Cómo enfrenta el sistema de salud los contagios en geriátricos y qué estrategia aplica el gobierno

Como atenuante a esa realidad, el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, contó que el gobierno comenzaría a realizar un testeo “generalizado, progresivo y programado” en todos los hogares de ancianos. Dijo que algunos epidemiólogos habían recomendado hacer exámenes aleatorios pero que, de todas formas, por decisión del Poder Ejecutivo, los tests serían masivos con el foco puesto en los más vulnerables a la enfermedad.

Eso generó una encrucijada en los números del gobierno: ¿cómo testear de forma sostenida a las personas que viven en los residenciales sin descuidar el resto de la sociedad? La respuesta está en la capacidad de diagnóstico. La demanda de tests (entre 500 y 700 análisis aproximadamente) es menor que la oferta y los laboratorios mantienen aún una “capacidad ociosa” como señaló el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, semanas atrás.

AFP

Y aunque este lunes se realizaron 442 análisis, el país tiene una capacidad de diagnóstico de “cerca de 2000” exámenes diarios, según contó a El Observador el presidente de la Junta Nacional de Salud (Junasa), Luis González Machado. Además el jerarca reveló que al gobierno le cuesta “entre $3.500 y $3.900” la realización de cada análisis. Desde la llegada del virus al Uruguay hasta este lunes se han realizado 17.505 tests.

Pero esa alta capacidad de análisis hasta el momento ha sido dispuesta sobre todo para estudiar los testeos “asistenciales”. Es decir, los análisis de aquellas personas que sintieron síntomas del covid-19 y llamaron a su prestador de salud para pedirle un examen.

En estos días el gobierno está ejecutando un plan para ir más allá de eso. Sin dejar de ocuparse en la atención asistencial, el MSP se encargará de coordinar tests de “monitoreo” en varios frentes: geriátricos, construcción, educación y personal de salud.

En el caso de la construcción los análisis serán aleatorios, en distintas obras. El gerente general de la Asociación de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), Eduardo Henderson, adelantó a El Observador que los estudios a los obreros comenzarán con el transcurso de la semana.

Sin embargo, en los geriátricos se volcará buena parte del esfuerzo del gobierno. Y los testeos serán generales, no aleatorios. Es que esos centros generan alarma porque concentran a una buena cantidad de personas en un mismo lugar y todos sus residentes forman parte de la población de riesgo, sumado a las condiciones insalubres que algunos de ellos presentan. 

Este lunes, por ejemplo, se realizaron alrededor de 200 exámenes de diagnóstico a residentes y funcionarios del hospital geriátrico Pereyro del Campo. Pero aún falta completar los tests allí. Ese centro tiene 225 internados y casi 400 funcionarios.

Leé también

¿Qué se requiere para que un residencial esté habilitado y por qué hay tan pocos?

La subdirección general de Salud, el área encargada de llevar adelante la estrategia del gobierno en este sentido, está diseñando un plan al respecto. Salinas, por su parte, adelantó la fase inicial: el comienzo es por los residenciales críticos. Estos son aquellos que tienen ausencia de dirección técnica, así como los centros que tienen una mala relación entre cantidad de asistentes y cantidad de residentes, tanto como aquellos que han recibido una amonestación o sanción del gobierno en el último tiempo. "Luego iremos progresando hasta completar la totalidad de residencias", dijo este domingo el jerarca.

En línea con lo que contó Henderson, Salinas aseguró que esta semana se realizará un "muestreo aleatorio" en el personal de la construcción aunque manifestó su optimismo porque desde el gobierno han observado "con bastante satisfacción" que se han venido cumpliendo las medidas del MSP. También dijo que se está coordinando el testeo al personal de la salud pero únicamente a aquellos que están "especialmente expuestos" como los que se desempeñan en las áreas de CTI, puerta de emergencia y llamados a domicilio. 

Sin embargo, todos estos anuncios del gobierno se enfrentan a un cuello de botella reconocido por autoridades y expertos: la falta de hisopos.

"El único cuello de botella que tenemos en la realización de tests son los hisopos. Hemos tenido problemas con ellos dado que, evidentemente, están faltando en todos lados", aseguró Henderson en una reunión virtual que mantuvieron el viernes 17 de abril las autoridades del organismo con integrantes de la Comisión de Salud de Diputados y del Senado, según quedó registrado en la versión taquigráfica de la sesión.

En esa ocasión el jerarca también anunció que se está trabajando para producirlos en el país. "Existen (...) dos propuestas: una de la Facultad de Ingeniería, que está desarrollando hisopos a través de su elaboración por medio de impresoras 3D, y otra de la Facultad de Química. La Facultad de Arquitectura está trabajando en otro proyecto similar a través de la producción del medio de transporte. Si llegáramos a solucionar eso a través de la ayuda de la Udelar, estaríamos en excelentes condiciones, porque habría una industria uruguaya que no dependería de la importación de ningún elemento del exterior para todo esto", señaló en aquella oportunidad.

Un experto en el área también dijo a El Observador que hay falta de recursos humanos y de equipos de protección.

Todas esas complicaciones –y otras que pueden aparecer eventualmente– llevan a que el gobierno no quiera comprometerse a ninguna cifra en cuanto a tests a ancianos se trata y prefieren dejar que sigan resonando las dos palabras de Delgado que describen el plan: todo será "progresivo y programado".