El dominio de China del mercado global de drones de combate se debe en parte a un gran esfuerzo financiado por el Estado, que busca elevar sus fuerzas armadas a "estándares de clase mundial"

Mundo > “Buenos y baratos”

China es el principal exportador mundial de drones de combate

Mientras Washington restringe sus ventas, Beijing gana clientes en Medio Oriente, Asia y África en el marco de una política de defensa que busca acelerar el desarrollo de unidades inteligentes no tripuladas
Tiempo de lectura: -'
30 de enero de 2023 a las 05:03

Los drones de guerra chinos, calificados por los expertos como “baratos” y “suficientemente buenos”, dominan ya el mercado mundial como consecuencia de la decisión de Washington de restringir las ventas al exterior de las empresas estadounidenses que los producen. Desde Arabia Saudita a Myanmar, y desde Irak a Etiopía, cada vez son más los ejércitos que recuren a proveedores chinos, ya sea para almacenarlos o para desplegarlos en diferentes campos de batalla.

En Yemen, la coalición liderada por Arabia Saudita utilizó drones chinos, también conocidos como vehículos aéreos no tripulados (UAV), como parte de una devastadora campaña aérea que mató a más de 8.000 civiles y rebeldes yemeníes en los últimos ocho años, según los observadores internacionales. En Irak, las autoridades reconocen que utilizaron drones chinos para llevar a cabo más de 260 ataques aéreos contra objetivos del Estado Islámico (ISIS) desde mediados de 2018.

En Myanmar, el ejército, también armado con drones chinos, concretó cientos de ataques aéreos contra civiles y grupos étnicos que se oponen a su toma del poder hace dos años. En Etiopía, en tanto, la flota de drones chinos, también integrada por otros de origen iraní y turcos, fue crítica para ayudar a sus fuerzas amadas a frustrar una marcha rebelde en 2021 que amenazaba con derrocar al gobierno. No son los únicos países que se proveen de drones chinos. También lo hicieron Marruecos, Egipto, Argelia, los Emiratos Árabes Unidos, Pakistán y Serbia.

Los datos del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI), que rastrea las transferencias mundiales de armas, muestran que China entregó unos 282 drones de combate a 17 países en la última década, lo que lo convierte en el principal exportador mundial. En comparación, los Estados Unidos, que tiene los vehículos aéreos no tripulados más avanzados, entregó apenas 12 drones en el mismo período, todos ellos a Francia y el Reino Unido, según el SIPRI.

El dominio de China del mercado global de drones de combate se debe en parte a un gran esfuerzo financiado por el Estado, que busca elevar sus fuerzas armadas a "estándares de clase mundial". El propio presidente chino, Xi Jinping, describió a los drones como capaces de “cambiar profundamente los escenarios de guerra” y se comprometió durante el Congreso del Partido Comunista celebrado el año pasado a “acelerar el desarrollo de capacidades de combate inteligentes no tripuladas”.

“Los drones son una parte importante del concepto de guerra informatizada de China”, afirmó John Schaus, investigador principal del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) con sede en Washington. “Las capacidades avanzadas como éstas le permiten a China llevar a cabo misiones lejos de sus fronteras con mucho menos infraestructura o riesgo político que si su personal militar estuviera físicamente presente”, explicó en un artículo publicado por el CSIS.

Si bien no se sabe que China haya llevado a cabo un ataque con aviones no tripulados, los desplegó en ejercicios militares alrededor de Taiwán (isla que Beijing considera como parte de su propio territorio) en septiembre último, después de la visita a la capital Taipéi de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, Nancy Pelosi.

Fu Qianshao, un experto en aviación militar chino, en declaraciones al diario Global Times, propiedad del Partido Comunista Chino, afirmó que los aviones no tripulados estarán entre las primeras armas que desplegaría Beijing en caso de un conflicto en el Estrecho de Taiwán, una lectura con la que coinciden los analistas occidentales al señalar como probable que el Ejército Popular de Liberación (EPL) utilice una gran cantidad de drones al comienzo de cualquier guerra en un intento por abrumar las defensas aéreas.

Hasta ahora, el enfoque principal del programa de drones de China fue replicar las capacidades de otros países. Su dron más vendido, el Caihong 4 (CH-4), es casi idéntico al MQ-9 Reaper de fabricación estadounidense; mientras que el popular Wing Loong 2 es similar al MQ-1 Predator, también de origen estadounidense. Según el gobierno chino, ambos no sólo son más rápidos que sus homólogos estadounidenses, sino que pueden transportar una mayor carga útil de armas.

Si bien son similares en diseño y capacidades, los aviones chinos son mucho más baratos, lo que los hace más atractivos para los compradores globales. Según los analistas del CSIS, el CH-4 y el Wing Loong 2 cuestan entre US$ 1 y US$ 2 millones cada uno, mientras que el Reaper cuesta US$ 16 millones y el Predator US$ 4 millones. “En términos de rendimiento y costo, los sistemas chinos son menos costosos y, en algunas áreas, menos capaces, pero esto no es una preocupación para muchos compradores, ya que la capacidad ofrecida es lo suficientemente buena”, asegura Douglas Barrie, investigador principal del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS).

“Las empresas chinas tienen en cuenta que sus compradores no son ricos. En algunos casos, les otorgan financiamiento y, en otros, la posibilidad de intercambiar drones por recursos naturales locales, como minerales”, dijo Zhou Chenming, analista del South China Morning Post. Factores que se suman a las restricciones a las exportaciones decididas por el gobierno de los Estados Unidos a sus fabricantes en el marco del Régimen de Control de Tecnología de Misiles, un acuerdo establecido en 1987 para limitar la proliferación de plataformas capaces de lanzar armas químicas, biológicas y nucleares.

Según los informes del SIPRI, Washington negó las solicitudes de aviones armados realizadas por Jordania, Irak y los Emiratos Árabes Unidos, lo que obligó a estos países a comprar a China. “China impone menos restricciones al uso por parte del usuario final”, apunta Franz-Stefan Gady, miembro principal del IISS. “Esto significa que los países que compran vehículos aéreos no tripulados pueden desplegarlos como mejor les parezca, incluso si violan el derecho internacional y los derechos humanos”, afirma el especialista.

Aunque las empresas estadounidenses siguen aventajando a sus pares chinas, algunos analistas sostienen que Beijing  podría ponerse al día rápidamente. Afirman que, aunque sus proveedores trabajan para mejorar las capacidades de prueba, desarrollo y fabricación, una vez que el concepto tiene viabilidad, sus fabricantes demostraron madurar rápidamente la plataforma tecnológica para la producción en gran escala. Como ejemplo, citan el caso del UAV Wing Loong 10, exhibido en la ciudad de Zhuhai. El dispositivo, capaz de realizar operaciones de guerra electrónica, pasó de la etapa conceptual a su producción en serie en sólo seis años.

Comentarios

Registrate gratis y seguí navegando.

¿Ya estás registrado? iniciá sesión aquí.

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 345 / mes

Elegí tu plan

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Te quedan 3 notas gratuitas.

Accedé ilimitado desde US$ 345 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 345 / mes

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Elegí tu plan y accedé sin límites.

Ver planes

Contenido exclusivo de

Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.

Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá

Cargando...