En un análisis titulado “Rusia y el comercio de lácteos”, el Instituto Nacional de la Leche (Inale) consideró los impactos relacionados con el conflicto bélico que sucede en territorio de Ucrania, tras la invasión que hace 12 días inicio Rusia y en ese marco afirmó que lo único cierto “son las incertidumbres generalizadas a nivel de la economía global”.
Esas incertidumbres, señaló, corresponden a los embarques encaminados hacia Rusia, a la recepción de los pagos por negocios concretados y sobre cómo se desenvolverá el comercio en futuro inmediato.
El trabajo indica que han aumentado los precios de los granos, el precio del petróleo y el de los fertilizantes.
Otros aspectos que se indican como consecuencia del nuevo escenario son la inflación internacional, posibles nuevas disrupciones en el transporte internacional y un componente especulativo en los precios de los commodities que dificultan en mayor medida los pronósticos.
En los últimos 10 años las exportaciones de productos lácteos de Uruguay a Rusia han promediado US$ 70 millones de dólares, aunque en algunos años superaron los US$ 100 millones.
Rusia representa el 10% del valor de las exportaciones de lácteos de Uruguay.
Los principales productos de exportación (y su participación en el total de las exportaciones) ha sido:
En promedio cada año se colocan en ese destino 10.000 toneladas de manteca, 3.000 de queso, 4.600 de leche en polvo entera, 1.400 de leche en polvo descremada y 900 toneladas de suero en polvo.
Rusia es un mercado relevante para las exportaciones de manteca; representa casi el 60% del total de toneladas exportadas de ese producto lácteo.
Representa, además, el 10% para el destino de los quesos, el 6% para leche en polvo descremada, el 4% de leche en polvo entera y 5% del suero en polvo.
Se trata, se específico desde el Inale, de datos promedio para el período de los últimos 10 años.
En cuanto a los componentes más estructurales, por el momento la producción de leche está estancada y los costos de producción desestimulan la oferta.
También afectan las restricciones medioambientales que se pondrán en vigencia gradualmente en años venideros (están en esta línea Nueva Zelanda, Alemania, Francia y otros países de la Unión Europea).
La demanda se encuentra fortalecida, pero cuando la inflación internacional llegue al consumidor sacaría presión de la demanda.
No habría ningún indicio de que los precios de los lácteos tengan un comportamiento diferente al experimentado en los próximos meses.
Pero, dada la incertidumbre que agrega a la pandemia el aspecto geopolítico Ucrania-Rusia, se requiere seguir de cerca la situación en los mercados de los commodities, concluye el informe del Inale al que accedió El Observador.
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