El cierre del mercado cambiario de la segunda semana del año no mostró grandes sorpresas respecto a la tónica de los últimos días caracterizada por una fuerte presión bajista y una participación activa del
Banco Central (BCU) para evitar un descenso mayor del dólar.
En la operativa mayorista de este viernes el promedio cerró sin cambios respecto al jueves a $ 28,58, pero de los US$ 55,6 millones que se transaron por las pantallas de
Bevsa, la autoridad monetaria adquirió US$ 38 millones. En la semana, el billete verde cerró con un descenso de 0,13%, con compras del BCU acumuladas por US$ 121,5 millones.
Desde que arrancó el 2018, el BCU ha intervenido en forma consecutiva en todas las jornadas. De los US$ 386,7 millones que se han operado, el ente regulador compró US$ 226 millones. La moneda estadounidense está hoy unos 20 centésimos por debajo de la última operación del año pasado ($ 28,76).
La baja del tipo de cambio se da en un contexto de fuertes protestas de los productores rurales por la pérdida de rentabilidad en sus negocios. En paralelo, el país va camino a una temporada estival récord. Ello provoca que la fuerte afluencia de turistas extranjeros en las costas uruguayas aumente la oferta dólares disponible en la plaza financiera, lo que tiende a fortalecer al peso uruguayo.
Por su parte, en los vecinos el tipo de cambio tampoco muestra señales de debilidad sino todo lo contrario. En Brasil, por ejemplo, el real se apreció 0,85% frente al dólar esta semana y cerró a 3,20 unidades. En tanto, en
Argentina, el dólar minorista cerró la semana con un retroceso de 20 centavos para quedar en 19,01 pesos argentinos, según el promedio que realiza el Banco Central (BCRA).