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Curtiembres dejan de perder pie pero costos dificultan despegue

Firmas que lograron sobrevivir dejaron atrás lo peor de la crisis pero alertan por competitividad
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25 de noviembre de 2013 a las 20:49

Fue una de las industrias más golpeadas por la crisis internacional de 2008 y 2009. En una década perdió alrededor de 7.000 trabajadores y hoy emplea solamente a unos 2.500 operarios. No obstante hoy, y tras cuatros años de pesimismo, el sector curtidor parece haber llegado a una meseta y ahora apuntar a crecer, pese a las restricciones que enfrenta por la baja protección para favorecer la industrialización local de la materia prima y los menores costos que tienen sus competidores en el mercado externo.

Los últimos datos del Índice de Volumen Físico (IVF) de la industria manufacturera confirman los indicios de una leve recuperación del sector. En setiembre el IVF de las curtiembres y los talleres de acabado creció 1,8%, mientras que en acumulado enero-setiembre la producción está 1,1% por encima de igual período de 2012. Asimismo, al cierre del tercer trimestre el índice de personal ocupado del sector curtidor creció 0,5% en la comparación interanual. No obstante, el índice de horas trabajadas mostró una caída del 1,29% en igual período.

Una fuente de la curtiembre Dofin reconoció a El Observador que el sector parece haber dejado atrás los peores años de la última década que sufrieron las empresas entre 2008 y 2012, como consecuencia de una abrupta caída en los precios de exportación y una retracción de la demanda mundial, básicamente por un freno en las compras de la industria automotriz. “Hoy podemos decir que estamos mejor que años anteriores, pero aún no recuperamos el nivel que teníamos previo a la crisis de 2008”, explicó. Agregó que esta coyuntura puede ayudar a que su empresa pueda mantener la actual plantilla de trabajadores pero precisó que no está pensado en el corto plazo incrementar la contratación de mano de obra. Dofin emplea hoy a 115 trabajadores y tiene previsto mantener este número para el próximo año.

“Hoy los negocios (con el exterior) están. Pero aún estamos en una posición de desventaja competitiva con los principales competidores como Asia, México o Brasil”, explicó a El Observador un jerarca de otra curtiembre local que prefirió el anonimato. En ese sentido, agregó que uno de los principales “problemas” que enfrentan las curtiembres uruguayas es que tienen “restricciones” para acceder a la materia prima (ver aparte).

Gremio optimista
El dirigente de la Unión de Obreros Curtidores (UOC), Pablo García, se muestra confiado en que las curtiembres locales podrán sostener el ritmo de ocupación el próximo año. “Si bien no se ha dado ningún anuncio oficial, todo se está preparando para que el 2014 sea un año productivo. Ahora se está en medio de la licencia anual, por lo que tanto para Bader como para JBS la perspectiva es que el año que viene sea de mucho trabajo. Hoy ya no hay ningún trabajador en el seguro e inclusive estuvieron entrando algunos zafrales de la bolsa de trabajo que se había establecido”, declaró el dirigente sindical el diario maragato PrimeraHora.

Para García, todo apunta a que en 2014 la situación de la industria se normalizará. Hoy la curtiembre, Bader tiene a sus 300 trabajadores en actividad. En tanto, el gigante brasileño JBS (propietario de Zenda) tiene en esa misma planta a 85 empleados que operan en la sección de cuero semiterminado para el procesamiento de cuero húmedo (wet-blue) que se destina para la industria del calzado.

JBS es el principal operador de la industria curtidora en Uruguay. Además de Zenda y el arrendamiento con opción a compra de una sección industrial de Bader, JBS tiene vigente un acuerdo con la cooperativa de trabajadores El Águila de Florida por el cual procesa parte de los cueros que obtiene de la faena del Frigorífico Canelones.

Industria perderá 250.000 cueros
Un tema recurrente que las curtiembres denuncian hace varios años a las autoridades del Poder Ejecutivo es el volumen de cueros que se exporta al exterior con un mínimo proceso industrial (salado). Según estimó una fuente de la industria, con una faena estima de 2 millones de cabezas para este año, unos 250.000 cueros (12,5% del total) serán enviados al exterior sin procesar. “Esto pasa porque Uruguay es el país de la región (Argentina, Brasil y Paraguay) que menos protege la exportación de cueros con un bajo proceso industrial” explicó el empresario. Esto muchas veces opera como un “obstáculo” para que las curtiembres puedan hacerse de la materia prima. La mayoría de los cueros salados que exporta Uruguay, tienen como destino el mercado asiático.

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