Desde el exterior aplauden la arremetida antitabaco de Vázquez

El "poder blando", escribió hace años el académico estadounidense Joseph Nye, es la capacidad de obtener lo que uno desea por medio de la atracción y la persuasión en vez de amenazas de coerción u ofertas de pago.

Para un pequeño país como Uruguay la atracción y la persuasión, así como la reputación, son sus principales herramientas -por no decir las únicas- para hacerse notar en la esfera internacional. Hay temas de la agenda internacional en los que el país logró posicionarse como punta de lanza ya sea por su compromiso internacional, como las misiones de paz, o por sus acciones domésticas. Entre este segundo tipo se sitúan algunos temas vinculados a la salud.

Eso se puso de manifiesto este lunes cuando el asesor de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Guy Fones, y el representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Uruguay, Giovanni Escalante, ponderaron el trabajo del gobierno para combatir las Enfermedades No Transmisibles.

"Ustedes van ahora a la rambla y la gente está haciendo ejercicio, usted va a un restaurante en Uruguay y no hay sal (en la mesa), usted va un lugar público cerrado y no se está fumando. Ha habido una prohibición muy efectiva para eliminar el fumar en espacios públicos", ejemplificó este lunes Escalante en una conferencia de prensa.

El ataque normativo que el presidente Tabaré Vázquez plantó al tabaco desde su primera administración -con medidas que le llegó a valer al estado uruguayo un juicio de la tabacalera Philip Morris que terminó ganando- posicionó al país como un ejemplo mundial en la lucha contra las enfermedades no transmisibles. El mandatario ha recibido reconocimientos por su labor en varias zonas del planeta.

Ese esfuerzo y esa intención, que difícilmente se pueda explicar sin acudir a la formación médica del presidente, se coronará esta semana con la Conferencia Mundial de Enfermedades No Transmisibles que se desarrollará en suelo montevideano entre el 18 y el 20 de octubre con la presencia de más de 30 ministros de Salud y más 500 participantes de un centenar de nacionalidades.

Fones aseguró que esta conferencia es uno de los "hitos más grandes" en el camino a entender, enfrentar y controlar las enfermedades no transmisibles. "Agradecemos la motivación y el interés personal del presidente de Uruguay", dijo el asesor de la OMS. La conferencia es un preámbulo de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas de setiembre de 2018 que tratará de forma especial el combate a las Enfermedades No Transmisibles.

"Es un reconocimiento a la tarea que los uruguayos han llevado adelante contra el tabaco (...) El pueblo debe sentirse orgulloso del respaldo internacional que tiene el país", dijo Vázquez sobre la decisión de Naciones Unidas de apaoyar a Uruguay como el organizador de la conferencia.

Como producto de la conferencia se presentará un documento llamado Hoja de Ruta de Montevideo que ya fue aprobado por consenso y que constituirá la base para la discusión del próximo año en Naciones Unidas.

Vázquez calificó la hoja de ruta como "un muy rico documento, extenso y conciso, porque analiza diversos niveles de participación y acciones que deben llevar adelante los gobiernos, la sociedad civil y la academia" para enfrentar estas enfermedades.

El presidente enfatizó que si se tomaran las medidas adecuadas, un tercio de las enfermedades y muertes podrían ser evitadas y, con ello, algunos de los US$ 50.000 millones que se destinan para tratarlas.

En este sentido, el mandatario anunció que el gobierno uruguayo seguirá implementando medidas para la lucha contra el tabaco. El ministro de Salud Pública, Jorge Basso, anunció que el gobierno tiene pronto el decreto sobre empaquetado plano de cajas de cigarros -no se verá la marca en la cajilla- que será presentado en los próximos días.

"Analizamos las experiencias a nivel internacional, vinculadas al cumplimiento de los convenios marco, que estimulan el empaquetado genérico para desestimular el consumo de tabaco", dijo en conferencia de prensa.

El objetivo del gobierno es disminuir la prevalencia del tabaquismo un 20%, según había adelantado Basso en julio de 2016.