Cinco datos curiosos sobre Elvis Presley

Incluso en la muerte, Elvis fue el eje de varias situaciones curiosas. Su amigo Billy Mann vendió la foto exclusiva del cadáver al National Enquirer por US$ 18.000; durante el funeral un hombre atropelló intencionalmente a un grupo de fanáticos, matando a dos mujeres; y el cadáver del músico casi fue robado antes de su entierro.

La historia de Elvis, una de las figuras más influyente de la cultura popular estadounidense, cuenta con una increíble cantidad de curiosidades y momentos llamativos. Estos son algunos de ellos.

Cuando tenía 12 años, lo que Elvis más quería era una bicicleta. Aquel niño rubio (a partir de 1957 comenzó a teñirse de negro), sonámbulo y cuyo vínculo con la música era cantar en la Iglesia a la que sus padres asistían cada domingo, era el único hijo de Vernon y Gladys Presley, ya que su hermano gemelo, Jesse, nació muerto.

Su madre, en lugar de la ansiada bicicleta, le regaló una guitarra que el resignado Elvis empezó a aprender a tocar, sin saber que años después sería uno de los músicos más famosos del planeta.

En 1965, Elvis seguía siendo uno de los artistas más populares, pero desde el otro lado del Océano Atlántico llegaba una dura competencia: los Beatles. Los ingleses eran grandes admiradores de Presley, una de sus influencias musicales, por lo que en su primer viaje a Estados Unidos solicitaron una entrevista con "el Rey". Más allá de lo que significó el encuentro para los muchachos de Liverpool, los presentes concuerdan que no fue nada del otro mundo, al contrario, fue bastante incómodo y aburrido.

Priscilla Presley, esposa del músico, recuerda que al comienzo Elvis no les prestó mucha atención, hasta que en un momento tomó un bajo y comenzó a tocar sobre un disco. Pronto se sumaron los ingleses y acabaron tocando juntos, aunque en ningún momento intercambiaron palabras.

A pesar de que su principal pasión era la música, Elvis también era un entusiasta de los deportes. El fútbol americano y el squash eran dos de sus disciplinas favoritas, aunque su mayor vínculo era con las artes marciales.

Más allá de haber practicado boxeo en su juventud (y ser reconocido admirador de Muhammad Alí, a quien le regaló una bata para subir al ring que decía "Campeón del pueblo", Presley era cinturón negro de karate. Comenzó a aprender la disciplina japonesa en su período en el ejército, y luego llegó a utilizarlo sobre el escenario, tanto para hacer payasadas como para en una ocasión defenderse de un fanático que subió a agredirlo.

Elvis no solo disputa el hecho de haber sido el primer músico en contar con un videoclip para una de sus canciones (Jailhouse rock), sino que además, fue el primer artista, por ejemplo, en realizar una presentación en vivo que se transmitió por televisión al mismo tiempo.

Su show Aloha from Hawaii, de 1973, fue visto por 1.500 millones de personas en todo el mundo, una cifra superior incluso a la del aterrizaje del Apollo 11, en 1969. El espectáculo fue lanzado luego como álbum en vivo.

Presley aseguraba poseer un vínculo familiar con dos expresidentes estadounidenses. El primero es un tenue enlace con Abraham Lincoln. Isaiah Harrison, nacido en Inglaterra en 1689, tatarabuelo del futuro mandatario, era además antepasado de Elvis.

El Rey además era primo lejano de Jimmy Carter, quien justo ocupaba la Casa Blanca al momento de la muerte de Elvis.

Pero el presidente con el que más puede vincularse a Presley es Richard Nixon. Ambos mantuvieron una famosa reunión en 1970. El motivo fue la obsesión de Elvis con las armas (la asociación del rifle estadounidense creó una pistola especial con el nombre del artista) y las placas de policía. Presley le pidió a Nixon que lo convirtiera en agente especial de la agencia antidrogas DEA.

El presidente, que de antemano había recibido una pistola con siete balas de plata como regalo, aceptó recibirlo, aunque por supuesto, se negó a su pedido. De todas formas, el encuentro llegó a ser incluso fuente de inspiración para la película Elvis & Nixon, estrenada este año en Estados Unidos.