugué contra DeAndre Jordan, James Harden, Chris Paul, un año fue Kobe Bryant, otro LeBron James. En el el cierre patronal (lockout) de 2011 vinieron muchos. Kevin Durant, DeMar De Rozan, Lowry, CR Smith, Nick Young, y muchos otros que juegan fuera de fronteras. Es California”, dice con el orgullo y la nostalgia de quien evoca sus pagos.

18,4 puntos son los que promedia en la presente Liga Uruguaya, además de 9,7 en rebotes. En cuatro de sus 11 partidos aportó dos dígitos en puntos y rebotes.

7,5 rebotes en defensa son los que promedia por partido siendo el octavo mejor de la Liga. El pívot del equipo es Rick Jackson, segundo mejor rebotero con 12,3.