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Con el sufrimiento en la garganta y el oportunismo de Papelito, ganó Nacional
El final del partido entre Nacional y Rampla jugado en el Estadio Centenario fue una locura. Un gol atrás de otro. Nacional pasaba a ganar y se lo empataba Rampla. De la alegría a la desazón en cada ataque. Hasta que apareció Sebastián Fernández con un toque sutil en el área para poner el 4-3 definitivo a favor de los tricolores que lograron así subirse a la cima de las tablas del Clausura (compartida con Peñarol) y de la Anual de manera solitaria, cuando falta solo una fecha para el final. El domingo enfrentará a otro descendido: Juventud de Las Piedras.
Nacional abrió el marcador rápidamente con un tiro de esquina servido por Santiago Rodríguez y un cabezazo de Matías Viña. Así, con esa fórmula, el tricolor se puso a ganar un encuentro donde tenía toda la presión en la piel.
Después de una semana llena de furia en contra de los árbitros, de la derrota frente a Defensor Sporting, de la caída al segundo lugar de las tablas de posiciones, el empate de Peñarol frente a Progreso del miércoles lo enchufó nuevamente en el campeonato.
Tenía que ganarle a Rampla, no había otra opción. Y más allá de las diferencias abismales entre un equipo y otro (el picapiedra descendió hace algunas fechas y se pasó el año cambiando de entrenadores), el equipo de Álvaro Gutiérrez se tenía que sobreponer a sus propios fantasmas.
A la escasez de juego, a la caída estrepitosa en las posiciones desde que perdió los seis puntos contra River y Cerro Largo, al bajón individual de varios de sus futbolistas, a la ira interna, más allá de la oposición del rival que de mitad de cancha hacia adelante cuenta con futbolistas interesantes. Además, no sería la primera vez que un equipo ya descendido le amarga el día a uno de los aspirantes al título.
El gol de Viña sació la sed de angustia. El tricolor encontró por la banda izquierda un camino directo hacia el arco de Rampla. Con las subidas de Viña, con la velocidad de Rodríguez que se movió por ese costado en reemplazo de Gonzalo Castro, que por gripe se quedó afuera del partido.
Al vigor juvenil que presentaba Nacional por la izquierda se asociaba la inteligencia para moverse y meter pelotas del argentino Pablo Barrientos, titular por primera vez en el Clausura. El tricolor pasaba por un momento de serenidad cuando Rafael García intentó cambiar de frente y le regaló la pelota a Juan Albín. El 10 emprendió una rápida carrera y metió la pelota al medio del área. Falló Mathías Laborda al rechazar y le quedó a Rodrigo Piñeiro, quien venció a Mejía.
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Con la simpleza que surge cuando dos buenos futbolistas se juntan en un campo de juego, así llegó Rampla al empate. Pero le duró poco la alegría al rojiverde, porque tres minutos después, los amigos argentinos se juntaron para decir, nosotros también podemos hacerlo. Barrientos ejecutó un tiro libre desde la derecha y Bergessio le ganó a todos los defensores rivales para meter el cabezazo y vencer al golero Samurio. Otra vez en ventaja, otra vez tranquilidad en el momento justo.
Matías Zunino y luego Matías Viña, tras sendos pases claros, inteligentes, de Barrientos, tuvieron la posibilidad de aumentar antes de que se terminara la primera parte.
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En la segunda, después de tres remates sin dirección de los jugadores de Nacional (Bergessio, Rodríguez y Zunino), Rampla empezó a manejar la pelota. Le faltaba profundidad.
Hasta que llegaron tres minutos de locura, inentendible en un equipo como Nacional que se está jugando el campeonato y va ganado. A los 66, después de una pared entre Piñeiro y Albín y una atajada fantástica de Mejía, apareció Saavedra para empatar en medio de una pasividad tremenda de los defensores tricolores.
A los 67 volvió a ponerse en ventaja el tricolor con un golpe de cabeza de Santiago Rodríguez tras un gran centro de Barrientos. Otra vez el equipo de Gutiérrez encontraba el antídoto de la tranquilidad. Era la noche de Nacional.
Sin embargo, con un poco de suerte y mucho de impericia de los defensores, porque lo dejaron avanzar y rematar solo a Gáspari, Rampla volvió a empatar a los 68 minutos. El disparo rebotó en Laborda y engañó a Mejía. Nadie en el Centenario podía creer lo que estaba pasando en la cancha.
Nacional se fue arriba, Gutiérrez quemó los cambios y puso a Sebastián Fernández, olvidado desde hace tiempo. Pero el Papelito tiene un ángel para los momentos más complicados y tiene la viveza del potrero en el alma: así definió el partido, con un toquecito de primera tras un córner ejecutado por Barrientos para poner el 4-3. De todas formas, la agonía de Nacional continuó hasta los descuentos y terminó con el sufrimiento en la garganta.
La ficha
Nacional: Luis Mejía; Guillermo Cotugno, Mathías Laborda, Felipe Carvalho, Matías Viña; Rafael García, Felipe Carballo; Matías Zunino, Barrientos, Santiago Rodríguez y Gonzalo Bergessio. DT: Álvaro Gutiérrez.
Rampla Juniors: Andrés Samurio, Claudio Servetti, Emiliano García, Gonzalo Rizzo, Gastón Roselló, Jhony Galli, Emanuel Beltrán, Rodrigo Piñeiro, Juan Ángel Albín, Santiago Gáspari y Mathías Saavedra. DT: Eduardo Espinel
Cambios en Nacional: 64' Thiago Vecino x G. Bergessio, 75' Gabriel Neves x G. Cotugno y Sebastián Fernández x S. Rodríguez
Cambios en Rampla Juniors: 83' Delis Vargas x J. Galli, 85' Gastón Díaz x S. Gáspari
Cancha: Centenario
Juez: Esteban Ostojich
Goles: 1' M. Viña (N), 16' R. Piñeiro (RJ), 18' G. Bergessio (N), 66' M. Saavedra (RJ), 67' S. Rodríguez (N), 68' M. Laborda (N) en contra, 79' S. Fernández (N)
Amarillas: 20' E. García (RJ) y G. Bergessio (N), 25' J. Galli (RJ), 31' M. Zunino (N), 56' G. Roselló (RJ), 71' M. Laborda (N), 85' M. Picún (ayudante técnico de Nacional), 86' M. Saavedra (RJ), 87' y 90' + 3' G. Díaz (RJ), 90' G. Neves (N)
Expulsado: 90' + 3' G. Díaz (RJ)
