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Desde votaciones hasta expulsiones virtuales: las sesiones a distancia que se proponen en Diputados
El presidente de la Cámara de Diputados, Martín Lema, presentó a los siete partidos con representación parlamentaria una propuesta de modificación del reglamento para incorporar la posibilidad de sesionar de forma virtual.
Mientras que Lema y su equipo ya avanzan en cómo implementar técnica y reglamentariamente esa propuesta, dentro de cada partido hay visiones dispares respecto a qué tan viable es el parlamentarismo a distancia, en particular por las “garantías” que se deben asegurar en el trabajo legislativo.
A eso se agrega que los legisladores consideran al reglamento como un tema "sensible" que merece una especial atención y estudio en caso de querer implementarle modificaciones.
Si bien el Parlamento ya ha tenido una serie de reuniones a distancia en el marco de la emergencia sanitaria, hasta ahora esa modalidad se ha limitado únicamente a sesiones de comisiones –específicamente comisiones de índole informativa– que carecen de carácter formal, por no estar contemplados por reglamento.
Además de la innovación en cuanto a dispositivos técnicos, la posibilidad de llevar adelante sesiones virtuales requiere un cambio en la normativa interna que regula la actividad parlamentaria.
Los cambios propuestos por la presidencia de la cámara habilitarían a votar de forma virtual, tanto en comisión como en el plenario.
La propuesta que presentó Lema, y a la que accedió El Observador, plantea que se puedan convocar sesiones a distancia con “carácter excepcional” y con el apoyo de una mayoría especial. Según el texto entregado a los partidos para su discusión, las convocatorias virtuales requerirían dos tercios del total de Diputados y se limitarían a “casos de fuerza mayor o imprevistos graves, así como en todo caso donde la realización de sesiones en forma presencial sea susceptible de poner en riesgo derechos inherentes a la personalidad humana”. “En dichos casos se determinará la instancia y/o período por el cual se sesionará en forma virtual, dejando constancia de los motivos que originan la decisión adoptada”, agrega la propuesta de modificación.
A su vez, el presidente de la cámara también tendría el derecho de fijar sesiones en forma virtual ante casos de imprevistos graves, aunque en ese caso se requerirá “la ratificación correspondiente” de los legisladores, también con mayoría de dos tercios.
“Dicha ratificación se efectuará al inicio de la sesión virtual dispuesta por el presidente, y en caso de no alcanzar la mayoría reglamentaria especial requerida, se dará por finalizada la misma”, indica la propuesta.
Lema explicó que ese agregado está pensado “por si hay un imprevisto que impida que los legisladores se presenten a aprobar una iniciativa que requiere cierta urgencia” y ni siquiera se pueda planificar la convocatoria con antelación.
“Poniendo un ejemplo por el absurdo o no tan absurdo. Si aparecen casos de covid-19 entre diputados, ¿qué pasa con las cuarentenas? ¿cuántos tienen que ir en cuarentena? Más allá de que en principio están los suplentes, esto da más opciones y herramientas para tener arriba de la mesa. Después se ve si hacer uso o no”, señaló.
Cerrar sesión
El reglamento propuesto por Lema contempla cómo llevar al plano digital las múltiples prácticas y rutinas parlamentarias, desde el conteo de los votos y el quórum hasta el llamado al orden o expulsión.
De todas formas, los detalles de esas prácticas formarían parte de un “instructivo” en el que todavía se está trabajando. “El Presidente de la Cámara aprobará el Instructivo de funcionamiento de las sesiones virtuales, previo informe de los servicios técnicos, debiendo notificarlo a los Representantes por cualquier medio hábil con una antelación no menor a cinco días hábiles a la fecha de su aplicación. Cualquier modificación que se efectúe respecto del Instructivo, deberá cumplir los requisitos establecidos en la presente disposición”, señala uno de los artículos del reglamento propuesto a los partidos.
En caso de prosperar, para las votaciones ordinarias los representantes “deberán expresar –a requerimiento del presidente de la Cámara– su voto por la afirmativa levantando la mano de la forma que se indique en el Instructivo”. Para las votaciones nominales, “cada representante, a requerimiento del secretario, pronunciará el nombre de la persona por quién vota, en caso de elección, o la palabra 'Afirmativa' o 'Negativa' en caso de votación de un asunto”.
En el texto presentado se señala que las sesiones virtuales no podrán incluir votaciones secretas, sí previstas para las sesiones presenciales.
Otro artículo expresa que el quórum reglamentario será el mismo que el que se prevé para las sesiones presenciales, y que “se comprobará la identidad de los representantes presentes, mediante los medios establecidos en el Instructivo aprobado por el Presidente de la Cámara”.
“Los representantes, al participar en forma virtual, deberán visualizarse en la pantalla al momento de determinar el quórum inicial y en todo momento en que se requiera asegurar el quórum, así como al emitir sus votos y hacer uso de la palabra en los casos previstos por el presente Reglamento”, indica el texto.
La distribución de los asuntos entrados, que se suele entregar en mano a cada banca, se efectuaría mediante el correo electrónico institucional de cada representante, y “en caso de imposibilidad por razones técnicas u otras debidamente fundadas, se cursará al correo electrónico alternativo provisto por el legislador”.
El uso de la palabra, en tanto, se pediría “mediante la herramienta electrónica que el sistema informático posibilite”, estando también sujeto a lo que indique el instructivo. Un procedimiento análogo se aplicaría para presentar asuntos escritos.
Otro artículo estipula que “en caso de ordenarse la expulsión de un representante por parte del presidente, en aplicación del presente reglamento, el mismo lo retirará de la sesión virtual”.
