Irán ejecutó este sábado a un ciudadano sueco-iraní por actos de terrorismo, entre ellos el ataque contra un desfile militar que causó 25 muertos en el sur del país en 2018.
"La condena a muerte de Habib Farayola Chaab, líder del grupo terrorista Harakat al Nidal, fue llevada a cabo esta mañana”, informó la agencia Mizan, del Poder Judicial.
Chaab estaba acusado de ser el líder del grupo separatista árabe Harakat al Nidal, o ASMLA (Movimiento Árabe de Lucha para la Liberación de Ahvaz), catalogado como movimiento terrorista por la República Islámica.
El grupo, que busca la independencia de la provincia de Juzestán, rica en recursos petroleros, cuenta con el apoyo de los servicios secretos de Arabia Saudita, Israel y Suecia.
La justicia confirmó su condena a muerte el pasado 12 de marzo por "corrupción en la Tierra, gestión y dirección de un grupo rebelde y concepción y ejecución de numerosas operaciones terroristas".
Según las autoridades iraníes, la organización Harakat al Nidal comandada por Chaab fue responsable de la muerte de 247 personas en ataques terroristas en el país.
Chaab, de unos 50 años, según la prensa iraní, fue acusado de organizar varios atentados en el país desde 2005, entre ellos el ataque de Ahvaz el 22 de septiembre de 2018 durante un desfile militar.
En ese atentado, cuatro extremistas abrieron fuego con fusiles Kalashnikov desde detrás de la tribuna de las autoridades, causando la muerte a 25 personas, entre ellas militares y civiles, incluidos mujeres y niños, y heridas a otras 60.
En noviembre de 2020, la televisión iraní difundió un video de Habib Chaab en el que asumía la responsabilidad por ese ataque, además de sus vínculos con los servicios de inteligencia sauditas.
Chaab desapareció en octubre de 2020 tras haber viajado a Estambul y reapareció un mes más tarde encarcelado en Irán.
Su juicio comenzó a finales de 2022 y es el segundo ciudadano con doble nacionalidad ejecutado este año en Irán, tras el ahorcamiento en enero del británico-iraní y exviceministro de Defensa Alireza Akbari.
Cuando se supo de la condena de Chaab, Suecia deploró la decisión como "un castigo inhumano e irreversible".
"Suecia, como el resto de la Unión Europea, condena la aplicación de la pena de muerte en todas las circunstancias", declaró su ministro de Relaciones Exteriores, Tobias Billstrom.
Estocolmo inició entonces los trámites para ofrecerle ayuda consular, pero no lo consiguió porque Irán no reconoce la doble nacionalidad.
Después de China, Irán es el segundo país que ejecuta a más personas en el mundo. Según organizaciones de defensa de los Derechos Humanos, las ejecuciones en 2022 ascendieron a 582 ahorcamientos.
(Con información de agencias)