Los jugadores y dirigentes de Villa Española, institución intervenida por el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) desde el 21 de junio, fueron amenazados durante el partido entre ese club y Racing, disputado este domingo en el Parque Palermo, dijo el secretario general de Villa Española, Omar Cazarré, al programa Ciudad viva de TV Ciudad.
Según Cazarré, los responsables fueron "algunos hinchas" y "gente no identificada con el club". Miguel Romero, presidente desplazado de la institución por la intervención del MEC, confirmó a El Observador esta versión de los hechos, y expresó que en el transcurso del partido se dieron varias "agresiones verbales", que luego derivaron en un "tumulto" en la tribuna del equipo al final del partido.
Al finalizar el partido, Romero bajó a la cancha a saludar a los jugadores "como siempre", y fue a consultar a la seguridad del partido sobre los hechos. Los oficiales se encargaron de "generar los movimientos necesarios para salvaguardar la seguridad de los que estaban ahí", en lo que el presidente saliente destacó como un "buen trabajo".
Las complicaciones siguieron hasta los vestuarios, donde según Cazarré los jugadores permanecieron alrededor de 45 minutos antes de salir. Romero explicó que se pidió apoyo a la policía para garantizar la seguridad de los futbolistas, pero a su salida no ocurrieron inconvenientes. "Había hinchas afuera, cuando salieron (los jugadores) fueron aplaudidos", destacó el mandatario.
Según Cazarré, la intención de muchas de estas personas es que la directiva actual se vaya de forma definitiva del club. Personas que concurrieron al partido detallaron a El Observador que algunas de las agresiones fueron dirigidas a la dirigencia desplazada, a la que responsabilizaron por la intervención al club, y a la que pidieron su salida.
Otros gritos fueron para Santiago "Bigote" López, jugador y referente de la institución, al que también pidieron que se fuera y lo acusaron de buscar un cargo político.
Los reclamos por las manifestaciones políticas de Villa Española fueron el punto más polémico dentro de la denuncia realizada por un grupo de socios en diciembre de 2021, que llevó a que el MEC definiera la intervención. Entre las pruebas se encontraba una foto de los jugadores del club firmando en contra de la LUC con la indumentaria del equipo, y una fotografía de López con una remera en contra de esa ley por debajo de la camiseta en un partido.
Sin embargo, también se reclamó por la falta de una elección de autoridades anual, ya que las últimas elecciones habían sido realizadas en 2020 y sin el marco de una asamblea general de socios, y por la ausencia de una comisión fiscal, encargada de aprobar los balances de la institución.
Cazarré dijo que "no es nuevo" que la directiva saliente del club reciba amenazas. En la asamblea de 2020, declaró, el clima fue igual de "espeso", también "hubo amenazas" e "intentos de que la asamblea no se hiciera".
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