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Despedida de Maradona: preocupan contagios de covid-19 ante aglomeración en el velorio
El velatorio del astro argentino Diego Maradona que se realizará hasta la tarde de este jueves en la Casa Rosada presenta un desafío sanitario para las autoridades argentinas, que están en alerta ante las aglomeraciones generadas en plena pandemia de covid-19 así como la circulación de gente en un mismo espacio cerrado.
El velorio de Maradona se realiza en un momento en que en Argentina no logra disminuir los casos y siguen vigentes restricciones a la circulación y las instituciones educativas permanecen cerradas.
Mientras se espera que al velatorio asista cerca de un millón de personas -el acceso del público es libre-, el gobierno argentino activó un protocolo de ingreso para evitar un aumento de contagios en los próximos días.
Para acceder al funeral primero se debe entrar a la Plaza de Mayo por el corredor habilitado, demarcado con un importante vallado para facilitar el control en el ingreso. La policía deja entrar de a grupos que pasan en fila frente al féretro sin detenerse y siguen camino hacia la salida.
El Ministerio de Salud de Argentina pidió a los fanáticos que cumplan con las medidas de prevención para evitar contagios, como el uso del barbijo y mantener dos metros de distancia.
La policía montó un fuerte operativo de seguridad con vallados afuera del edificio de gobierno para contener a los asistentes. Sin embargo, esto no impidió las aglomeraciones e incluso disturbios provocados por un numeroso grupo de hinchas que ocurrió poco después de las seis de la mañana cuando abrieron las puertas de la Casa Rosada, según informó Infobae.
Hubo empujones, corridas y botellazos ya que decenas de fanáticos no quisieron esperar y comenzaron a generar incidentes para entrar a despedir al ídolo.
La zona de la Plaza de Mayo quedó desbordada desde la madrugada del miércoles a última hora de la noche, cuando comenzaron a acercarse los argentinos. Además durante la noche cientos se congregaron frente al Obelisco en la Avenida 9 de Julio para rendirle homenaje a Maradona.
El presidente argentino Alberto Fernández decretó tres días de duelo y suspendió las actividades oficiales que tenía programadas. Contó que su primera idea fue velarlo en la cancha de Argentinos Juniors, pero que luego habló con la exmujer de Maradona, Claudia Villafañe, y le comentó las dos opciones. "Ella prefirió la Casa de Gobierno", dijo en entrevista con radio Mitre.
Además, advirtió que estaba "organizando todo para que no haya aglomeración de gente y que se permanezca el menor tiempo posible en el lugar cerrado”.
Alerta por covid
El miércoles en la tarde, antes de saber que el velorio se realizaría en la Casa Rosada, el infectólogo Eduardo López que integra el comité de expertos del gobierno argentino, señaló al diario La Nación que esperaba que la despedida de Maradona se realizara al aire libre. "Hay que tener en cuenta que los velatorios están restringidos, porque se ha visto tanto en la Argentina como en Estados Unidos que son lugares de transmisión de covid-19. Si de repente allí hay un superpropagador puede causar un desastre, porque puede infectar a una gran cantidad de gente".
Para Lenin de Janon Quevedo, director de la carrera de Medicina de la Universidad Católica Argentina, el velatorio de Maradona encierra una "paradoja "compleja de resolver. "Se trata de una situación difícil, pero es cierto que hay que buscar y ofrecer alguna solución. Se trata de rendirle homenaje a una persona muy querida por los argentinos, idolatrada. Y desde ese punto de vista es un evento natural y humano. Pero también estamos en un contexto de pandemia, y hay suficiente evidencia de que las aglomeraciones, como puede suceder en un evento de este tipo, son lugares en los que se produce una súper difusión del virus, que puede tener resultados muy desfavorables. No se necesita que muchas personas estén contagiadas para provocar un desastre", remarcó.
La decisión de organizar un velorio multitudinario no fue bien recibida por algunos argentinos que a través de Twitter relataron que se vieron impedidos de despedir a sus familiares fallecidos durante la pandemia.
