El CEO de Itaú para Uruguay, André Gailey, también lidera la operación del banco en Argentina y Paraguay. Comenzó su carrera en el banco como pasante en Brasil, de donde es oriundo, y fue subiendo escalones que lo llevaron, por ejemplo, a ser director de Productos y director Comercial Corporativo del Banco Itaú en ese país. Desde 2019, Gailey es CEO, primero de Paraguay—donde estuvo un año y medio—, y ahora lleva casi tres años como gerente general de Banco Itaú Uruguay y CEO regional, responsable por Uruguay, Paraguay y Argentina. Inmerso en la realidad uruguaya y en entrevista con Café & Negocios, Gailey habló acerca de los cambios en la ley de usura aprobados el pasado miércoles en Hacienda de Diputados y que pasará a estudiarse en el Plenario. Gailey sostuvo que esta regulación empeora la situación "al forzar que la parte más vulnerable de la población pierda el acceso al mercado de crédito formal". Además, destacó que el endeudamiento de Uruguay es menor al promedio de América Latina.
Cómo responsable de la filial del banco en Uruguay, pero también en Argentina y Paraguay. ¿Cómo ve actualmente a la economía uruguaya?
Somos bastante optimistas en relación a la economía uruguaya en 2024. Cuando miramos el 2023 tenemos un año con muchos impactos, el de la seca, el de la frontera con Argentina, las tasas de interés que están a niveles bastante altos, la inflación que necesitaba ser controlada; pero en un país que seguía con mucha inversión extranjera, con mucha inversión local y con buenas tasas de consumo.
Para el 2024 vemos una perspectiva de mejoría donde no vamos a tener más seca, el Niño debe traer buenas lluvias y cosecha, por lo tanto es un buen año para el agronegocio.
Creemos que los precios de los commodities seguirán en niveles competitivos para el próximo año. Esperamos un ajuste de los precios en Argentina que debe en algún momento reducir los impactos en las fronteras con Uruguay. Las tasas de interés están a la baja, la inflación debe cerrar este año en los niveles más bajos históricos y se vienen niveles bajos para lo que es el histórico de Uruguay. Esperamos un crecimiento de los salarios en términos reales, siguiendo con mucha inversión extranjera, cerca del 7% del PBI para este año y para el próximo.
Lo que significa que en este año con todo estos impactos tendremos un PIB positivo, cerca de 0,6%, y para 2024 esperamos un PIB bastante positivo cercano al 3,6% con una aceleración y una retomada de la actividad económica.
El tema de la usura ha estado sobre la mesa a raíz de la presentación de un proyecto que modifica la ley de usura del año 2007. ¿Cómo cree que debe abordarse el tema? ¿Entiende que hay un problema en la cantidad de gente que se endeuda? ¿Cómo es la cifra (de personas con alto grado de endeudamiento) en otros países en los que el banco trabaja?
Primero, no hay datos que evidencien cualquier problema de sobre-endeudamiento en la economía de Uruguay. En niveles generales, al contrario, el endeudamiento de Uruguay es mucho más bajo que el promedio de América Latina, y que el promedio de países con PIB (Producto Interno Bruto) per cápita similar. Hay casos puntuales de sobre-endeudamiento, pero entendemos que la causa es mucho más la falta de educación financiera y la capacidad real de tomar los préstamos que se toman.
La ley de usura no mejora en nada esta situación, al contrario, solo empeora al forzar que la parte más vulnerable de la población pierda el acceso al mercado de crédito formal y tenga que irse al mercado informal que tiene tasas mucho más altas y prácticas que, creemos, no son saludables para la población.
La desinclusión financiera es una gran preocupación que podrá ser uno de los grandes impactos de la ley propuesta.
Además de la educación financiera, la solución en nuestra visión va mucho más por garantizar buenas informaciones de las instituciones financieras para que puedan conceder el crédito con una mejor evaluación de cuáles son los riesgos, por ejemplo, el acceso a informaciones de servicios públicos, informaciones de BPS, de la DGI, entre otras, que pueden traer una mejor capacidad de evaluar el riesgo y por lo tanto de practicar tasas mucho más bajas.
Creemos que alternativas para la re-estructuración de los créditos de los que son deudores es una forma de ayudar a quien no consiguió pagar su crédito, pero el problema de la usura en sí, no lo vemos como un tema que necesite de una nueva regulación.
¿Potenciar la reestructuración de créditos sí es necesario?
Creo que las propias instituciones están trabajando para ofrecer soluciones a la población para que puedan re-estructurar sus créditos con más facilidad, dentro de lo que es el proceso normal de conciliación y acuerdos con las instituciones.
¿Qué perspectivas tienen con respecto al atraso cambiario? ¿Cómo ha impactado en el negocio?
Se mezclan dos cuestiones muy grandes. La primera es que hay sí un atraso cambiario que el propio Banco Central calcula que es cercano al 10% de lo que sería la tasa normal. Tiene un poco de impacto, pero no creemos que sea un impacto relevante en la economía. Reduce un poco los ingresos de los exportadores, pero facilita y baja los costos de los importadores, en especial para los consumidores.
