Si bien desde mediados de marzo llovió y las precipitaciones fueron muy bienvenidas en el sector productivo, el volumen del agua recibida en los predios no fue el mismo en todos lados. Hay campos donde llovió de buen modo, pero en otros no e independientemente de la cantidad en muchos casos el agua llegó tarde, dado que hubo daños que ya no se pueden corregir.
Un ejemplo son cultivos destinados a producción de granos de soja y maíz que, dado que el productor ya proyectó iban a dar pérdidas, fueron cosechados y enfardados para su uso como alimento para ganados, de modo de al menos obtener algo.
La remisión de leche desde los tambos disminuyó, hubo ganaderos que vendieron animales con menos kilos de lo adecuado, granjeros tuvieron cosechas de menor volumen y calidad en varios rubros y los perjuicios han ocurrido en otras áreas, como la avicultura, la apicultura y hasta la forestación.
La emergencia agropecuaria declarada por el gobierno tiene vigencia hasta el 30 de abril y con eso como marco existe un conjunto de asistencias a los productores, encaminadas por decisión del gobierno y ejecutadas por diversos ministerios y otros organismos.
Este martes, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) presentó un "Manual de gestión de ayudas ante la emergencia agropecuaria".
El objetivo es que el productor sepa cómo y dónde informarse y/o postularse para acceder a los apoyos, de acuerdo a las características de su emprendimiento.