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Condenaron a 5 años y 6 meses de cárcel a policía que mató a joven desarmado por la espalda

Sin darles la voz de 'alto', dos policías dispararon a un grupo de jóvenes desarmados
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17 de julio de 2023 a las 15:44

Una cámara de seguridad privada mostró con inusual claridad que a las 3:26 de la mañana, dos policías a pie daban vueltas en círculos en la esquina de Antonio Pena y Bachini (Carrasco Norte). Se veía perfectamente sus rostros y como no sacaban los ojos del piso, como si estuvieran buscando algo. Hasta las 3:41 iban y venían sobre sus pasos, para, en determinados momentos, recoger pequeños objetos –para la cámara, imperceptibles– del piso. 

A las 3:15 de la madrugada del 7 de julio de 2020, uno de esos policías le había disparado por la espalda a Guillermo Marenales (20 años). Este lunes el juez Alejandro Asteggiante lo condenó a 5 años y 6 meses de prisión por un delito de homicidio a título de dolo eventual. "En escasos 13 segundos decide disparar sobre la humanidad de una persona que se encontraba desarmada, e incluso al ver el arma, huyendo del lugar", expresa la sentencia a la que accedió El Observador.

El condenado y su compañero –que ya había aceptado un acuerdo abreviado por el delito de abuso de funciones– estaban custodiando una casa por la calle Antonio Bachini. Como hacía frío, se habían metido adentro del auto particular del condenado, aunque estaban vestidos de Policía.

Marenales y tres amigos venían caminando por Bachini en el sentido desde Acosta y Lara hasta Avenida Italia. Lo hacían por el medio de la calle e iban al encuentro de un grupo de chicas entre las que estaba su hermana y su novia. Al ver el auto, declaran los testigos, Marenales dijo que iba a orinar junto a él, pero uno de sus amigos le advierte que hay gente adentro.

El primer punto blanco en Antonio Pena es donde –aproximadamente– ocurrió el crimen. El segundo, en la esquina de Bachini y Nariño, fue donde se halló el cuerpo de Guillermo Marenales. El punto sobre Acosta y Lara puntualiza dónde dejaron de correr los tres jóvenes

La víctima se pone junto a la puerta del acompañante –que no daba a la calle, si no a las casas– y al ver que hay personas adentro, sigue caminando por el medio de la calle con sus amigos. En eso, el ahora condenado –que iba del lado del conductor– abre la puerta y les grita. Razón por la que Marenales se da vuelta para contestarle y, tras un breve intercambio de palabras, el Policía saca su arma de reglamento.

Eso genera que el joven se asuste y se diera vuelta para salir corriendo, pero aún así el policía le disparó. Aunque pudo correr cerca de una cuadra más, Marenales le pidió a sus amigos que lo dejaran en un arbusto, dado que no podía seguir corriendo y los policías continuaron disparándoles.

"Guillermo se acerca, que no se acerca en realidad, los cuatro hicimos así… (hace el gesto de las manos levantadas, mostrando que estaban desarmados) y ahí es cuando el policía empezó a tirar, porque si él nos dice por lo menos 'alto', nosotros nos quedábamos quietos, que íbamos hacer sino teníamos nada … cuando vio que tiró, corrió, él no habló ni nada con el policía… ”, declaró uno de sus amigos.

Lo que los policías recogen del suelo a las 3:26, estiman, eran los casquillos de las balas que no impactaron en nadie. En ningún momento, ninguno de los dos funcionarios reportó que hubiera habido una balacera.

¿Cómo se defendió el policía?

Prácticamente todo lo sucedido quedó grabado por cámaras de seguridad del Ministerio del Interior y de vecinos, razón por la que el Policía no negó haberle disparado a Marenales. Aunque sí sostuvo que él no murió por culpa del disparo, si no que fue a causa de otros enfrentamientos que hubo en la zona. Había un testigo de identidad reservada que declaraba que había habido otras balaceras esa noche.

Lo reforzaban diciendo que la hermana y novia de Marenales, que son las que poco más de una hora después lo encuentran muerto entre los arbustos, no lo habían visto la primera vez que pasaron por allí, si no la segunda. 

También aseguraban que el joven estaba armado y esa era la razón por la que tenía pólvora en las manos y que entonces él había actuado en legítima defensa.

"La orfandad probatoria presentada por la defensa aunada a una teoría del caso en la cual la muerte de Marenales se pudo deber a otro hecho ocurrido esa misma noche pero no por el disparo que efectuó (el policía acusado), resulta inverosímil y de escasa probabilidad en virtud de los hechos analizados y las pruebas que lo sustentan", expresó el juez.

En ninguna de las múltiples filmaciones analizada se ve que ni Marenales ni ninguno de sus amigos estuviera armado, el testigo reservado dijo que no vio a los tres sobrevivientes con armas y la pólvora en las manos de la víctima es probable que haya sido producto de que se tocó la herida y por eso se haya transferido, declaró la perito del caso sobre este último punto.

Para el juez, el argumento de que el joven murió por otro disparo que no fuera el de Roldán "no resiste el menor análisis" a raíz de todas las pruebas expuestas en el proceso.

¿Cómo se calcula la pena?

El juez Asteggiante señaló que, a la luz de las pruebas, no queda duda que lo cometido por el policía fue un homicidio. Pero restaba analizar de qué tipo: si fue por negligencia o a título de dolo eventual (este segundo tipo es más grave).

A su juicio, fue el segundo. Esto es porque, según la doctrina, hay "dolo eventual cuando el resultado previsible (...) en términos de posibilidad 'cercana a la certeza'". Por más de que no quisiera matarlo, el policía debió haber previsto que si le disparaba por la espalda era muy probable que muriera.

En sus palabras: "Existe la probabilidad razonable que el acusado, de profesión policía, con conocimiento del uso de las armas al efectuar un disparo a muy corta distancia y dirigido hacia la víctima Guillermo Marenales, existieran grandes chances que le causaran la muerte".

La Fiscalía de Homicidios de 3o Turno, que encabeza Adriana Edelman, quien junto a la fiscal adscripta Dahiana Padilla estuvieron en el desarrollo del juicio, había solicitado que se lo condene por ese delito a la pena de 6 años de prisión. El juez, valorando que se trataba de una persona sin antecedentes penales y diferentes normas que citó, determinó que la pena sea de 5 años y 6 meses.

El acusado esperó el juicio en libertad y no irá preso hasta que la sentencia quede firme. Es decir, si decide apelar la decisión de Asteggiante, permanecerá libre a la espera de la decisión del Tribunal de Apelaciones.

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