Hoy la tasa (del tipo de cambio) está en 39,8 y creemos que va a cerrar el año muy cercana a la tasa actual. Para 2024 debe cerrar el año cerca de 41 lo que no es un gran ajuste.
El gran impacto hoy que se habla del atraso cambiario es mucho más el problema de la situación de cambio en Argentina que el atraso cambiario en sí de Uruguay.
Hicimos un relevamiento y muchos de los costos básicos de vida de una persona en Argentina hoy es solo 25% del mismo costo en Uruguay, o sea que cuesta cuatro veces más consumir los mismos productos en Uruguay. Esto no se arregla con tasa de cambio de Uruguay, es un tema que depende de los ajustes que deben pasar en la economía de Argentina y que aún va a llevar un proceso de re-encontrar el equilibrio económica en Argentina.
En entrevista con Búsqueda dijo que la banca en Uruguay es de las más caras del mundo, ¿a qué lo atribuye?
Hay un estudio muy interesante de CERES, un análisis independiente del mercado de créditos de Uruguay que trae muchos datos que son novedosos y nos ayudan a entender la situación de la banca en Uruguay. Uno de ellos es cuando miramos el costo de la banca como porcentaje de los activos que tiene, de sus créditos; y vemos que el costo proporcional al crédito es de los más altos del mundo.
Cuando miramos los costos laborales como porcentaje de los costos totales, son bastante altos a nivel mundial.
Cuando miramos los niveles de eficiencia que son los costos totales como porcentaje de los ingresos vemos a la banca uruguaya con costos muy arriba de lo que son los costos promedio de los países de América Latina. Esto tiene impacto en la competitividad del sistema financiero, en la capacidad de conceder créditos a tasas más competitivas y ofrecer servicios a tasas más competitivas.
¿Por qué es necesario flexibilizar las reglas laborales en la banca?
Imagina que tienes un costo de 155 para el banco, esto significa que tu salario nominal es de 100, pero lo que vas a cobrar líquido en tu cuenta es solamente 38, o sea, cerca del 25% de tu costo es lo que vas a cobrar de verdad de lo que es tu costo real final para la banca. Gran parte de este costo viene de lo que es el costo de la Caja Bancaria, que hoy es cercano a 70 de estos 155. Indirectamente el empleado paga 70 a la Caja Bancaria y cobra solamente 38.
Hoy las personas son muy caras para lo que es la empresa, pero por otro lado perciben poco porque necesitan pagar un costo muy fuera de todo los patrones internacionales en terminos de costo de Caja Bancaria.
Un segundo tema contrario a lo que queremos que son las buenas prácticas de meritocracia y de valoración de los empleados son los aumentos automáticos de salarios y promociones por el simple pasar del tiempo, sin correlación con su performance.
Finalmente, tenemos hoy muchas dificultades de relocalizar personal en términos de movilidad física y de horarios y todas estas cosas sumadas tornan mucho más costoso servir en el mercado uruguayo y torna una situación peor para los clientes que no tienen la flexibilidad y el servicio que les correspondería y especialmente a los propios empleados que están pagando todos estos costos y falta de flexibilidad.
En lo que tiene que ver con la ciberseguridad hay cada vez más delitos y más significativos, ¿cómo debe abordarse este tema? ¿Falta conciencia a nivel país para enfrentar el tema?
Es un tremendo tema. Hoy vemos que las personas casi no andan con billeteras. El banco es una experiencia digital y es natural que el crimen migre también para el digital. Así como cuidamos de nuestra billetera o cerramos la puerta de nuestra casa cuando salimos, necesitamos aprender a cuidar de nuestra contraseña, del tipo de link que cliqueamos y cómo protegemos nuestra información para que no sea mal utilizada por los criminales. Creo que el punto principal es clavo es la conciencia, la educación en ciberseguridad y el entendimiento de cómo uno debe protegerse de los criminales. Hay un proceso constante de evolución de las instituciones financieras en términos de su aparato de combate al cibercrimen y de cuidar cada vez más a sus clientes ante potenciales ataques.
Creo que hay espacio para evolucionar en la regulación del tema. El propio Banco Central envío al Parlamento una propuesta que trata el punto de poder freezar fondos recibidos que, creemos, están involucrados en fraude. Además de proteger al cliente e intentar evitar el fraude poder evitar que al final el criminal pueda acceder a los fondos es clave para desincentivar y reducir las pérdidas para toda la sociedad. Es un tema que amerita más conciencia y una regulación que hoy no existe aún en Uruguay.
¿Cuáles son las perspectivas de Itaú para el próximo año?
Itaú sigue optimista en relación a su posición como uno de los líderes de la industria. Vemos un espacio importante en 2024 para consolidar nuestro crecimiento que fue muy fuerte a lo largo de los últimos años. Seguir trabajando para mejorar siempre la calidad de la atención y la experiencia de nuestros clientes. Debemos salir con nuevos productos como los pagos por transferecia (a través de QR) que va a traer una experiencia muy importante para los clientes. Tenemos la intención de seguir liderando las innovaciones en el mercado uruguayo y la atención digital, y finalmente, seguir apoyando a las pequeñas, medianas y grandes empresas del país en su crecimiento y en el crecimiento del propio país.