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Caso Astesiano pone a la defensiva a los blancos en el momento en que pensaban acusar a Carrera
La Rendición de Cuentas será una bocanada de aire (aunque momentánea) para el Poder Ejecutivo. El Senado dedicará los tres primeros días de la próxima semana en forma exclusiva para discutir y votar los casi 500 artículos del extenso mensaje presupuestal. Para el jueves, el Frente Amplio pretende tener encaminada la estrategia que irá a desplegar para aprovechar con todo el filón político que le dejó servido el gobierno: el caso de Alejandro Astesiano.
Por estas horas la mejor opción parece ser una interpelación o un llamado en régimen de comisión general a uno o a varios ministros. La intención de la oposición es que la convocatoria se procese en acuerdo con el oficialismo, ante el convencimiento de que se trata de un problema institucional. El ministro del Interior, Luis Alberto Heber, es uno de los candidatos más firmes a ser convocado, y que ya mismo debería "salir a dar la cara" por la información contradictoria que proporcionó en los sucesivos días.
"Esto no podría haber sucedido", dijo a El Observador el senador Alejandro Sánchez (MPP), al subrayar la gravedad de un escándalo que, recordó, trascendió fronteras. Sánchez apeló a un comentario que recibió de un colega oficialista: "En el corazón del gobierno operaba una banda criminal".
Para Sánchez, lo más preocupante ha sido la postura que hasta el momento tuvo el gobierno. Según su visión, estuvo lejos de haber sido clara, seria y responsable. La primera inquietud del Frente Amplio será aclarar las "contradicciones" del presidente Luis Lacalle Pou al tratar de explicar el caso. Primero, que Astesiano no tenía antecedentes penales. Luego pasó a admitir que el jefe de su custodia tenía "algunas noticias". Finalmente, recordó el senador, el Ministerio del Interior tuvo que salir a reconocer que "sorpresivamente" apareció un antecedente de 2013, y dispuso una investigación para determinar si hubo alguna "alteración" en ese legajo.
"Que el ministerio diga que la información pudo haber sido adulterada y que no se dieran cuenta es gravísimo", sostuvo el senador, que además agregó otro ingrediente publicado por Búsqueda este jueves: Las indagaciones policiales que había tenido Astesiano por diversos delitos eran conocidas por Lacalle Pou, a partir de la información que al presidente le hicieron llegar el titular de la Secretaría de Inteligencia, Álvaro Garcé, y un senador nacionalista.
Por lo menos, dijo, se trata de un serio error estratégico y político del presidente. "No puede poner a un estafador en un lugar tan sensible", sostuvo. Para el Frente Amplio el asunto de Astesiano revela también un grave descontrol en las políticas de seguridad. Sobre todo, dijo, por el hecho de que la policía iba a ir a detener al jefe de la seguridad presidencial a su domicilio, ignorando que en ese mismo momento estaba de viaje acompañando al mismo presidente.
Sánchez apuntó otro elemento: la Policía comenzó a investigar las maniobras con los pasaportes recién cuando un grupo de uruguayos residentes en México alertaron de movimientos extraños por parte de ciudadanos rusos en torno a esa documentación. El senador asegura que la sociedad uruguaya está "indignada y preocupada" y requiere una respuesta seria e institucional desde el gobierno que aclare todo este "bochorno".
Me suena a operación
Los blancos se saben a la defensiva y subrayan que, en este caso, el Frente Amplio "es mano". La iniciativa, entonces, quedó en manos de la oposición y el nacionalismo esperará su movida para determinar cómo procede. "No tenemos mucho margen", le dijo a El Observador uno de los principales senadores de una bancada que, públicamente, ha intentando circunscribir el asunto a una "traición" a la confianza del presidente por parte de Astesiano.
El lunes 10 los blancos dedicarán su habitual reunión de bancada semanal para evaluar específicamente un problema que, admiten, es grave. En los días que restan, además, los senadores procurarán obtener más información a nivel oficial, ya que la mayor parte de los datos con los que hoy cuentan proceden de los medios de comunicación.
La irrupción del caso de Astesiano repercutirá además en otro escándalo que los blancos (en este caso a la ofensiva) tenían pensado encarar a partir de la próxima semana. En la primera reunión que fuera a celebrar el Senado luego de la Rendición de Cuentas, la coalición de gobierno iba a presentar formalmente el pedido de formación de una comisión preinvestigadora sobre las acusaciones contra Charles Carrera en relación a la asistencia irregular (mientras estaba en Interior) a un joven que resultó parapléjico en 2012 y que afirmó haber sido herido por una bala policial.
Los blancos, según supo El Observador, ya habían logrado reunir "mucho material" sobre el asunto. Incluso ya tenían los nombres de los legisladores que irían a integrar la comisión. Sin embargo, ahora, valorarán el "momento político" para promover esa preinvestigadora. Buena parte de la bancada considera que sería contraproducente hacerlo en momento en que les estalló en la cara un escándalo mucho mayor en sus propias filas.
Algunos legisladores, en tanto, comenzaron a hacer su propia evaluación del caso Astesiano. "Esto es una operación y no es difícil sospechar el origen", señaló vía Twitter la senadora Graciela Bianchi, en torno a la aparición sorpresiva de un antecedente oculto del excustodia presidencial. Bianchi llamó a "esperar en silencio" la resolución judicial, pero no pudo evitar responder a un comentario que, por la misma red, hizo su colega Carrera.
La senadora habló allí de un "Ministerio del Interior paralelo" que habría sido montado durante la "gestión del MLN" con Eduardo Bonomi al frente. Consultada por El Observador, Bianchi optó por la prudencia, aunque ratificó su convencimiento. "A mí me suena a operación".
