Este jueves 15 se vence el plazo de prisión preventiva que viene cumpliendo el exdirector del Comcar y exjefe de inteligencia carcelaria, Carlos Taroco, imputado por haber colaborado con el exsenador Gustavo Penadés en montar la trama que pretendía ponerlo como víctima de una operación para inculparlo en el caso de abuso sexual por el que está preso.
La fiscal de delitos sexuales Alicia Ghione venía negociando con Taroco con el objetivo de cerrar el caso en un proceso abreviado si se declara culpable pero según supo El Observador por fuentes del caso, hasta el pasado viernes no habían logrado ponerse de acuerdo. Según dijeron las fuentes, Taroco no estaba de acuerdo con que como parte de la pena debiera indemnizar económicamente a las víctimas.
Ese tema generó polémica en la última audiencia por el caso, celebrada el 19 de diciembre, en la cual la Justicia condenó a otros cinco implicados en esa trama para ayudar al senador a limpiar su imagen.
La Fiscalía presentó el acuerdo sin incluir la condena de reparación a las víctimas abarcadas por la ley 19.580, lo que sí fue advertido por la defensa de las víctimas, Soledad Suárez, quien planteó que dado que el objetivo de la trama era amedrentar a los denunciantes para que no denunciaran, y como se trataba de un delito de violencia de género, correspondía incluir la reparación a las víctimas, que son cuatro de las once (tres menores y Romina Celeste Papaso).
Ante el planteo, la fiscal Ghione dijo que compartía el argumento, admitió que se había olvidado de incluirlo en la acusación por lo que pedía disculpas. La jueza Marcela Vargas entendió que era de orden incluir esa condena por lo que le dio la razón a la defensa de las víctimas. Y aunque por un momento el acuerdo estuvo a punto de caerse, finalmente todos los imputados lo aceptaron por loq que sus casos se cerraron ahí.
Los condenados en diciembre fueron Diego Cuiñas, el funcionario del Parlasur que fue el nexo entre Penadés; Marcelo Garate, dueño de un club social en el que se hacían las reuniones para coordinar la trama; Matías Cardoso, quien respondía a órdenes de Cuiñas y Taroco; y los funcionarios policiales Federico Rodríguez y Marcos Quiñones, quienes trabajaban con Taroco. El segundo fue quien armó el flujograma con todas las posibles víctimas que iban identificando, por tener acceso a ese programa que usa la Policía.
Taroco fue imputado el 12 de octubre por un delito continuado de cohecho calificado en reiteración real con reiterados delitos de revelación. El policía fue detenido luego de que en el celular de Penadés se encontrara un "flujograma" que tenía en el centro a una de las víctimas del caso, Jonathan Mastropierro, y una serie de conexiones de éste con otros jóvenes posibles víctimas del exsenador.
Como parte de la investigación quedó demostrado que Taroco cobró sumas de dinero por el trabajo que hacía para Penadés, con quién se vinculó a través de Cuiñas. La Fiscalía concluyó que el plan fue costeado por Penadés y que Taroco todo el tiempo pedía dinero "para motivar" a los funcionarlos que trabajaban con él.
Relacionado con el dinero que recibió el policía, la fiscal Ghione venía indagando la compra de una casa por parte de Taroco, justo una semana antes de caer detenido y dispuso pidió el levantamiento de secreto bancario entre otras medidas.
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá