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Eduardo Bonomi, el ministro más cuestionado otra vez en jaque

Pese a las críticas, el ministro del Interior ha tenido el respaldo de dos presidentes
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27 de junio de 2019 a las 05:01

Leonardo Sinopoli bajó seis pisos caminando y salió por la puerta lateral del edificio central de la Jefatura de Policía de Montevideo sin que nadie lo detuviera. Rocco Morabito, Matías Acosta y Bruno Díaz rompieron una ventana, salieron a la azotea de la Cárcel Central, se metieron en un apartamento y fugaron hacia un destino desconocido sin que ninguna de las cámaras instaladas en el establecimiento penitenciario los registrara.

La fuga masiva, ocurrida a menos de una semana de las elecciones internas, es la última gran crisis que vive la cartera encabezada por Eduardo Bonomi, el tupamaro de confianza de José Mujica que llegó al Ministerio del Interior por seis meses -según estaba estipulado en el plan inicial- y ya lleva más de nueve años.

La oposición ha pedido hasta el cansancio su renuncia, mientras desde el oficialismo se han dedicado a respaldarlo, aunque el paso del tiempo y diferentes situaciones hicieron que se apoyo se enfriara. De hecho, el candidato favorito de la interna frenteamplista opinó que Bonomi había cumplido un ciclo.

La gestión de las cárceles ha sido uno de sus principales dolores de cabeza. El “Bicho” –como lo apodan– llevaba 130 días en su cargo cuando se produjo la peor tragedia carcelaria de la historia uruguaya. Doce reclusos de la cárcel departamental de Rocha murieron tras un incendio que afectó a uno de los pabellones. La situación lo obligó a asistir al Parlamento para brindar explicaciones y ante los legisladores ensayó respuestas que se repetirían con el paso del tiempo: dijo que no había habido omisiones y responsabilizó a la oposición por la poca inversión en el sistema carcelario cuando estaban en el gobierno, lo que había provocado el hacinamiento.

La próxima semana, Bonomi volverá al Palacio Legislativo para explicar qué fue lo que ocurrió el domingo 23 de junio, cuando las celdas del piso 6 de la Cárcel Central estaban abiertas y ninguno de los guardias encargados de la custodia vio cómo se escapaba el narcotraficante internacional conocido como “rey de la cocaína”. Sinopoli fue recapturado este miércoles en Salto mientras Interpol sigue las huellas de Morabito y los otros dos reclusos aunque presume que están fuera del país.

La fuga provocó la renuncia del director del Instituto Nacional de Rehabilitación, Alberto Gadea, quien será sustituido por Ana Juanche, que hasta el momento se desempeñaba como subdirectora técnica. Será la cuarta en asumir en los últimos tres años.

Gadea había asumido en noviembre tras la salida de Gonzalo Larrosa, quien renunció luego de que se conociera que brindó información falsa respecto a la muerte de un interno. El ministerio accedió a esta información tras una denuncia del comisionado parlamentario Juan Miguel Petit. Larrosa, un licenciado en Educación que era de confianza del ministro, tenía más de 20 años en el área penitenciaria y venía de dirigir la Unidad 4, el exComcar. Había sido designado en marzo de 2017 tras la renuncia del anterior director, Crisoldo Caraballo, quien se fue por diferencias en el funcionamiento del INR, especialmente por la falta de recursos.

Cinco años antes, en abril de 2012, tres motines en menos de una semana en el Comcar finalizaron con un guardia y un recluso muerto, y provocaron la salida de Alcides Caballero, el primer director del INR, quien declaró que hubo “actores políticos” que incentivaron a presos a realizar motines y se contactaban con narcotraficantes recluidos. Los módulos 4 y 5 finalizaron completamente destruidos y cientos de reclusos debieron dormir varias noches en el patio del módulo 8.

Corrupción y cifras

La eliminación de la corrupción policial era una de las banderas que Bonomi sacaba a relucir cuando la oposición pedía su cabeza, aunque la situación cambió este 2019. A fines de mayo, seis oficiales fueron enviados a prisión por extorsionar y amenazar a un hombre para robarle $275.000, un caso que provocó que el ministro tuviera que relevar a toda la Zona IV de Montevideo.

Ahora, la investigación interna también apunta a que hubo corrupción. El subsecretario Jorge Vázquez lo reconoció este martes en una reunión interna del Ministerio del Interior. “Los tipos que se escapan no son adivinos. Alguien tiene que haber contado por dónde ir... Eso no se arregla de un día para el otro", dijo y luego agregó que “el núcleo de quien arregló estas cosas está ahí adentro", según supo El Observador. Veinte policías están siendo sumariados, aunque algunos continúan en sus cargos. Este miércoles, se produjeron otras dos fugas, también mediante boquetes, en la cárcel de Santiago Vázquez.

Pese a que ha contado con un presupuesto récord, el Ministerio del Interior no ha podido detener el aumento de los homicidios, que en 2018 fueron 414, un incremento de 45,8% respecto a 2017. Las rapiñas, en tanto, fueron 29.904, un 53,8% más que el año anterior, pese a que el presidente Vázquez se había comprometido a bajarlas un 30% en este período de gobierno, una promesa que ya asumió que no cumplirá. El ministro se ha defendido señalando que el aumento obedece a la puesta en marcha del nuevo Código del Proceso Penal.

La construcción de las estadísticas ha sido criticada desde el Frente Amplio por el exdirector del Observatorio de Violencia, Rafael Paternain, quien renunció a su cargo asegurando que la cartera cambió la forma de medir el índice de criminalidad.

El 4 de noviembre de 2013, el asalto a un almacén del barrio Santa Catalina derivó en tragedia cuando un policía le disparó a Sergio Lemos, un joven que pasaba en su moto frente al comercio. La tristeza de los vecinos derivó en violentas protestas callejeras de las que participaron hasta 400 personas  y provocó un debate acerca del “gatillo fácil” de la policía.

En este período, Bonomi también ha debido enfrentar críticas por su posición respecto a la posibilidad de que los policías realicen servicio 222 por el que pueden prestar tareas como guardias de seguridad. Tras la muerte de cuatro policías en 2019, Interior revirtió su postura y les permitirá que dupliquen el número de horas que los efectivos pueden dedicar a esta actividad (de 50 horas mensuales a 100) y ahora está dispuesto a habilitar a que los funcionarios desempeñen tareas de seguridad privada en empresas debidamente registradas.

La responsabilidad de las víctimas y el operativo fue un éxito

Las acciones y declaraciones de Bonomi también lo han llevado a ser el centro de las críticas. En 2016, luego de que un clásico se suspendiera porque un hincha de Peñarol lanzó una garrafa desde la tribuna, el ministro dijo que el operativo policial había sido un “éxito” porque había logrado evitar “todo” lo que quisieron provocar los integrantes de la barrabrava de Peñarol: que se dé marcha atrás en la decisión de no darles más entradas.

Unos meses antes, tras un robo a la casa de la senadora nacionalista Verónica Alonso, Bonomi la responsabilizó por haber dejado una ventana abierta. Su frase estuvo en sintonía con lo que había dicho en otras ocasiones, como en 2014 tras la muerte del padre del cantante de cumbia “El Reja”, cuando iba a depositar dinero en una sucursal del Banco República en el Geant. Dijo que el asesinato fue "como tantos otros" a los que no se les dio “tanta importancia”.

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