Defensa aumentará controles internos para evitar ingreso de desertores

El asesino era un desertor de la Armada, desvinculado de esa fuerza algunos meses atrás. El diario El País informó este sábado que los tres soldados asesinados no debían haber sido aceptados en la Armada Nacional, debido a que incumplían la normativa. Uno había sido expulsado del Ejército luego de faltar más de 144 horas a trabajar; otro había sido dado de baja, también del Ejército, pero por notoria mala conducta, y el tercero tenía antecedentes por hurto, tal como informó el programa Séptimo Día la semana pasada.

Ante esta situación, el ministro de Defensa, Javier García, decidió aumentar los controles internos que realiza cada fuerza y piensa en crear una “ventanilla única” que centralice la información de los ingresos y bajas que se realizan en el Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada Nacional, para evitar que la situación se repita, según informó Santo y Seña y confirmó El Observador a partir de fuentes de ese ministerio.

El ministro ordenó a su equipo comenzar a trabajar acerca del tema y el objetivo es que la información de altas y bajas se actualice cada un mes. Si bien se van a continuar realizando desde cada una de las fuerzas, quien coordinará la información será Defensa. Los subalternos tienen contratos que se van renovando año a año.

A su vez, García se reunió con el ministro del Interior, Jorge Larrañaga, y le solicitó que Policía Científica agilice y preste especial atención a la emisión de los certificados de buena conducta a quienes piden el ingreso a alguna las fuerzas, según informó Santo y Seña.

En 2019, 156 subalternos desertaron en las Fuerzas Armadas. La cifra es la más alta de los últimos cinco años. Desde 2014 fueron 775, de acuerdo a los datos publicados por El País. No se les realizó un seguimiento.

García junto a Larrañaga y el secretario de Inteligencia del Estado, Álvaro Garcé, se reunieron este lunes con el presidente Luis Lacalle Pou, por temas de coordinación entre los ministerios en el combate al delito y narcotráfico.  

La Armada se encuentra realizando una investigación administrativa exhaustiva acerca de las fallas que terminaron en el triple homicidio. Una realizada de urgencia concluyó que hubo "notorias fallas" a los protocolos vigentes y determinó el cese del comandante de Infantería de Marina, Marcos Saralegui.

El asesino de los tres infantes estuvo seis años en servicio en la Armada y en marzo fue cesado del cargo luego de faltar a trabajar durante cinco días, lo que se considera deserción en la conducta militar. 

No era la primera vez que sucedía algo así, ya que en otras ocasiones había llegado tarde a las guardias. Cuando sus jefes le comunicaron que sería dado de baja, alegó que tuvo "un motivo personal" por el que no concurrió a trabajar durante esos cinco días, informaron a El Observador fuentes de la investigación.

El entonces infante de Marina que tiene 26 años es adicto a las drogas, especialmente a la pasta base, y los investigadores presumen que por esta razón comenzó a tener problemas en el trabajo.

Además de reforzar los controles internos, García ordenó a los comandantes que reiteren la importancia de cumplir los protocolos de las guardias con comunicaciones constantes y revisión de las unidades.

El ministro quiere que la política de defensa nacional sea "de Estado", como la exterior, y este lunes llamó al presidente del Frente Amplio, Javier Miranda, y al secretario general del Partido Colorado, Julio María Sanguinetti, para solicitarles una reunión formal con ambos partidos políticos. También habló con Cabildo Abierto, que tiene al coronel retirado Rivera Elgue como subsecretario de Defensa.

En los próximos días habrá reuniones formales con los partidos en las que el jerarca aspira a comenzar a debatir acerca de la visión y el rol de las fuerzas armadas para este periodo y los siguientes.